lunes, febrero 25, 2008

Tao Te King en Euskera


Edurne nos envía este escrito sobre la traducción del Tao Te King al esuskera, por nuestra compañera taichista y taoista Pilar Lasarte. Desde Barcelona le damos nuestra enhorabuena por difundir las enseñanzas milenarias chinas. nos envía este escrito sobre la traducción del Tao Te King al euskera, por nuestra compañera taichista y taoista Pilar Lasarte. Desde Barcelona le damos nuestra enhorabuena por difundir las enseñanzas milenarias chinas.

Hola Maribel:

Cuando te envié mis flashes de la Convivencia de Donostia, olvidé decirte que aprovechando que estábamos con Peter, celebramos la traducción de Pilar al euskera del Tao Te King. Con buen cava, que la ocasión lo merecía.

La cuestión es que el 6 de este mes en la Universidad de Deusto en Donostia (la sede central está en Bilbao, pero tiene un centro en Donosti) presentaron ante los medios de comunicación las traducciones que han hecho de grandes textos al euskera. No te comento más porque está en la nota de prensa. Este acontecimiento ha tenido muy buena acogida en los medios de comunicación, salió en 5 periódicos, el Diario Vasco, Berria, El País, Noticias de Gipuzkoa y Deia. El texto que te envío es de Noticias de Gipuzkoa, del periódico digital. A Peter le he enviado las fotocopias en papel de los periódicos. Además Pilar me dijo que le llamaron del periódico “Berria”, es el único periódico escrito totalmente en euskera para decirle que le harán una entrevista, y también a los otros dos traductores (de otros libros) y que saldrá en un suplemento.

Sería bonito que pusieras algo en el blog al respecto. Te mando aparte otra foto en la que aparecen (el segundo por la izquierda) Joxe Arregi, el franciscano de Aranzazu que es el director de la colección de libros y los tres traductores. No sé de qué periódico digital lo he copiado. También te envío la traducción de la que pone aquí abajo.

Un abrazo y hasta pronto. Edurne

La Facultad de Teología de la Universidad de Deusto y la Editorial Ibaizabal han traducido y publicado los textos fundamentales de las principales religiones del mundo. Por primera vez, El Coran, La palabra de Buda y el Dao De Jing están ya a la calle y ayer presentaron en el Campus de Donostia de la Universidad de Deusto.

En la presentación estuvieron el vicerrector del Campus de Donostia de la Universidad de Deusto, José María Guiberte, como representante de la editorial Ibaizalbal Agustín Oyarzabal, el director del Instituto Vasco para la Euskaldunización , órgano dependiente del Gobierno Vasco y Josebe Erkizia como representante del Departamento de Cultura del Gobierno Vasco.

Después de estos tres trabajos, publicarán las “Analectas” de Confucio, “Las Enseñanzas Zen” y “Los Evangelio Apócrifos”. La colección completa tendrá 15 libros y los responsables de dicha colección quieren publicar 3 libros nuevos cada año. Las traducciones se han basado en los textos originales o en las revisiones de especialistas.

Joseba Erkizia nos dijo que después de año y medio el fruto es sorprendente. Por un lado las traducciones han hecho aportaciones que han enriquecido el universo del euskera, también a nivel de sintaxis y locuciones. Para las personas que quieren vivir en euskera es importante tener productos variados, subrayó Joseba. Joxe Arregi, el coordinador de la colección añadió que quieren ofrecer al publico vasco los grande textos fundamentaeles de las religiones.

Los traductores: Iñaki Ugalde es el traductor de “El Coran”. Hace 6 años en una librería de Bilbao vió un ejemplar del Coran, además de leerlo pensó que sería bueno traducirlo al euskera. Para cuando Joxe Arregi le llamó a que hiciera la traducción del Corán, él ya tenía la traducción bastante adelantada. Despues, gracias a la ayuda de Dionisio Amundarain mejoró la calidad de la traducción. Después de ver el resultado, Ugalde demostró su alegría porque su “hijo” ha salido a la luz. Por otra parte, el bilbiono Kepa Egiluze es el traductor de “ La Palabra de Buda”. Es miembro de un grupo de Zen en Valencia, “estoy muy contento de la aportación que he hecho, humilde pero interesante”. Por último la traductora del “Dao De Jing”, Mª Pilar Lasarte, subrayó que su trabajo se ha apoyado en los textos de Andres Guerrero y Onorio Ferrero

8 comentarios:

Anónimo dijo...

He olvidado poner que el padre Peter Yang, nos ha pedido que hagamos un escrito de lo que significa para nosotros EL CARIÑITO FAMILIAR, y como hemos llegado a experimentarlo.

Si quereis hacerlo me lo enviais y lo llevaré al Rincón del Silencio

Un abrazo para todos
Maribel

Anónimo dijo...

El sabio es como el agua.

Considera el agua: El agua limpia y refresca a todas las criaturas sin distinción y sin juicio; el agua libre y sin miedo, profundiza bajo la superficie de las cosas; el agua es fluida y sensible; el agua sigue a la ley libremente.

Laborar en cualquiera situación sin quejarse, con cualquiera persona o tema que se presenta; actuar de manera que todos se beneficien y servir bien sin propio interés; hablar sencilla y honestamente e intervenir para arrojar luz y crear armonía.

De mirar el movimiento del agua se aprende que, en la acción, el momento propicio lo es todo.

Como el agua, nos sometemos. Al no empujar a los demás, ellos no se resienten ni se resisten.


(Una adaptación del "Tao Te-King")

Anónimo dijo...

Cariñito familiar entiendo que es no mosquearse con nadie a trvés de la propia opinión. Que el corazón propio sea el propio corazón del otro. Mantener un interior puro que sirva como espejo de quien mirándote pueda reconocerse y apreciarse

Anónimo dijo...

HOLA A TODOS! MARIBEL ME HA PASADO UNAS FOTOS DE LA CONVIVENCIA EN SAN SEBASTIAN, QUE HE PUESTO EN MI BLOGG, PARA QUE TODOS PODAIS VERLAS. BESITOS

HILDA

Anónimo dijo...

¡Hola família! Recorriendo el camino de cuaresma, ya
nos hacercamos a la Pascua, esta semana la litúrgia
nos habla de la luz. Que bién el poder caminar siempre
con la luz de la Palabra, es ella que ilumina nuestros
pasos.
Un abrazo Francesca

3ª LECTURA: Jn 9, 1-41
Vio, al pasar, a un hombre ciego de nacimiento. Y le preguntaron sus discípulos: «Rabbí, ¿quién pecó, él o sus padres, para que haya nacido ciego?» Respondió Jesús: «Ni él pecó ni sus padres; es para que se manifiesten en él las obras de Dios.
«Tenemos que trabajar en las obras del que me ha enviado mientras es de día; llega la noche, cuando nadie puede trabajar.
Mientras estoy en el mundo, soy luz del mundo.
Dicho esto, escupió en tierra, hizo barro con la saliva, y untó con el barro los ojos del ciego y le dijo: «Vete, lávate en la piscina de Siloé» (que quiere decir Enviado). Él fue, se lavó y volvió ya viendo.
Los vecinos y los que solían verle antes, pues era mendigo, decían: «¿No es éste el que se sentaba para mendigar?» Unos decían: «Es él». «No, decían otros, sino que es uno que se le parece.» Pero él decía: «Soy yo.» Le dijeron entonces: «¿Cómo, pues, se te han abierto los ojos?» Él respondió: «Ese hombre que se llama Jesús, hizo barro, me untó los ojos y me dijo: `Vete a Siloé y lávate.' Yo fui, me lavé y vi.» Ellos le dijeron: «¿Dónde está ése?» Él respondió: «No lo sé.»
Lo llevan a los fariseos al que antes era ciego. Era sábado el día en que Jesús hizo barro y le abrió los ojos. Los fariseos a su vez le preguntaron cómo había recobrado la vista. Él les dijo: «Me puso barro sobre los ojos, me lavé y veo.» Algunos fariseos decían: «Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado.» Otros decían: «Pero, ¿cómo puede un pecador realizar semejantes signos?» Y había disensión entre ellos. Entonces le dicen otra vez al ciego: «¿Y tú qué dices de él, ya que te ha abierto los ojos?» Él respondió: «Que es un profeta.»
No creyeron los judíos que aquel hombre hubiera sido ciego, hasta que llamaron a los padres del que había recobrado la vista y les preguntaron: «¿Es éste vuestro hijo, el que decís que nació ciego? ¿Cómo, pues, ve ahora?» Sus padres respondieron: «Nosotros sabemos que este es nuestro hijo y que nació ciego. Pero, cómo ve ahora, no lo sabemos; ni quién le ha abierto los ojos, eso nosotros no lo sabemos. Preguntadle; edad tiene; puede hablar de sí mismo.» Sus padres decían esto por miedo a los judíos, pues los judíos se habían puesto ya de acuerdo en que, si alguno le reconocía como Cristo, quedara excluido de la sinagoga. Por eso dijeron sus padres: «Edad tiene; preguntádselo a él.»
Llamaron por segunda vez al hombre que había sido ciego y le dijeron: «Da gloria a Dios. Nosotros sabemos que ese hombre es un pecador.» Les respondió: «Si es un pecador, no lo sé. Sólo sé una cosa: que era ciego y ahora veo.» Le dijeron entonces: «¿Qué hizo contigo? ¿Cómo te abrió los ojos?» Él replicó: «Os lo he dicho ya, y no me habéis escuchado. ¿Por qué queréis oírlo otra vez? ¿Es qué queréis también vosotros haceros discípulos suyos?» Ellos le llenaron de injurias y le dijeron: «Tú eres discípulo de ese hombre; nosotros somos discípulos de Moisés. Nosotros sabemos que a Moisés le habló Dios; pero ése no sabemos de dónde es.» El hombre les respondió: «Eso es lo extraño: que vosotros no sepáis de dónde es y que me haya abierto a mí los ojos. Sabemos que Dios no escucha a los pecadores; mas, si uno es religioso y cumple su voluntad, a ése le escucha. Jamás se ha oído decir que alguien haya abierto los ojos de un ciego de nacimiento. Si éste no viniera de Dios, no podría hacer nada.» Ellos le respondieron: «Has nacido todo entero en pecado ¿y nos das lecciones a nosotros?» Y le echaron fuera.
Jesús se enteró de que le habían echado fuera y, encontrándose con él, le dijo: «¿Tú crees en el Hijo del hombre?» Él respondió: «¿Y quién es, Señor, para que crea en él?» Jesús le dijo: «Le has visto; el que está hablando contigo, ése es». Él entonces dijo: «Creo, Señor.» Y se postró ante él.
Y dijo Jesús: Para un juicio he venido a este mundo: para que los que no ven, vean; y los que ven, se vuelvan ciegos.
Algunos fariseos que estaban con él oyeron esto y le dijeron: «¿Es que también nosotros somos ciegos?» Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; pero, como decís: Vemos, vuestro pecado permanece.

COMENTARIO: Curación de un ciego de nacimiento. “Al pasar Jesús, escupió, puso barro en los ojos; le fueron abiertos los ojos”
El mensaje de esta Palabra de Dios sobre el ciego de nacimiento, tiene dos intencionalidades muy marcadas; la primera es la curación de la ceguera física, el ciego antes no veía y ahora ve, pero mucho más importante es curarse de la falta de fe, que impide reconocer a Jesús y reconocerle como el verdadero Mesías. ¿Quién es Jesús? Los fariseos que se sabían toda la ley no supieron reconocerlo, no tenían fe en él y lo que hicieron es complicar de tal manera el hecho, que se hunden aún más en su mentira. Todo por no querer reconocer la verdad de que Jesús era el verdadero Mesías.
En cambio el ciego, pobre y con la desgracia de la ceguera sabe reconocer a Jesús cuando pasa por su pobre vida, que la cambia radicalmente. Agradecido el ciego, proclamará todo lo que Jesús ha hecho con él. Desde aquel momento se vuelve un gran misionero, proclamando las grandezas del Señor.
Reconocer a Jesús, en los acontecimientos de la vida, tanto en los fracasos como en los éxitos, es el mayor de los tesoros, ya que los grandes milagros se dan en la vida cotidiana, Dios está presente en cada situación, ayudando, curando, animando…y esto lo descubrimos si tenemos fe.

Pregunta: Señor que vea le grita el ciego de nacimiento ¿De que ceguera quisieras curarte?

ORACIÓN: Señor, unge nuestros ojos para poder descubrirte en todo lo que vivimos, sobre todo descubrirte en cada hermano.
Abre nuestros ojos Señor, abre nuestro corazón con el don de la fe, para que enraizados en tu amor vivamos con más calidad de vida, que los mismos problemas se conviertan en eslabones que nos hagan avanzar hacia una máxima confianza.

Anónimo dijo...

JESÚS ES PARA EXCLUIDOS

Es «ciego de nacimiento». No sabe lo que es la luz. Nunca la ha conocido. Ni él ni sus padres tienen la culpa, pero allí está él, sentado, pidiendo limosna. Su destino es vivir en tinieblas.
Un día, al pasar Jesús por allí, ve al ciego. El evangelista dice que Jesús es nada menos que la «Luz del mundo». Tal vez recuerda las palabras del viejo profeta Isaías asegurando que un día llegaría a Israel alguien que «gritaría a los cautivos: ¡salid! y a los que están en tinieblas: ¡venid a la luz!».
Jesús trabaja los ojos del pobre ciego con barro y saliva para infundirle su fuerza vital. La curación no es automática. También el ciego ha de colaborar. Hace lo que Jesús le indica: se lava los ojos, limpia su mirada y comienza a ver.
Cuando la gente le pregunta quien lo ha curado, no sabe cómo contestar. Ha sido «un hombre llamado Jesús». No sabe decir más. Tampoco sabe dónde está. Sólo sabe que, gracias a este hombre, puede vivir la vida de manera completamente nueva. Esto es lo importante.
Cuando los fariseos y entendidos en religión le acosan con sus preguntas, el hombre contesta con toda sencillez: pienso que «es un profeta». No lo sabe muy bien, pero alguien capaz de abrir los ojos tiene que venir de Dios. Entonces los fariseos se enfurecen, lo insultan y lo «expulsan» de su comunidad religiosa.
La reacción de Jesús es conmovedora. «Cuando se enteró de que lo habían echado fuera, fue a buscarlo». Así es Jesús. No lo hemos de olvidar nunca: el que viene al encuentro de los hombres y mujeres que se sienten echados de la religión. Jesús no abandona a quien lo busca y lo ama, aunque sea excluido de su comunidad religiosa.
El diálogo es breve: «¿Crees tú en el Hijo del Hombre?» Él está dispuesto a creer. Su corazón ya es creyente, pero lo ignora todo: «¿Y quién es, Señor, para que crea en él?». Jesús le dice: no está lejos de ti. «Lo estás viendo: el que te está hablando, ése es». Según el evangelista, esta historia sucedió en Jerusalén hacia el año treinta, y sigue ocurriendo hoy entre nosotros en el siglo veintiuno.


José Antonio Pagola


Red evangelizadora Buenas Noticias
Pon la luz de Jesús en el mundo. Pásalo 2 de marzo de 2008
4 Cuaresma (A)
Juan 9, 1 – 41

Anónimo dijo...

“Curación de un ciego de nacimiento”
CIEGOS

Ciegos son los que juzgan y se dejan llevar por las apariencias sin pasar a dentro, al corazón, donde se cuece la verdad más honda de nuestras acciones.
Ciegos son los que no se fían de nada ni de nadie que no esté de acuerdo con lo que ellos habían pensado de antemano.
Ciegos son los que se creen superiores y no pueden aceptar la verdad, porque les llega de los labios de alguien sin categoría o de los desheredados de esta Tierra. Ciegos son los que no les interesa ver, ni en profundidad ni en extensión, porque exige un esfuerzo, porque desconciertan o porque, al ver, uno tiene que verse por dentro.

Ciegos son los que ven la realidad y la deforman interesadamente.
Ciegos son los que tienen actitudes inamovibles.
Ciegos son los amigos de las tinieblas, todos los que se esconden de la luz.
Ciegos son los que no pueden ver porque otros se lo impiden.
Ciegos son, también, los que creen que ven. Ciegos son los que se han acostumbrado tanto a sus pocas luces, que no echan de menos al sol; es más, llegan a creer que esa pobre luz de su vela es el sol.

Anónimo dijo...

Hagámonos una idra, ciegos y sordos lo somos todos. Con esto, para empezae viviremos más felices y con expectativas, con apertura-
Ciegos somos los que no nos damos cuenta de que lo somos, o dándonos cuenta no funcionamos como tal.
Ciegos estamos cuando no nos atrevemos a decir Si. Mamá.
Ciegos cuando necesitamos dr la ceguera del prójimo para amparar la propia.
Ciegos somos cuando confundimos corazón con la razón-
Ciegos, cuando la cortina de cuanto nos redea nos impide poner la atención a lo que realmente acontece.
Amigos. hay muchas cosas más que se pueden decir y parece que sola una lo dice todo. ha de unirse gustito, justito y cariñito

Un abrazo muy fuerte a todos