CONVIVENCIA DE TAI CHI ZEN CRISTIANO EN SAN SEBASTIAN, ENERO
DE 2017
Este año también nos hemos juntado para convivir
en el último fin de semana de enero en Donosti. Han acudido taichistas desde
Cataluña, Madrid, Santander y los de casa. Una vez pasada la convivencia me di
cuenta que era el décimo aniversario. ¡Lo celebraremos el año que viene, a toro
pasado¡. Con todo ha estado fenomenal, cada año que pasa veo mejorar la
relación de grupo, la relación con las hermanas que nos tratan con mucha
confianza. Al poco de finalizar la convivencia falleció la hermana Avelina, la
de más edad. Ella cuidó con esmero al nuncio apostólico Monseñor Laboa cuando
estaba muy mayor, en agradecimiento a la ayuda prestada anteriormente. Avelina
transmitía simpatía y cariño, una mujer sonriente que tenía amaestrado un
petirrojo, que descubrimos rondaba cuando hacíamos taichi. El de este año supongo que es descendiente de
aquel que se nos acercó tan curioso hace unos años.
Alejo nos contó muchas anécdotas, de su encuentro
con Peter en Lizaso y de la última etapa, cuando Peter estuvo ingresado antes
de ir a la Residencia. A mí se me ha quedado este hecho. Cuando Alejo conoce a
Peter y se pasan horas y horas haciendo taichi siente tanta energía que le permite seguir y seguir sin
apenas dormir. Cuando regresa a Lizaso en otra ocasión, descubre que todo aquel
bienestar que sintió anteriormente, no se debía a los cursos que le
proporcionaba aquel lugar, sino al taichi de Peter. En cuanto pudo se puso en
contacto con Peter que en aquella época trabajaba en el restaurante, para
preguntarle si conocía a alguien que practicara taichi en Madrid, y le dijo que
no. ¿Entonces qué hago? le planteó Alejo, “comience cantando la canción de la
salud” fue la respuesta de Peter.
Otra escena que se me ha quedado ha sido una de
las últimas visitas de Alejo a Peter, acompañado de Joaquín, Maribel y la
perrita Breska, ya en la época de la residencia. Peter cuando ve la perra les
pregunta. ¿Cuál es la misión de Cristo? Señalando a Breska les dice “guiarnos”.
Continúa “¿Y nosotros qué tenemos que hacer? “Actuar como la perra, olfatear”.
Comentamos el capítulo X y leímos las 8
oportunidades únicas que están el capítulo VIII del libro “Chi Kung
cristiano”. La primera “Vívela (la vida)”, la segunda “respira”….
Yo llevé un manual de la técnica Alexander. El año
pasado vino a la convivencia Concha desde Madrid. Ella es monitora de esta
técnica e hice una pequeña práctica con ella. Luego me compré el manual ya que
es difícil encontrar personas cualificadas. Me parece muy útil para mejorar la
postura y hacer el taichi, correctamente. Aunque ya sabemos que enderezarse es
una labor para toda la vida, “equilibrio y armonía con taichi cada día!”. Me gustó
ver que el libro despertaba la curiosidad del personal. Con Alejo comentamos
también que va muy bien para la natación, así que si hay alguien que tenga el
hábito de nadar, le aconsejaría que indague en ello.
Edurne