miércoles, enero 17, 2018

Mirar al Horizonte



MIRAR AL HORIZONTE
Ha sido un placer compartir unos días la recogida de aceituna en la finca de Altura. Haciendo esta tarea, o cualquier otra labor, percibes lo que es la felicidad de estar en Flor de Melocotón, una mágica desaparición del tiempo.
La convivencia mejora el conocimiento de quiénes somos, estamos abiertos. Una expresión como, por ejemplo, "¿qué tal va el chaval?" puede convertirse en una explosión de risa entre Esperanza, Edurne, José Ángel, Daniel, o Wilma, y es algo que no se puede explicar si no estás aquí y ahora.
Para mí ha sido muy especial ya que también fueron mis dos hijos mayores (Mario y Manuel) que ayudaron a las labores junto a los dos mayores de Daniel (Mateo y Marco), pudimos ver cómo se están haciendo hombres.
Agradezco mucho el paseo memorable que di con Wilma, y la historia tan bella que me contó sobre su familia. Supe que empezó su carrera como docente en Summerhill (un proyecto muy innovador y radical que tuvo mucha importancia en España durante la Transición al exponerse como modelo a seguir en la enseñanza). Y también (de lo que a continuación trataré) lo que comentó sobre un médico chino que conoce en Escocia quien le dijo que lo único importante es  ¡mirar el horizonte!
Como taichistas entendemos perfectamente la simplicidad de esta receta. En esta posición cumples los cuatro principios del movimiento: suave, flexible, redondo y lejano. Está bien repasarlo y practicarlo, al menos, por lo siguiente:
El horizonte es abierto, es claro, amplio, ancho, inalcanzable, vital, está siempre despejado.
Cuando estás de pie los ojos siempre están a la altura del horizonte.
Es en la postura vertical desde donde mejor oteas lo horizontal.
Si miras de verdad al horizonte, entiendes la contemplación.
Con ese gesto estás aquí, lo lejano se acerca a tí, y te entra.
El horizonte está un poquito más elevado que la vista normal por lo que la mirada, además, despega.
Es previa al ejercicio "cardio-vídeo-digital" que nos proponía Peter (seguir con el movimiento del dedo el recorrido de un avión imaginario que se desplaza por el espacio rodeando la tierra), que es más avanzado y requiere mucha más práctica.
El horizonte es propio, no llegas a salir de la atmósfera, estás dentro de la casa común.  
Es el punto de encuentro entre el cielo y la tierra y por tanto es el espacio del hombre.
En los días nublados frente al mar, o por la noche, desaparece la división entre cielo y tierra del horizonte, se confunden, nos enseñan que en realidad todo es Uno. 
Al mirar al horizonte sigues un punto que recorre la curvatura de la tierra mostrándote que lo natural es redondeado.
Te libra de mirar hacia abajo, y por tanto de desequilibrios y caídas. De vista corta, de pensamientos cerrados.
Te libra de mirar hacia arriba, y por tanto de evadirte en alguna nube, de perderte en nada.
Mirando al horizonte vislumbras lo cercano.
La linealidad del horizonte se sincroniza con el hilo del movimiento.
Al moverte con la mirada al horizonte te diriges en fin, sin querer, hacia lo nuevo. Pasas del pasado. Sabes el destino. Descubres tu misión.
Diciembre 8, 2017

jueves, enero 11, 2018

Cenaculo Noviembre Capitulo XXII

"Abandonar, ceder, doblarse, vaciarse, consumirse y no tener nada"
Así  se inicia el capítulo y aquí está toda su fuerza. El resto de él es sólo una consecuencia.

"Envejecer es renovarse" dice, porque
esta sabiduría de soltar...de renovarse y dejar ir, la da la edad. Las decepciones, los cambios,
ensoñaciones o ilusiones banas...todo ello con la experiencia de los años te lleva a lo único real: Dios.

Milarepa en la página 195 del libro de Peter dice:
"todos los propósitos mundanos no tienen sino una conclusión inevitable, la aflicción. Las adquisiciones terminan en dispersión,  las construcciones en destrucción,  los encuentros en separación,  los nacimientos en muerte. Sabiendo esto habría que renunciar a la adquisición y la acumulación,  a la construcción y al encuentro y entonces  proponerse la realización de la verdad. ..haciéndose uno con la Verdad Suprema, Una y Última "
Por lo tanto, la realidad real es Dios.
Pgn.253 del libro de Peter:
"para nosotros ser realista consiste en trillar la paja, separando el grano con el aire del f-c. La trilla ha de ser natural, sin resistir, el  trillar es sufrimiento; superarás cualquier bache, contrariedad u obstáculo si te has enfrentado a las pequeñas renuncias, dificultades y padecimientos  del día a día"

Este capítulo del TAO pide humildad:
"si no tienes humildad no eres nada" nos sentencia  el cura de Ars.
Humilde es  ser "humus" o tierra o suelo, según la etimología u origen de esta palabra. Humilde es estar abajo reconociendo al fin que nada sabes y por lo tanto humilde es quien no compite y " nadie compite contigo" que dice el capítulo.
La humildad da el abandono, el ceder, el doblarse y vaciarse, el no poseer...para ir poco a poco siendo uno con el UNO.
"Por lo tanto abraza el Uno"
Ésta es la frase central del capítulo, porque la realidad no es lo que sucede en el teatrillo agitado de la vida, sino que el humilde puede ver desde abajo que lo real es Dios.

El desapego de todo y de todos es el camino del TAO.
Pero además, conforme dejas recibes; no es ésta una visión negativa, porque  si cedes te conservas integro, si te doblas te enderezas, si vacío te llenas, si te consumes renuevas y no tener es poseer.
La vida del abandono en la humildad regala vida plena. Vida Perfume de Amor. Vida vivida en paz.
Sólo Dios llena o sólo ÉL basta, que dice el poema.

Isabel Moreno