martes, mayo 25, 2010

San José (Relato Taoísta-Cristiano)

Dibujo de Isabel Moreno



SAN JOSÉ

RELATO TAOISTA CRISTIANO


Hace más de 2000 años, el rey Herodes mandó matar a todos los niños menores de dos años nacidos en Belén (Judá). Unos sabios llegados de oriente fueron los que informaron al rey del nacimiento del Rey de Reyes en Belén.

José, padre de Jesús, fue avisado en sueños que debía partir hacia Egipto, ya que Herodes quería matar al Niño, hasta que recibiera nueva orden de regresar. Con la ayuda de una burra, acarreó a la madre y a su Hijo y huyeron hacia un destino desconocido.

Caminaron miles de kms por el desierto, chino-chano-chano-chino-campechano, sin entender nada, pero llenos de confianza y fe en Dios. Por el camino, se iban uniendo a diferentes grupos de caravanas que circulaban, llevando mercancías: sedas, piedras preciosas, especies y otros productos para intercambiar o vender en otros países. Era lo que llamaban “La ruta de la seda”
En aquella época, por los caminos solían ir ladrones y malhechores que robaban e incluso mataban a los caminantes, razón por la que se unían a las caravanas yendo, de esta forma, protegidos.
Entre los viajeros, muchos venían de China y de India, y éstos, aparte de sus géneros, transmitían su cultura milenaria. En las noches del desierto, cuando se paraban a descansar y cenar, se colocaban alrededor de un fuego, e iban transmitiendo sus pensamientos a los compañeros. José, hombre inteligente, sabio y discreto, aprendió muy rápidamente todo lo que les comunicaban sobre las enseñanzas de Lo Tse, Confucio, Buda y otros sabios de oriente, que vivieron en la tierra antes de nacer Jesús.

Cuando llegaron a Egipto, José había aprendido el ARTE DE RESPIRAR y como padre y formador de Jesús, le enseño esta maestría que ya los chinos practicaban hacia más de 10.000 años, Este arte se llama: CHIKUNG CHINO.

Jesús como Hijo de Dios y segunda Persona de la Trinidad, siempre estaba en comunión con su Padre en el cielo, es decir siempre estaba orando.

San José, patrón de los obreros, necesita trabajar y le enseña a Jesús el Chikung o arte de respirar. El Niño siendo obediente al máximo, (obedece tanto a su Padre del cielo como a su padre de la tierra), aprende a orar-respirando.
Cada día, al atardecer mientras Maria preparaba la cena, padre e hijo se sentaban al aire libre y respiraban juntos. José, aprendía también a orar, tal como le enseña su hijo, y… ambos ORABAN RESPIRANDO.
Maria, como ya estaba llena de gracia, no necesita aprender, pero se unía muchas veces a ORAR RESPIRANDO, junto a ellos.

RESPIRAR-ORANDO. Chikung chino
ORAR-RESPIRANDO. Chikung cristiano.

PADRENUESTRO.

En el libro del evangelio de San José se lee: “El Padrenuestro esta inspirado inicialmente en la ternura exquisita que vio en su padre José y la confianza y familiaridad con que le llamaba Abba (papa) a diario).”
Jesús aprende del cariñito familiar de su padre en la tierra y de la confianza de su Padre del cielo, EL PADRENUESTRO.
La ternura de José le inspira a Jesús la oración que El nos enseña. La única oración que Jesús nos ha trasmitido.

Realizando el fresquito-calorcito-justito-gustito-cariñito, llegamos a: dócil-suave-discreto-severo y refinado y josefinazo y al final inspirado. (ORAR RESPIRANDO).

BUENA IDEA REALIZADA, VIDA MARAVILLADA

Colorin colorado este relato (narración) se ha acabado, pero… continuara

Maribel Mayo 2010

11 comentarios:

Anónimo dijo...

ABRIRNOS AL MISTERIO DE DIOS

A lo largo de los siglos, los teólogos han realizado un gran esfuerzo por acercarse al misterio de Dios formulando con diferentes construcciones conceptuales las relaciones que vinculan y diferencian a las personas divinas en el seno de la Trinidad. Esfuerzo, sin duda, legítimo, nacido del amor y el deseo de Dios.
Jesús, sin embargo, no sigue ese camino. Desde su propia experiencia de Dios, invita a sus seguidores a relacionarse de manera confiada con Dios Padre, a seguir fielmente sus pasos de Hijo de Dios encarnado, y a dejarnos guiar y alentar por el Espíritu Santo. Nos enseña así a abrirnos al misterio santo de Dios.
Antes que nada, Jesús invita a sus seguidores a vivir como hijos e hijas de un Dios cercano, bueno y entrañable, al que todos podemos invocar como Padre querido. Lo que caracteriza a este Padre no es su poder y su fuerza, sino su bondad y su compasión infinita. Nadie está solo. Todos tenemos un Dios Padre que nos comprende, nos quiere y nos perdona como nadie.
Jesús nos descubre que este Padre tiene un proyecto nacido de su corazón: construir con todos sus hijos e hijas un mundo más humano y fraterno, más justo y solidario. Jesús lo llama "reino de Dios" e invita a todos a entrar en ese proyecto del Padre buscando una vida más justa y digna para todos empezando por sus hijos más pobres, indefensos y necesitados.
Al mismo tiempo, Jesús invita a sus seguidores a que confíen también en él: "No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios; creed también en mí". Él es el Hijo de Dios, imagen viva de su Padre. Sus palabras y sus gestos nos descubren cómo nos quiere el Padre de todos. Por eso, invita a todos a seguirlo. El nos enseñará a vivir con confianza y docilidad al servicio del proyecto del Padre.
Con su grupo de seguidores, Jesús quiere formar una familia nueva donde todos busquen "cumplir la voluntad del Padre". Ésta es la herencia que quiere dejar en la tierra: un movimiento de hermanos y hermanas al servicio de los más pequeños y desvalidos. Esa familia será símbolo y germen del nuevo mundo querido por el Padre.
Para esto necesitan acoger al Espíritu que alienta al Padre y a su Hijo Jesús: "Vosotros recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros y así seréis mis testigos". Éste Espíritu es el amor de Dios, el aliento que comparten el Padre y su Hijo Jesús, la fuerza, el impulso y la energía vital que hará de los seguidores de Jesús sus testigos y colaboradores al servicio del gran proyecto de la Trinidad santa.

José Antonio Pagola

. 30 de mayo de 2010
Fiesta de la Trinidad (C)
Juan 16, 12-15

Pandora dijo...

Oportuno y gracioso el relato Maribel, verdadero y cercano, que me lleva a la época en la que escribí y dibujé El Tao de San José, pues el imaginar la vida cotidiana de la Sagrada Familia es una experiencia entrañable, que te ayuda a vivir la fe desde el corazón.
Gracia, narradora

Isabel Moreno

maribel dijo...

Isabel la de ojos verdes cambiantes como el mar: A todos el que quiere escucharme le digo la joya que es EL TAO DE SAN JOSE. Es un libro para ir leyendo y contemplar los dibujos, para, como dices, adentrarnos en la vida de san Jose que a tantos otros santos ha inspirado.

¿He puesto el dibujo adecuado?

Un abrazo

Anónimo dijo...

Y vuelven a su tierra y a su pueblo, porque así, habiendo conocido la fuente del "chi", las posibilidades de encontrar la realización siempre son mayores cuando se está más próximo al origen de uno. Dónde poder manifestar. Donde poder nutrir y adaptar la tradición recibida en su misma cuna.

Anónimo dijo...

¡Hola família! Por el Espíritu, somo templos de la Trinidad que habita en nosotros. ¿Acaso no es una riqueza grande el sentirnos siempre acompañados? Demos gracias a Dios por el regalo de la fe.
Os voy a dar una notícia y es que el 31 de Mayo hasta el 28 de Junio, me voy a Valencia para hacer un mes de Ejercicios. Me hubiese gustado poner vacaciones a finales de Junio, pero por este motivo las tendré que poner afinales de Mayo.
Esta semana será la última. Empezaríamos de nuevo en Octubre.
Ahora os toca a vosotros seguir el camino de fe, que no es una carga al contrario es una gran liberación. Escuchar cada día la Palabra de Dios y ponerla en práctica por el amor, es uno de los descubrimientos más importantes. ¿No os parece?
Os deseo a todos un buen verano, pero que no sea obstáculo para dejar de orar. Ya sabéis que orar es como el aire que respiramos, o como el alimento espiritual que necesitamos. Me gustaría que ya fueráis maestros de oración, que enseñaráis a muchos a orar.
Un abrazo a todos. Francisca


3ª LECTURA: Jn 16,12-15
Mucho tengo todavía que deciros, pero ahora no podéis con ello.
Cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad completa; pues no hablará por su cuenta, sino que hablará lo que oiga. Y os explicará lo que ha de venir.
Él me dará gloria, porque recibirá de lo mío y os lo explicará a vosotros.
Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso he dicho: Recibirá de lo mío y os lo explicará a vosotros.

COMENTARIO: El verdadero conocimiento existencial de Dios es que es, Padre, Hijo, Espíritu Santo. Es el Dios Trinitario que se ha revelado a través de toda la historia de Salvación.
Dios Padre: Se revela desde el principio. Todo el AT. Nos habla de su revelación. Se revelo a Abrahán y con él empezó una historia de salvación, haciendo con él una Alianza. Y Abrahán fue siempre fiel a la Alianza, fiel al Plan de Dios, que no es otro que la salvación del hombre.
Llamó a Moisés, para liberar a su pueblo esclavo en Egipto. Moisés fiel a su llamada colaboraba con Dios, y juntos sacaron a los israelitas de la esclavitud. Cuando el pueblo queda liberado, Dios hace Alianza con él.
Dios Padre, también se revela a los Profetas, que conducen al pueblo a la amistad con Dios. El pueblo se desvía de Dios con mucha facilidad. La misión del profeta es, conducirlo una y otra vez a Dios.
Dios Hijo: Entramos en el Nuevo Testamento. La máxima revelación de Dios es Jesús. Y es Jesús que nos revela al Padre. “Quien me ve a mí ve al Padre” “Todo lo que tiene el Padre es mío” En Jesús descubrimos que el Padre ama a todos los hombres y quiere para cada uno la Vida que nunca se acaba. Pero quizá lo más importante de la enseñanza de Jesús, es su manera de orar, su relación con el Padre. ¿Cuándo y como ora Jesús? ora siempre, pero especialmente ora en las grandes decisiones…Oró largamente antes de elegir a los doce, y sobre todo ora en Getsemaní, Jesús nos enseña, que cuando más fuerte es la prueba, el sufrimiento y la contradicción más se necesita orar… Su experiencia es que el Padre siempre le escucha y le da la fuerza para superar toda clase de dificultad. Es el Padre bondadoso que siempre perdona, acoge y da la fuerza para la reconciliación.
Dios Espíritu Santo: Del Espíritu de Jesús, nace la Iglesia. La misión del Espíritu Santo en ella, es que siga el mismo camino que siguió Jesús. Tiene que aprender a ser fraterna y dialogal. Abierta a todos los hombres, especialmente los más débiles y necesitados.

ORACIÓN: Gracias Trinidad, para nosotros sois la fuente del amor y nos enseñáis a crecer en el amor gratuito de servicio a los hermanos. Que podamos ser vuestros testigos en un mundo que sufre el vacío del Espíritu, del amor y de la esperanza. Fortalécenos con vuestro fuego para que abrace nuestros miedos y egoísmos.

Anónimo dijo...

Maribel, ¡claro que has puesto el dibujo adecuado!, padre e Hijo respiran juntos en él y están en oración contemplando la belleza del mundo...aunque el abrazo que dibujé me parece ahora un poco asfixiante, ja ja, ese coger a Jesús por el cogote...aunque no sé qué me dice que San José era expansivo en momentos concretos, y a un hombre acostumbrado a trabajar con la madera...le va un apretón así con su Hijo, precisamente porque implica pocas palabras y mucho cariño.

Isabel Moreno

maribel dijo...

Isabel: Precisamente de este dibujo me enternece el abrazo que da San José al Niño. En el abrazo se demuestra la ternura y amor que siente por Jesús.

Gracias por todos los dibujos y por tu libro EL TAO DE SAN JOSE

Saludos para todos

Anónimo dijo...

Si, son esos abrazos, manifestados de muy variadas maneras lo que nos identifica con Él. Tanto el hecho de abrazar como el de ser abrazado es una revelación. Y en la soledad es cuando el abrazo es más penetrante porque en él va el ser al completo. Aquí cada cual ha de comprometerse....

Anónimo dijo...

Referida soledad tanto en no estar acompañado como en otro tipo de soledad, una que tiende al infinito

Anónimo dijo...

Que el Occidente encuentre en sí mismo los medios de un retorno directo a su tradi-ción por un “despertar espontáneo de sus posibilidades latentes” o que ciertos elementos occidentales realicen este “trabajo de restauración con la ayuda de un cierto conocimiento de las doctrinas orientales” es siempre la restauración de la doctrina propia a Occidente lo que constituye el motivo de la obra de Guénon

Anónimo dijo...

HACER MEMORIA DE JESÚS

Al narrar la última Cena de Jesús con sus discípulos, las primeras generaciones cristianas recordaban el deseo expresado de manera solemne por su Maestro: «Haced esto en memoria mía». Así lo recogen el evangelista Lucas y Pablo, el evangelizador de los gentiles.
Desde su origen, la Cena del Señor ha sido celebrada por los cristianos para hacer memoria de Jesús, actualizar su presencia viva en medio de nosotros y alimentar nuestra fe en él, en su mensaje y en su vida entregada por nosotros hasta la muerte. Recordemos cuatro momentos significativos en la estructura actual de la misa. Los hemos de vivir desde dentro y en comunidad.
La escucha del Evangelio. Hacemos memoria de Jesús cuando escuchamos en los evangelios el relato de su vida y su mensaje. Los evangelios han sido escritos, precisamente, para guardar el recuerdo de Jesús alimentando así la fe y el seguimiento de sus discípulos.
Del relato evangélico no aprendemos doctrina sino, sobre todo, la manera de ser y de actuar de Jesús, que ha de inspirar y modelar nuestra vida. Por eso, lo hemos de escuchar en actitud de discípulos que quieren aprender a pensar, sentir, amar y vivir como él.
La memoria de la Cena. Hacemos memoria de la acción salvadora de Jesús escuchando con fe sus palabras: "Esto es mi cuerpo. Vedme en estos trozos de pan entregándome por vosotros hasta la muerte... Éste es el cáliz de mi sangre. La he derramado para el perdón de vuestros pecados. Así me recordaréis siempre. Os he amado hasta el extremo".
En este momento confesamos nuestra fe en Jesucristo haciendo una síntesis del misterio de nuestra salvación: "Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. Ven, Señor Jesús". Nos sentimos salvados por Cristo nuestro Señor.
La oración de Jesús. Antes de comulgar, pronunciamos la oración que nos enseñó Jesús. Primero, nos identificamos con los tres grandes deseos que llevaba en su corazón: el respeto absoluto a Dios, la venida de su reino de justicia y el cumplimiento de su voluntad de Padre. Luego, con sus cuatro peticiones al Padre: pan para todos, perdón y misericordia, superación de la tentación y liberación de todo mal.
La comunión con Jesús. Nos acercamos como pobres, con la mano tendida; tomamos el Pan de la vida; comulgamos haciendo un acto de fe; acogemos en silencio a Jesús en nuestro corazón y en nuestra vida: "Señor, quiero comulgar contigo, seguir tus pasos, vivir animado con tu espíritu y colaborar en tu proyecto de hacer un mundo más humano".
José Antonio Pagola

1 Corintios 11, 23-26