lunes, abril 06, 2009

Experiencia de Dios en Edith Stein (2a Parte)





















EXPERIENCIA DE DIOS EN EDITH STEIN

Segunda parte de la conferencia del Profesor Torralba.

En la primera parte comentamos la vida y la obra escrita de Edith Stein, aquí comentaremos su experiencia de Dios. Como ya sabemos , nació en el seno de una familia judía y creció en un ambiente de signo luterano, sin embargo se hizo católica.

Explica su llegada al catolicismo como un encuentro con Dios, su conversión es un encuentro con Dios, que se podría comparar a la conversión de San Pablo. Edith Stein intenta explicar ese encuentro con Dios, de tal manera que después de dicho choque todo cambia. Como en San Pablo, hay un antes y un después de la caída del caballo. Como ya se dijo su conversión esta muy ligada a la lectura de Santa Teresa de Ávila, en su lectura ve expresada su experiencia de conversión, que ha tenido, no se había visto manifestada en ningún otro texto. En Santa Teresa se ve reflejada y a partir de entonces una vida nueva y como ella dice: “·Esto es la verdad, no la había experimentado antes”

Edith Stein viene del mundo de la filosofía crítica, es difícil de seducir y de convencer, sin embargo recibe la “LLAMADA DE DIOS”, ha sido llamada a pesar de su resistencia y de su carga intelectual. Hay un antes y un después de esa llamada de Dios. En un principio se plantea si ese encuentro con Dios es real, se quiere explicar ese encuentro, diciendo: “ Me orienta hacia un estilo de vida , que yo nunca me habría imaginado”. Ella tiene la convicción de que ha estado llamada, que Dios ha abierto un camino a través de su coraza, a través de su capa intelectual.

Trata de escribir esta experiencia, pero escribe: “Cuanto mas profundizo, mas oscuro es Dios”, pasa por cuatro etapas de conocer a Dios, o desarrolla cuatro formas de teología, hasta llegar a la teología mística.

1- TEOLOGIA AFIRMATIVA: Afirmaciones de ideas sobre Dios, según los textos Sagrados o según diferentes escritos, Dios creador, Dios protector, etc.

2.- TEOLOGIA SIMBOLICA. Adornar con símbolos las afirmaciones de Dios, no lo creas literalmente, el símbolo lleva a un significado mas allá de las palabras a un nivel más primario.

3.- TEOLOGIA NEGATIVA. A Dios no lo podemos definir con afirmaciones (palabras) ni con símbolos, siempre es más que esto. Son interpretaciones humanas, son balbuceos, todos estamos en los prolegómenos.

4.- TEOLOGIA MISTICA. Propia de los estados místicos, es una experiencia de plenitud con Dios, de estar con Dios. Es difícil de explicar, como una turbación, como vivir atrapado por una presencia, se quedan cortas las explicaciones, no hay palabras. Las experiencias son difíciles de explicar, se podría comparar con la experiencia del enamoramiento.

Para Edith Stein hay que romper imágenes para ir creciendo, Dios siempre esta mas allá de las imágenes, Dios no sabemos como es, acabar con las imágenes y VOLVER A LA EXPERIENCIA DE DIOS. a pesar de todo vamos creciendo a partir de imágenes, todas se rompen para crear otra mas nueva y así ir progresando, por este camino hacemos flexible el espíritu y llegamos a la experiencia de Dios.

Una imagen equivocada de Dios es la del DIOS FONTANERO, que resuelva todos los problemas y cuando algo falla: muerte, dolor, injusticia, etc., ¿ De quien es la culpa? Es de Dios o es de la imagen que tenemos de Dios, del Dios Fontanero. Peter Yan, cuando alguna persona le dice que no cree en Dios, contesta: “Es que el Dios que tú te imaginas no existe”.

El ateismo en general es una reacción no a Dios propiamente dicho, sino una reacción a una imagen equivocada de Dios, ya sea una imagen pueril o una imagen

como fontanero,


Joaquin


Frase de Edith Stein: Quien busca la verdad, busca a Dios, aunque no lo sepa.


Las pinturas son de Corinne Vonaech. “Entrada de Jesús a Jerusalem” y “La ultima Cena”Icono que se halla en el monasterio de Bosé


Os deseo feliz y santa Semana Santa y FELIZ PASCUA


11 comentarios:

Anónimo dijo...

Nuestra hija lleva en coma 12 años y se llama Paula

La noticia y la polémica desatada en Italia, con la enfermedad de la joven Eluana Englano, me ha inducido a escribirle estas líneas.
Adelanto que es solo la OPINION de un padre. No pretendo polemizar ni menos dogmatizar sobre un tema delicado (quizá de conciencia) , y respeto todas las decisiones familiares posibles.
Tampoco quiero parangonar el caso de nuestra hija con ningún otro:
ni todos los comas son iguales , ni siquiera todas la gripes.
El coma de mi hija proviene de una enfermedad eminentemente social, una ANOREXIA, que comenzó a los 15 años (10 años peregrinando por distintas clínicas) y que desembocó en tragedia. Lleva así 12 años; hoy ya tiene 37. No ve, no habla y se mantiene con una sonda nasal. Ha conservado parte de sus sentidos: oye música, la tranquiliza y le gusta. Huele el tomillo y la mejorama, que yo traigo del monte y deshecha los olores fuertes, como la piel de mandarina. Tiene tacto y le gusta que la besemos, que juntemos nuestras caras con la suya y se establezca un flujo de calorcito; que rasquemos con suavidad su cabeza y peinemos su brillante pelo castaño. Le gusta oír nuestras voces a su alrededor, y vuelve sus brillantes ojos negros hacia las mismas. No le gusta sentirse sola. Eso lo sabemos seguro; pero no sabemos más, ni tampoco los neurólogos.
Nuestra economía nos ha permitido hasta ahora cuidarla en casa, sobre todo con la ayuda de su hermana que la adora. Hace unos meses iniciamos expediente para acogernos a la ley de dependencia, hasta ahora sin resultados.
Le hacemos gimnasia, la sentamos en una silla de ruedas, la sacamos para que tome el aire, cuando el tiempo, es bueno.
Pero el caso de de Eluana Englano nos ha conmovido. Nuestra familia jamás le quitaría la sonda a Paula y solo de pensarlo se nos pone los pelos de punta. No estoy hablando de religión, ni de conciencia: estoy hablando de AMOR. Nuestra hija es la “reina de la casa”; la queremos con delirio, le cantamos villancicos en Navidad y le damos unas gotitas de champán. Este año un puñado de nieve recién cogida, para que sienta el frío en su manos.
Hemos tenido que prescindir de muchas cosas, pero ya no queremos recuperarlas, y menos a costa de nuestra “chiquilla”. Nos ha enseñado a ser felices con menos.
Con mi respeto para todos.
Juan Antonio Twose Martínez.
ALFARO ( La Rioja)

Anónimo dijo...

ID A GALILEA. ALLÍ LO VERÉIS

El relato evangélico que se lee en la noche pascual es de una importancia excepcional. No sólo se anuncia la gran noticia de que el crucificado ha sido resucitado por Dios. Se nos indica, además, el camino que hemos de recorrer para verlo y encontrarnos con él.
Marcos habla de tres mujeres admirables que no pueden olvidar a Jesús. Son María de Magdala, María la de Santiago y Salomé. En sus corazones se ha despertado un proyecto absurdo que sólo puede nacer de su amor apasionado: «comprar aromas para ir al sepulcro a embalsamar su cadáver».
Lo sorprendente es que, al llegar al sepulcro, observan que está abierto. Cuando se acercan más, ven a un «joven vestido de blanco» que las tranquiliza de su sobresalto y les anuncia algo que jamás hubieran sospechado.
«¿Buscáis a Jesús de Nazaret, el crucificado?». Es un error buscarlo en el mundo de los muertos. «No está aquí». Jesús no es un difunto más. No es el momento de llorarlo y rendirle homenajes. «Ha resucitado». Está vivo para siempre. Nunca podrá ser encontrado en el mundo de lo muerto, lo extinguido, lo acabado.
Pero, si no está en el sepulcro, ¿dónde se le puede ver?, ¿dónde nos podemos encontrar con él? El joven les recuerda a las mujeres algo que ya les había dicho Jesús: «Él va delante de vosotros a Galilea. Allí lo veréis». Para «ver» al resucitado hay que volver a Galilea. ¿Por qué? ¿Para qué?
Al resucitado no se le puede «ver» sin hacer su propio recorrido. Para experimentarlo lleno de vida en medio de nosotros, hay que volver al punto de partida y hacer la experiencia de lo que ha sido esa vida que ha llevado a Jesús a la crucifixión y resurrección. Si no es así, la «Resurrección» será para nosotros una doctrina sublime, un dogma sagrado, pero no experimentaremos a Jesús vivo en nosotros.
Galilea ha sido el escenario principal de su actuación. Allí le han visto sus discípulos curar, perdonar, liberar, acoger, despertar en todos una esperanza nueva. Ahora sus seguidores hemos de hacer lo mismo. No estamos solos. El resucitado va delante de nosotros. Lo iremos viendo si caminamos tras sus pasos. Lo más decisivo para experimentar al «resucitado» no es el estudio de la teología ni la celebración litúrgica sino el seguimiento fiel a Jesús.

José Antonio Pagola

Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS. Vayamos a Galilea. Allí lo veremos. Pásalo
12 de abril de 2009
Domingo de Pascua (B)
Marcos 16, 1-7

Anónimo dijo...

Quizá en todo el jardín no haya un lugar tan especial como ese que sin saber por qué desprende el mejor aroma. Solo podremos olerlo, ¿y qué más podríamos hacer? olerlo, apreciarlo, y con eso llegar a donde salió. El jardinero, el cuida las plantas, porque es lo que sabe que ha de hacer; pero el disfrutar, apreciar, es don natural de los más altos, de los que nada se puede decir y que cuando sucede inunda de gozo y etérea alegria.
Si, compartir esos momentos es un deleite para la vida

Ana

Anónimo dijo...

Viernes Santo:
Para seguir el camino de la Cruz hay que morir a muchas cosas, cada cual sabe, pero sin muerte no hay Resurección.
Entiendo que morir es renunciar,que renunciar es carecer, y que el carecer lleva un silencio de palabras un silencio interior, mental; carecer es dejar de querer entender la fe, racionalizarla, y entregarte a orar con un saboreo y una Presencia.

Oa invito a rezar el Rosario hoy muy amorosamente y así acompañar a María en su dolor, como el de tantas madres.
Os invito a experimentar las delicias del cielo, a entrar en la paz de la plegaria y saborear a Dios.

Isabel Moreno

Anónimo dijo...

Padres de Paula, dichosos vosotros por vuestrs experiencia de Amor, porque Paula es Presencia de Dios en vuestra sencilla vida cotidiana.

Gracias por vuestras palabras,sé de lo hablais;
Mi madre pasó por un proceso degenerativo similar que duró 20 años, la cuidamos con dificultad primero y luego con sumo deleite, porque ella se fue entregsndo hasta ser pura paz, puro amor; no exagero si os digo que así es como pude conocer a Dios.

Para Resucitar hay que morir, renunciar, carecer, y Resucitar es sentir ese amor que llega hasta el cielo, que no sabe de leyes, de lógica...y ahí está Dios, es Dios, porque Dios es Amor.

Vuestra pena por Paula es sólo comparable a vuestra dicha con ella, cuidándola.
Sé de vuestra inexplicable felicidad, y el saber de ella ahora me hace feliz a mí también; un beso muy tierno a Paula, a su pelo castaño, a sus ojos oscuros, y sobre todo a su Alma.

Pido por ella y por todos.

Isabel Moreno

Anónimo dijo...

En breve Jesucristo habrá resucitado.
Compórteme, sea como Cristo, como un Cristo. No se necesita ya ningún otro sacrificio, ni rezo. Jesús resucitado lo abarca todo porque todo lo recombierte. En esta época en que por fin se habla de crisis, es cuando realmente esta ya empieza a desaparecer, la verdad no admite la palabra CRISIS. Esta pala bra Jesús nunca la utilizó. Resumiendo, Jesús resucitado es una sola Unidad. ¿Acaso dentro de la unidad hay un otro que pueda rezar por un otro?.
Lo que entendemos or muerte nos auna a todos, esa es la gran suerte y dichosa aventura si lo llegamos a asimilar.
Resumiendo, no existen religiones, menos aún religión única. Quien tena oidos que entienda. La vida no se acaba en el cielo, el cielo tembién es limitado, lo mismo que el infierno. Son estados estáticos. La vida es dinámica. Subirse a ella solo supone comprenderla, in sistir en lo que sea, como yo ahora, encuentro esquicio, me cuelo t lo digo. La vida tiene protocolo, pero no ws protocolo. La vida no admite ni lo malo ni lo que es bueno, nada de esto la toca, la vida es vida y resurrección a la vez, porque vida no acaba hermanos

Ana

Anónimo dijo...

VIVIR DE SU PRESENCIA

El relato de Juan no puede ser más sugerente e interpelador. Sólo cuando ven a Jesús resucitado en medio de ellos, el grupo de discípulos se transforma. Recuperan la paz, desaparecen sus miedos, se llenan de una alegría desconocida, notan el aliento de Jesús sobre ellos y abren las puertas porque se sienten enviados a vivir la misma misión que él había recibido del Padre.
La crisis actual de la Iglesia, sus miedos y su falta de vigor espiritual tienen su origen a un nivel profundo. Con frecuencia, la idea de la resurrección de Jesús y de su presencia en medio de nosotros es más una doctrina pensada y predicada, que una experiencia vivida.
Cristo resucitado está en el centro de la Iglesia, pero su presencia viva no está arraigada en nosotros, no está incorporada a la sustancia de nuestras comunidades, no nutre de ordinario nuestros proyectos. Tras veinte siglos de cristianismo, Jesús no es conocido ni comprendido en su originalidad. No es amado ni seguido como lo fue por sus discípulos y discípulas.
Se nota enseguida cuando un grupo o una comunidad cristiana se siente como habitada por esa presencia invisible, pero real y activa de Cristo resucitado. No se contentan con seguir rutinariamente las directrices que regulan la vida eclesial. Poseen una sensibilidad especial para escuchar, buscar, recordar y aplicar el Evangelio de Jesús. Son los espacios más sanos y vivos de la Iglesia.
Nada ni nadie nos puede aportar hoy la fuerza, la alegría y la creatividad que necesitamos para enfrentarnos a una crisis sin precedentes, como puede hacerlo la presencia viva de Cristo resucitado. Privados de su vigor espiritual, no saldremos de nuestra pasividad casi innata, continuaremos con las puertas cerradas al mundo moderno, seguiremos haciendo «lo mandado», sin alegría ni convicción. ¿Dónde encontraremos la fuerza que necesitamos para recrear y reformar la Iglesia?
Hemos de reaccionar. Necesitamos de Jesús más que nunca. Necesitamos vivir de su presencia viva, recordar en toda ocasión sus criterios y su Espíritu, repensar constantemente su vida, dejarle ser el inspirador de nuestra acción. Él nos puede transmitir más luz y más fuerza que nadie. Él está en medio de nosotros comunicándonos su paz, su alegría y su Espíritu.

José Antonio Pagola


Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS.
¡Jesús está vivo! Pásalo
19 de abril de 2009
2 Pascua (B)
Juan 20, 19-31

Anónimo dijo...

Con la preocupación no llegamos a ningún sitio, al contrario, viendo problemas no salimos del círculo de la ansiedad y nos sentimos inseguros e inestables.
Por encima de las dificultades que cada día vemos, de las limitaciones, en medio de todo ello, subyace la fuerza interna del ser, su capacidad de regeneración constante, su grandeza y ella le sustenta y rige el mundo...aunque nuestro mente, los pensamientos que siempre la atan, nos impiden saborear esa certeza, y degustarla en paz.

Para que esta fuerza, que la Iglesia llama Espíritu se libere y actúe sólo hay que dejarla hacer, ser instrumentos.

Las instituciones son muy imperfectas,¡tantos miembros tantas tendencias y opiniones!, pero en medio de ellas está la acción real del Espíritu.
Calma y más calma, no desesperar, sino ser realistas y admitir que las alianzas y estructuras humanas siempre serán así, porque su forma conlleva ese desgaste y esa inmovilidd reaccionaria en cuanto se acomodan en el tiempo, son más bien pesadas e inmovilistas...pero también necesarias, y si lo miras bien, amorosamente, comprendiendo el girar del mundo en siglos, te das cuenta de que cumplen su función.

Dejemos actuar a la Paz, es oportuno opinar, incluso quizá ser críticos a veces, es necesario expresar lo que sientes,comprender las diferentes visiones, no juzgarlas, pero sobre todo lo NATURAL es dejar en Paz y entregarte tú, cada cual, a ser instrumento de la Paz real.

Isabel Moreno

Anónimo dijo...

Que bonito, si, así es.
Cuando metes la mano en el bolsillo, tanto si encuentras algo como si no, admírate de que así sea; es esa pequeña gran oportunidad de poder dar o de tener que pedir, y ambas cosas no es facil, van juntas, dan miedo.
Quizá esta crisis es lo que nos está enseñando. Hemos de saber que sea en el modo que sea, ya, a pesar de las grandes diferencias materiales, y es que siempre ha sido así, pero enfín, hay casos verdaderamente que parecen extremos. Es la mente que se apodera, se le permite....la mente debe estar en el bolsillo, junto con las llaves de casa y el monedero. Es la cosa más preciosa y valiosa que tenemos, solo eso, "cosa" y la tenemos, no ella a nosotros.
En esto si que coviene ser metódico, pues generalmente se encuentra uno a muy pocas personas a quien poder confiar de pleno, y hay que autoafianzarse en el propósito personal; lo del bolsillo es un decir, cada uno lleva su parte de tesorito en algún recóndito lugar, bendito sea.

Saludos y muy buenos dias a todos
Ana

Anónimo dijo...

¡Hola família! Después de estas vacaciones volvemos a encontrarnos.
En este tiempo de Resurrección las lecturas son muy ricas. La Vida ha vencido a la muerte y esto nos da mucha confianza y esperanza.
Busquemos las cosas de arriba que son las que no caducan...
Un abrazo. Francisca


3ª LECTURA: Jn 20, 19-31
Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: «La paz con vosotros.» Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor. Jesús les dijo otra vez: «La paz sea con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío.
Dicho esto, sopló y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.
Dicho esto, sopló y les dijo: Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos.
Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Los otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor.» Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en el agujero de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré.» Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro y Tomás con ellos. Se presentó Jesús en medio estando las puertas cerradas, y dijo: «La paz con vosotros.» Luego dice a Tomás: «Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente.» Tomás le contestó: «Señor mío y Dios mío.»
«Porque me has visto has creído.
Dísele Jesús: Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto y han creído.
Jesús realizó en presencia de los discípulos otros muchos signos que no están escritos en este libro. Éstos han sido escritos para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre.

COMENTARIO: “Estando cerradas las puertas por medio de los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: La paz sea con vosotros” Los discípulos están encerrados en su propio temor y con las puertas bien cerradas. Experimentan el propio vacío, hasta que les aparece Jesús que les quita el miedo con el saludo: paz a vosotros…
¿Qué nos pasa cuando no experimentamos a Cristo resucitado? también como los discípulos experimentamos el vacío y el miedo se apodera de nosotros cerrando las puertas de nuestro corazón. Jesús resucitado toma la iniciativa de hacerse presente en nuestra vida, para darnos la paz que tanto anhela nuestro corazón. Su presencia en nuestra vida tantas veces dispersa y desecha, recobra la confianza y la paz. Es el don del resucitado que de la comunidad dispersa, pequeña y pobre, hace una comunidad evangelizadora que de ella nace la Iglesia. El crucificado vive. Este hecho llena de alegría a la persona cuando le reconoce.
ORACIÓN: Gracias Señor, por el don de tu Espíritu que nos da la paz. Tu eres nuestro consolador en tantos momentos de sufrimiento, para que también nosotros lo seamos de nuestros hermanos. Que como Tú Señor seamos entregados a toda necesidad.

Anónimo dijo...

Hola, buenos dias.-
No tengo nada que decir y eso me empuja a meterme aquí, en esta ventanita; que no digo asomarme, eso sería en la ventana que da a la calle.
No puedo obligar, ni tampoco debo pedir. Hubo una época en que estaba de moda decir : "soy fulanito de tal y tengo amistad con tal tal con derecho a roce..", claro, eso lo oí en un medio, la tele, a nivel real eso no es así. Pero me vino el recuerdo de la palabra "roce", y me decía si entrar aquí podría ser llamado así.
Descubro con esto que esa palabra, cuando estoy solo conmigo, no la utilizo, salvo para cuando noto que alguna situación imprevista me ha rozado el cuerpo, el alma. Definitivamente roce es algo sin propósito, ni malo ni bueno, alerta sobre algo extraño y hasta puede indicar hacia donde dirigir una atención. Conmigo mismamente, el encuentro personal auténtico carece de todo roce, es del tipo de una implosión, pero suave, sin roce y espontánea Es lo único que disuelve todas imágenes y pensamientos. Parece que así es lo verdadero y que requiere un punto de estar, un punto de encuentro con la tierra, con el ambiente, con la habitación, con el mundo; solo un punto

Ana