La Liebre y la Tortuga

Peter Yang, nos ha pedido a Mónica Prats y mi que colaboremos con nuestros respectivos blogs para hacer preguntas y respuestas sobre cañito familiar .
Ahí va la fábula “La Liebre y la Tortuga” de Esopo versionado por Mónica. Os invitamos a que nos deis vuestras impresiones.
La foto es del reloj de Peter que Mónica hizo ayer.

LA LIEBRE Y LA TORTUGA


- Hoy me voy a divertir – se dijo a sí misma la liebre mirando con desdén a la tortuga desde su madriguera - ¡ Buenos días ! ¡ Buenos días !¡ Buenos días TORTUGA !
Paró el reptil al momento : “ ¿ Quién será ? - giró su cabeza ... : “Ah, si .., la liebre ” :
- Buenos días , liebre ... – contestó educadamente .
- ¡ji , ji ! ¡ ji , ji ! No tienes prisa ¿ verdad ? – empezó a provocar con una pregunta y continuó su sarcasmo con una cuestión – Quizás el sitio donde vas desaparezca cuando llegues ¿ No te preocupa ? ¿ no te preocupa ? - .
La tortuga no pareció perturbarse ante el nervioso ataque de aquel conejo silvestre :
- Imposible – se limitó a contestar sonriéndose a sí misma – Allá ... allá siempre está – miraba lejanamente , sin perder de vista el horizonte .
- ¡ Ji , ji ! ¡ ji , ji ! Allá voy yo también . Sí , por supuesto , yo también . Pero ... seguro y aseguro , que yo , la liebre , alcanzaré ese lugar antes que tu – de repente , y después de haber sentenciado un sitio que bien le pareció una meta idónea , comenzó a brincar en círculos frenéticamente alrededor de una impasible tortuga .
- Bueno , si tienes prisa y quieres correr, ahí tienes campo – total , ella iba en la misma dirección , que mas le daba ... - .
Creyendo la liebre que aquel enorme caparazón con patas acababa de aceptar un desafío por tierra , empezó una serie de estiramientos y calentamientos , para que no dígase de “ la liebre ” estaba en baja forma . Cansada al rato de tanto ejercicio , se sentó junto una boca de agua , que emanaba una roca , generosamente .
“ Mírala ella como va y por donde va . Ni que me pudiera ganar .” - Efectivamente , el pobre animal no brillaba precisamente por su rapidez , y en su no apresuramiento , logró molestar sin intención a su nueva compañera de viaje - “ Que aburrido es competir con semejante bicho . Yo me harto de comer antes de que ésta levante otra pata ” - .
Acordándose entonces que a poco del circuito , y aún habiéndose de desviar , se hallaban las tierras de un hortelano , optó por torcer su camino y gustar de unos manjares de los que ya antes se había servido . Giró los redondos ojuelos hacia su rival y comprobó que poco , pero poco , había adelantado .
En un momento se plantó entre rábanos y zanahorias que hicieron delicias a su estomago bajo un sol de mediodía . ¡ Pero que sueño tan apetecible se apoderaba de su voluntad tras tan copiosa comida ! Avistó en la lejanía , que en la distancia la tortuga parecía haber avanzado a penas una pulgada su trayecto desde que la dejó . No había de que inquietarse ... así que durmió tranquilamente una siesta a la intemperie , sin la protección de una muy estimable sombra , tal y como comprobaría seguidamente .
Se despertó , y al incorporarse , se tambaleó y cayó de nuevo presa de mareos y náuseas , debido a una muy bien merecida insolación . Se arrastró como pudo hasta un pino que le dio cobijo y sosiego por poco tiempo , pues sin apenas descansar advirtió gruñidos y ladridos que delataban su presencia en la propiedad privada .
“ ¿ Donde me escondo ? apenas me puedo mover ” .
Pero la providencia quiso que la arrogante liebre se salvara de un terrible final descubriéndole un escondrijo donde metería hocico y miedo hasta que la amenaza despareciera por completo .
Pasó el tiempo de esta manera cuando cayó en la cuenta de que una carrera la estaba esperando a un trote de allí . Consciente de una posible y humillante derrota salió de golpe corriendo hacia la meta a por todas y a por ganar . Pero la tortuga que ya había llegado a “ aquella meta , que sólo la liebre quiso fijar ” , continuaba , sin embargo , su lento caminar .
“ ¿ Como es que sigue ? ¿ A donde irá ? ” – se preguntó la avergonzada y vencida liebre de campo - .
Mientras tanto , y ni con tan siquiera una sonrisa , la tortuga murmuraba en su interior : “ Yo solo pasaba por aquí ” . Y chino chano , así fue .

DIRECTO AL CORAZON : El desprecio de la liebre no inmutaba a la tortuga que iba por su camino bien fijando la planta de sus patitas al suelo . Y así , chino chano hizo camino caminando .
Una tortuga puede estar como 20 minutos sin soltar una burbujita debajo del agua , es decir , que su respiración tarda todo este tiempo en efectuarse totalmente .
En el periódico “ Catalunya cristiana ” del pasado 9 de noviembre de 2006 , se anunciaba el fallecimiento de la tortuga más anciana del mundo actual y se hacía alusión a la que más años ha vivido y el hombre así lo ha registrado . Nada más y nada menos que con 147 años ¡ casi nada ! La explicación según el articulo menciona la relación de la edad con los latidos del corazón . Cuanto menor son las pulsaciones por minuto más larga es la esperanza de vida . ¡ A ATORTUGARSE SE HA DICHO !

Mónica


Tres palabras muy importantes que han llegado firmemente a mi corazón y que realizo con unos resultados excelentes:
QUIETUD-LENTITUD Y PLENITUD
Cuando noto que me voy a convertir en Marta (del evangelio de Marta y María), intento quedarme quieta, camino lenta y me lleno de aire (fresquito-calorcito) y así vivo con gracia. ¡Ah y como la tortuga, logro realizar toda la orden del día!

Maribel