lunes, julio 28, 2014

Convivencia Montesclaros 2014

Desde el santuario de Montesclaros, Carlos comparte con todos las vivencias y sentimientos de la convivencia de inicios de julio.


Después del paréntesis del año pasado (por la enfermedad de Peter) y siguiendo con la tradición que, desde el año 94, nos reunía en el Santuario de Montesclaros, el grupo de Tai Chi de Cantabria hemos vuelto este año -del 2 al 6 de julio- a organizar y a hacer nuestra convivencia en este especial lugar.
         Para nuestra sorpresa y satisfacción, ha asistido a la Convivencia un grupo de gente bastante más numeroso de lo que imaginábamos cuando decidimos reanudar este encuentro anual. La no presencia física de Peter no ha sido un hándicap para que muchas personas de nuestra “familia” decidieran acompañarnos estos días: estábamos unos cuantos de aquí, de Cantabria, y también vinieron otros de Granada, Madrid, Zaragoza, Valencia o Vitoria; y además tuvimos la aportación de un grupo de 5 personas que vinieron de León, que asistían por primera vez a nuestras convivencias y que se integraron muy bien en el grupo. En total, llegamos a ser unas 25 personas, lo que está muy bien como número, comparado con otras convivencias anteriores, y nos da, una vez más, la idea de que la intención y el compromiso de continuar con el legado y las enseñanzas de Peter parece que sigue con fuerza y decisión entre nosotros, después de que él ya no nos acompaña en persona.
         Los frailes del Santuario nos han recibido muy contentos -después de ese paréntesis de un año sin venir- y nos han tratado tan bien como siempre. La figura y el espíritu de Peter estuvieron siempre presentes, tanto en nuestro recuerdo y en nuestras continuas referencias y alusiones a él como en el recuerdo de los frailes, que incluso ofrecieron una Misa en su memoria.
         La convivencia transcurrió, en líneas generales, de manera similar a todas las anteriores, es decir, con un “orden del día” parecido al que hacíamos cuando estaba Peter y con la libertad personal, después, de participar en las actividades que cada uno decidiera (calentamiento matutino, tai chi, fres-cal, tertulia, misa, paseos, bar, etc.). Es decir, libertad dentro de un orden (“santa libertad”). Y no faltó, como siempre, el “cariñito familiar”.
         Los temas de los que hemos hablado en las tertulias han sido básicamente los que vienen tratados en los capítulos IV, V y VI del Tao Te King:
         -la naturaleza del Tao y su cualidad de inagotable (cap. IV); el concepto de wu-wei -que recorre todo el libro-  (el “no hacer”, no interferir, no estorbar, hacer sólo lo que te toca), recordando la frase de Peter de “no ser impedimento de paz” y quedándonos con ella como conclusión.
         -el concepto de servicio y de la no benevolencia del cielo, de la tierra y del sabio para con aquel ser que no sirve (cap. V).
         -la imagen del “fuelle” como espacio entre el cielo y la tierra, relacionado con nuestra respiración, que ha de imitar a ese fuelle inagotable (cap. V)
         -el peligro de que la acumulación de conocimientos nos haga perder lo esencial (cap. V).
         Partiendo de estos capítulos y de estos temas, ha habido también exposición de experiencias personales. Y la conclusión que hemos sacado al final, una vez más, es que todo ello no nos sirve para nada si sólo se nos queda en palabras y no lo experimentamos (lo de “dicho, hecho”, que tanto repetía Peter).
        Agradecemos vuestra presencia a todos los que nos habéis acompañado y esperamos repetir el año que viene, a ver “si la Virgen de Montesclaros nos aclara un poco más”.


Carlos Sotres

Aprovechamos para informaros que el blog se va de vacaciones hasta septiembre.
Bon estiu a tothom

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hóola coreligionarios, voy a pegar un escrito que acabo de hacer y que en formato Word 2010 y tamaño de letra 11, ocupa 2,5 páginas, aviso para desanimar a los semi-interesados, y por supuesto también si el administrador del blog permite el mantener su publicación. Va de iconos, móviles, metafísica, bioneuroemoción y tercer género. Lo subcribe Ana Calvo. A groso modo calculo que ocupe tres comentarios a partir de este.

Anónimo dijo...

Hace ya casi un año que cambié el movil antiguo por uno tipo moderno. Cuando leía en las instrucciones el cómo eliminar uno de los iconos o aplicaciones de la pantalla principal, decía: "mantenlo pulsado y cuando la pantalla vibre, arrástralo a la papelera"; entones, me eternecía buscando la papelera, y no la encontraba, el caso es que pulsándolo, la pantalla vibraba, pero no sabía dónde estaba la papelera, no la veía. Un día le pregunté a mi hijo, y me dijo, mira aquí está, y la ví, pero cuando lo hacía yo sola, la papelera no aparecía. y acabé desistiendo de hacerlo, pues tampoco pasaba nada, tenía un icono repetido, pero nada más.
Hoy se ha dado un descubrimiento, una suerte de iluminación; dos cosas que me estaban pasando por separado y no las podía conjuntar, sólo separadamente podía saber de cada una, se puede decir que llebava unos dias metiéndome de lleno en cada una, y el conflicto lo tenía servido en bandeja cuando hoy me levanté, aunque en el momento de despertarme hubo una suerte de revelación, no en eso, sino en algo análogo de lo personal, del propio ser, que es ahora al escribirlo cuando me estoy dando cuenta de la asociación de ambas cosas. Más justo antes de ponerme al teclado, hubo una asociación más del primer asunto con un tercero que ahora voy a contar, y que está en relación con el icono y la papelera del movil.
Más todo esto ha sido de alguna manera "instado" por un vídeo que vi ayer sobre bioneuroemoción, El Efecto Observador - Barcelona Septiembre 2013 - 3/3 - YouTube, y que era un tercero más en discordia en ese momento.
Yo me decía, leo y entiendo y me adhiero a los escritos de René Guénon, de forma y hasta tal punto que lo entiendo como una perfección en sí misma, perfección lo mire desde donde lo mire, y además como él murió en la fecha (mes y día, el año no es necesario) en que fui concebida, se supone que hay una relación de legado hacia mí, de su obra, en la misma medida en que yo la comprenda, la asimile y la acepte). Hasta aquí, bien. El problema es que yo misma me identificaba con esa obra, hasta el punto de impedirme vivir mi vida, o por lo menos a no sentirme que la podía vivir, porque esa obra estaba muy por encima de lo mío.
Con Sri Ranjit Maharaj, él, no ha dejado más que lo que ha sido publicado de sus charlas (algó así como Peter), pero desde el primer momento que leí en internet algo suyo de las charlas, algo resumido de su biografía, y una foto, tuve la impresión de que había encontrado un doble mío. Pues bien, eso lo confirmo años después, enterándome en uno de los vídeos de bioneuroemoción, https://www.youtube.com/watch?v=5oaJjIyQhAA ,del valor asociado a las fechas con respecto a los antepasados (en esto tengo que decir que soy yo la que aplica la palabra antepasados a estas personas, sin haber lazos de sangre, pero como tales los asumo), y en este caso, su fecha de nacimiento coincide con la de mi concepción, lo que le hace mi doble o viceversa.
Ya previamente, cuestión de años, se puede decir que así lo había asumido sin tener entonces nada que ver con las fechas dadas.
Bueno, me preguntaba qué estaba haciendo yo con todo este saber, dónde lo colocaba para que estuviera en su sitio y se supone de ello una utilidad. Pues no sabía, y lo que hacía era llevármelo a todas partes, y cuando surgía la oportunidad y yo lo detectaba, pues ya, sacaba, “lo que podía”, decía, hacía ver, etc…Pero me sentía “pillada”, pellizcada, una sensación de futilidad, que sin desanimarme, hacía que perseverara, sin saber hasta cuando, por qué no

Anónimo dijo...

decirlo, con una enorme languidez en la vida, como un salmón cuando sube rio arriba a desovar y se encuentra en un canal accesorio, estrecho, mínimo. Solamente consciente de la importancia de ese último tramo de su existencia individual.
También tuve la tentación de eliminar ciertos planos del entendimiento, para que así el conflicto no surgiera, y claro, a empezar a focalizar cual, más conflicto. Sólo, una cosa me impulsaba a seguir adelante, y era la sensación de estar “más en concordancia”, cuando me identificaba más plenamente con alguno de ellos, y claro, esa identificación siempre era mayor cuanto más elevado era el plano, el estado, el nivel, en que a mi me parecía que estaba cada uno de ellos. Y eso me volvía a reconducir a los dos referentes absolutos, para mí, cuyos dos nombres he dado, pero también me volvía a colocar en el mismo punto de partida que al comienzo.
Hay un hecho muy importante en el momento ese de despertarme hoy por la mañana. Había sido tan grande ese abismo al cual estoy haciendo referencia todo el tiempo, que eso, junto a lo que dice la neuribioemoción en los vídeos, me llevó, pue, a lo de siempre, lo de siempre mío se entiende, claro, es mío, pero por eso lo voy a contar a ustedes, por ser precisamente mío, si nó, qué interés en contar algo que lo podiera contar cualquier otro?
Tan sencillo lo que tengo que contar como que no me considero del sexo femenino, claro, yo no soy un hombre; aquí el tema. Y además cuando alguna vez he hecho por contarlo, nadie me ha servido de espejo, por eso sigo insistiendo en ello. Porque si pudiera tener la posibilidad de elegir esa “casilla” en los documentos, del” tercer género”, la pondría. Yo no puedo decir más que eso, pero ni menos tampoco. Además, porque esa posibilidad es solo virtual, no tiene contenido, y aún porque, la otra posibilidad, la de la casilla femenina, está cerrada para mí, está rellenada de color negro y no hay posibilidad de ponerle la cruz (simbólica) encima, en cambio en la casilla virtual del tercer género, en esa virtualidad si cabe una cruz. Esta ha sido mi aceptación al despertar, en “resonancia” con la bioneuroemoción.
Después del desayuno resonó otra cosa muy importante a otro nivel: el conocimiento metafísico puro, que es de lo que trata René Guénon, se me mostró en toda su posibilidad, en esto, es como siempre se me mostró, pero de una manera muy delicada, antes era de sopetón, ahí te va todo y tú verás con ello, en cambio esta mañana se me mostró en relación a mí, con perspectiva particular, yo lo interpreto que es como si se me mostrara un poco, la vía de acceder a él; eso me permitió poder ir a otras cosas y a la vez poder estar con él. Todo esto hay que entenderlo como es, como un proceso de realización metafísica, al cual mi imaginación nunca podría llegar por sí sóla, por eso este empeño en plasmarlo en palabra.
A continuación se me recolocó al mismo nivel Sri Ranjit Maharaj, lo mismo, la posibilidad de estar ahí cuando voy a otras cosas, el mismo mecanismo metafísico, una realización de su objeto.
A continuación se me reordenó por así decir el tema de la neuroemoción, que como ciencia, me era imprescindible para ubicarme a mí, al si mismo que escribe, pero que en cambio, la colocaba en un orden de referencia inferior al de la metafísica de René Guénon y de Sri Ranjit Maharaj, y no me cuadraba, a este mí que escribe, eso no le cuadraba, porque para él, la bioneuroemoción era mucho más importante, con la neuroemoción, con esa ciencia, resolvía,

Anónimo dijo...

problemas, salud, conflictos, y a la vez, he aquí el conflicto en estado puro, estaba siendo conocedora de la supremacía absoluta del orden metafísico, del orden jerárquico natural, y yo misma no me estaba ubicando al no aceptarme como soy y dejándome sin contenido vital a lo largo de toda esta vida.
Y ya por fin, entro en este Blog, ante una foto, ante un escrito, y cuando veo una forma de empezarle a hacer un comentario, con el referido tema del icono y del movil, se ensambla todo ello, y la papelera es el lugar infinito de la metafísica, oscuro en apariencia, desechado en apariencia, perdido en apariencia, porque la papelera estaba ahí, y yo no la veía, solo hacía su aparición cuando vibraba la pantalla al pulsar el icono, pero como antes de pulsarlo no estaba, y como al pulsarlo aparecía en el lugar que antes ocupaba otro icono, no se me ocurría mirar ahí cuando lo buscaba y creía que sólo aparecería en el espacio libre de iconos, me explico?.
Igualito con la metafísica, dependiendo del nivel que tengo en el momento de conectarme a ella, (equivalente de pulsar lo suficiente el icono), aparecerá o no, la imagen (la papelera) del icono que la representa y que me permite entrar en ella.
Saludos veraniegos

Anónimo dijo...

Y concluyo, como la metafísica es inamovible, eso es precisamente lo que la aparta de mí, y a la vez, lo que la convierte en el referente de todo lo mío,y como con esto queda definida la posibilidad metafísica que hoy se me ha abierto, !tan sensillo¡ lo que antes y mucho más que antes no existía para mí
Ana C.

Anónimo dijo...

Aclaro un desmentido:
Enric Corbera, hablé de su ciencia, de logros. No pongo en duda los fenómenos curativos que consiga, porque los fenómenos entran en el dominio exclusivo de la manifestación. Es a su ciencia, pseudociencia más bien, una vez que he constatado sus orígenes, comunes al psicoanálisis y lo que ello implica de satánico y antitradicional.
Nota: La palabra tradición nunca hace alusión a la costumbre. Designan cosas diferentes, en cuanto al objeto y al sujeto de lo que la palabra porta en su etimología y en su origen. El uso de la palabra lo ha deformado, de forma que cuando haya que hablar de lo que realmente es, habrá que hacer primero un inciso sobre esta cuestión.
A Calvo