miércoles, junio 25, 2014

Semana Santa en Altura


Para los nostálgicos de la Semana Santa, Carolina nos narra como fue la última convivencia en Altura.


Pequeña crónica de Semana Santa 2014 en Altura


Los que ya conocemos “FLOR” en Altura, repetimos. Repetimos porque son anfitriones con “cariñito familiar” como hemos acuñado nuestros grupos. Porque van siendo unos expertos en convivir, y la convivencia es la medida de lo que somos capaces de autoconocimiento, “la prueba del algodón” como dijo Peter con tono pícaro. Porque siguen fieles a seguir haciendo convivencias ( no tanto a acudir a otras...) Porque hay una familia ya constituida por Daniel y Li Yin, Mateo, Marcos, Juan y Mª José, muy dispuestos a llevar las riendas de la organización, la gestión....
Desde mi experiencia al llegar a Altura,Daniel vino a recogerme a la estación puntualmente, y por el camino hizo un recado para la cena de todos. Me instaló en la Masía, mientras Li Yin con Pilar, Manuela, Esperanza, Manel.... se ocuparon de la mesa, de la cocina.... Al día siguiente Daniel a punto para el fresq/calorc y calentamiento, la charla, ir a recojer la comida del catering.... “todos a una” funcionan estupendamente. Ésto es una imagen de lo cotidiano, puesto en común comunión. ¡Como debe ser!
Las charlas y el taichi en la arboleda, con buen tiempo y auténtico deseo de unir tao/crist unido a nuestras experiencia personales.



Además el jueves asistimos al oficio a la Catedral los asistentes que ya habíamos llegado, también el domingo de Resurrección, como una gran familia, comida en un chino, invitados por los “melocotoneros” (los que aún no nos habíamos ido), de maravilla, celebrando “a la catalana” con infinidad de cocas de Pascua que trajeron Tessa y Carlos(mando fotos)
Lo mejor, lo dejo para el final, aunque ya lo ha contado Guillermo desde el corazón. Aún así añado que la celebración del viernes con el encendido del fuego con gran chaparrón, que parecía de agua bendita, como todo el ritual que fue emergiendo con la buena voluntad de todos los asistentes incluyendo los niños, como si lo hubiéramos ensayado... Había interés para escuchar las lecturas a la escasa luz de linterna y velas. Para mí el Espíritu Santo estaba con nosotros... El silencio, el respeto la quietud, la colaboración sin competición me daba la certeza.Y Peter sonreía ¡estoy segura!
El sábado, las lecturas desde el Génesis podrían haber aburrido a los niños... pues no! estaban con todos, y disfrutamos como si todo fuera nuevo, excepcional. Presente.¡ Como debe ser!
Por cierto, el vino que han elaborado de las viñas de “FLOR” nos dio una “borrachería voluntaria” muy peculiar; verdad y sinceridad dieron paso a la comunicación con alegría  y el cariñito,  en la trasnochada (Ya contaré en otro momento)
Envío también foto con Juan que me hice de recuerdo por su próxima comunión el 25 de Mayo. Juan ya sabe hacer un comentario del evangelio escuchado en la Misa, al requerimiento de su padrino Carlos Celma. Se prepara a conciencia para la comunión(ya celebrada a la lectura de ésta)

Otros temas los contaré mas extensamente en la crónica que enviaré para el boletín de la “Fundación TZCPY”


Carolina Reblet
Zaragoza

4 comentarios:

hilda dijo...

Carolina, me ha encantado tu comentario
Como no pude ir lo he vivido gracias a tu relato
Un abrazo

Anónimo dijo...

"Siendo todo nuevo,
nada es nuevo,
es refrescar el lienzo,
es puchero que hirvió
y que ahora está hirviendo”.

La razón es muy sencilla: Dios sigue siendo el mismo; sus Mandamientos siguen siendo los mismos; la constitución humana, (cuerpo-alma), (tiempo-Eternidad) sigue siendo la misma, y los Evangelios siguen siendo los mismos.

AnaGarcía de Cuenca

Anónimo dijo...

El eje, la integralidad, el talismán, es lo que se comparte, precisamente ,porque no tiene dueño, ha de traspasarse la individualidad humana para reconocerlo (el autoconocimiento).
¿Puede haber algo más universal que la vida misma, que se pueda compartir?, por supuesto (yo me pregunto, yo me respondo enfocando ahí).
De alguna manera todos miramos al mismo sitio y nos gusta compartir lo que "vemos".
Por eso, aunque a temporadas pasemos por el infierno, cuando salimos, no podemos hacer otra cosa que dar las gracias y alabanzas, porque todo es Uno, y es parte de la propia naturaleza, el saberlo, eso es compartir, convivir, coexistir en Uno. De ello depende el día a día, no puede haber un día completo si Dios no acude en algún momento a hacer compañía, y ahí es dónde se fraguan los pormenores, pertenece a la intimidad, ahí es dónde hay que llegar y saber tocar, y ese es arte, don, que en el tránsito individual, la compañía de las personas santas lo favorece.
También puede ocurrir que esa ayuda llegua por otro camino. Los caminos de Dios son inexcrutables.
De todas formas, y por eso , alardear de gozo se admite, pero de proselitismo, no.
por eso, aunque todo puede resultar maravilloso, hay que depurar, más y más, para que el encanto, que lo hay, no lo dudo, no se vea mermado.
Pero, sólo es mi opinión personal
Ana

Anónimo dijo...

Queria saber que cursos hay programados para despues de la Pilarica, atentamente Pedro Mari