Edurne visita a Peter

Como indica el título de esta entrada, Edurne nos relata su visita a Peter junto a Pilar Gil...

Hola a todos. Este año teníamos previsto hacer una convivencia en nuestra casa de Altura, en paraje San Juan, pero al no haber un mínimo de personas, dimos un cambio de rumbo,  Pilar Gil y servidora nos fuimos a Barcelona para visitar a Peter. Nos alojamos en un convento próximo a la residencia Mas d’Angli. Por la mañana fuimos a Misa con la comunidad de benedictinas y luego a visitar a Peter. Para nuestra alegría ya estaban con él en la habitación Pilar de Santander, Txema y Roger. Roger nos comentó que Peter estaba pasando unos días buenísimos, que estaban sorprendidos. Luego nos fuimos a la tercera planta, donde hay un espacio estupendo para reuniones. Con buen tiempo se puede sacar mucho partido a una terraza estupenda. Peter estaba feliz de ver un grupito de amigos a su alrededor, es lo que más remarcó, qué contento estaba de vez un grupito de personas, con caras sonrientes. Remachó el consejo de que permanezcamos unidos y bien avenidos. He recogido frases sueltas

“Pónganse de acuerdo. Ojala seamos una familia. ¿Por qué han venido? Me pregunto “Cómo todavía un grupo de gente viene a verme? ¿Qué diferencia entre Providencia y decisión? ¿Qué sentirían ustedes si estuviesen en mi lugar? En algún momento dejó caer que le resulta dificil el trato que le dan. Ya sabemos que le cuidan muy bien profesionalmente, pero cariñito familiar es más allá. A mi en particular me amonestó “Usted dice que si, pero es que no”, una bonita frase, preguntó por qué ibamos allí y yo le contesté que a su lado se siente alegría. Me pilló rapidamente porque se dio cuenta que fuera la cosa es de otra manera. Siguió hablando Cada día noto cosas. Ojala seamos capaces de convivir. Hay que distinguir entre realista o mentalista. Dios a favor de los realistas. Estoy muy contento ¿cómo se demuestra? repitiendo. Ecribir sobre realización y racionalización.

Qué diferencia entre cristiano y no cristiano? cabeza degollada. Los hombres no saben convivir o no quieren. ¿Cómo pueden vivir los animales sin pensar?

Llegó la hora de comer y bajamos todos juntos al comedor de abajo, que es más amplio y alegre. y tras despedidas Pilar de Madrid y yo nos quedamos a comer. Me sentí feliz  de poder acompañar a Peter de esa manera. Al acabar fuimos por un andador y Peter nos llevó al gimnasio y allí seguimos la tertulia. Cuando se sintió cansado nos fuimos a la habitación y le dejamos echar la siesta. Por la tarde vinieron Gemma y Montse, estuvimos de nuevo visitándole, aunque como a la mañana se esforzó mucho en hablar a la tarde estaba más callado. A su hora nos despedimos y nos fuimos a seguir la tertulia al Fornet, que tiene cosas muy ricas, aunque al sentarnos cerca de la puerta, estuvimos demasiado ventiladas. Roger me dejó una cajita para llevar la comunión a Peter. Ese día cenamos en el convento y Catalina, la monja que lleva la hospedería, se encargó de hablar con la sacristana para poder llevarle la Comunión a Peter.

A la mañana siguiente tras la misa con la Comunidad fuimos a la residencia. Peter estaba en el comedor de arriba, se había tomado un zumo de naranja y permanecía con los ojos cerrados. Nos quedamos a la espera y al final lo despertamos, nos dijo “Dormir es morir” Nos fuimos otra vez a la tercera planta y nos llevamos la sorpresa de la visita de Txema y Pilar.¿Es necesario pensar o no? ¿Para qué pensar? Estoy contento de nuestro grupo. Muy importante estar seguro de si mismo. Estoy muy contento, no existe el mal. A la hora de comer vino Gemma, cantamos entre todos  “Oh mi Señor te quiero dar gracias por toda tu bondad, y tras las despedidas Gemma y servidora nos quedamos a comer con Peter. Antes de acabar una auxiliar nos pidió que llevásemos directamente a Peter a la habitación (¿por eso nos escondimos el día anterior en la sala de rehabilitación?). Peter hizo un gesto con las manos como de llevar un volante y nos pidió el andador y luego nos dijo, vamos a casa, a la 116. Le acompañamos a su habitación y se despidió dándonos las gracias, y yo me fui con una sensación agridulce. Yendo en el tren de cercanías a la plaza de Cataluña recibí el mensaje de una compañera de trabajo que estaba en la boda de su hijo. Escribió: no he llorado pero se me ha escapado una lágrima.

Edurne