martes, octubre 30, 2012

Capítulo LXVIII - Reunión del Cenáculo-Gnosis

En esta ocasión, Jordi Vidal nos da sus impresiones sobre lá reunión del Cenáculo-Gnosis del mes de octubre. Como siempre, esperamos que sea de vuestro agrado

Dibujo de Isabel Moreno

Inicialmente habla de un general, es decir un hombre preparado para la guerra, la violencia forma parte de su vida, por los motivos que sean él ha llegado a general, y nos dice en este capítulo que no debe ser violento.


Por otra habla del guerrero o soldado, que es el que se vera obligado a utilizar la violencia ante el enemigo y recomienda no ponerse nervioso, que se utilice la serenidad antes que la ansiedad.

Mirando con la perspectiva, es decir, con tiempo ante el desenlace fatal, nos dice que hay que buscar el camino del no enfrentamiento y el camino de la humildad para convencer.

La virtud (DE), es hacer lo contrario, delante de la violencia y la provocación es la no violencia y la humildad.

Conseguir esto es acercarse al Cielo

También veo que en cualquier exceso general, comer, beber, pensar, ver la tele,… hay que frenar, hay que retroceder,... y en el caso de un nuevo camino, etapa, aventura,... hay que ir con la humildad por delante y no vale, el yo ya se, tú no me tienes que decir nada,...o sea prudencia ante orgullo.





Jesús expulsa del Templo a los mercaderes.



Sn. Jn. II, 13-22



Se acercaba la Pascua de los judíos. Jesús subió a Jerusalén, y halló en el templo vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y cambistas sentados. Hizo un azote de cuerdas, y los echó a todos del Templo con las ovejas y los bueyes, tiró las monedas de los cambistas y volcó las mesas. Y dijo a los vendedores de palomas: “Quitad esto de aquí: no hagáis de la casa de mi Padre un mercado”. Sus discípulos se acordaron que está escrito: “El celo de tu casa me devora”.

Entonces los judíos le dijeron: “¿Que señal nos das para obrar así?” Jesús les respondió: “Destruid éste templo y en tres días lo levantaré”. Los judíos le replicaron: Se edificó el templo en cuarenta y seis años, ¿Y tú lo levantarás en tres días?” Más Él hablaba del Templo de su cuerpo.

Por eso, cuando resucitó de entre los muertos, se acordaron sus discípulos que ya lo había dicho, y creyeron en la Escritura y en la palabra de Jesús.





• El único acto de violencia que el Evangelio presenta en el comportamiento de Jesús sucede en defensa de la dignidad del Templo de Dios.

• Actúa como Mesías, como enviado de Dios, con toda autoridad.

• La Pascua era y es la gran fiesta de los judíos, que les recuerda la noche en que pasaron de la esclavitud a la libertad en Egipto.

Todos visitaban el Templo y ofrecían sacrificios aún los judíos que vivían en el extranjero procuraban llegar al Templo de Jerusalén.



• ¿Por qué se disgustó Jesús? Porque era un escandaloso negocio. Lo que pasaba era que cuando alguien iba a ofrecer un sacrificio Anás Y Caifás y otros sacerdotes exigían que los animales fueran sin mancha alguna, y tenían personal que inspeccionaba que así fuera y cuando los animales no habían sido comprados en el Templo encontraban pretexto para regresarlos y así podían vender sus animales a precios muy elevados.

Eso sin contar con que el Templo es y debe ser un lugar de recogimiento y oración y se había convertido en un lugar ruidoso con los bramidos de los animales y los gritos de los cambistas quienes también se aprovechaban de los extranjeros comprándoles a muy bajo precio sus monedas para negociarlas después.

Jesús se enojó y mucho porque estaban desacralizando la casa de Dios. Cada sitio merece respeto con mayor razón lo que es sagrado.



• Es curioso observar como mientras azota las cuerdas para alejar a los arrieros, a los bueyes y a las ovejas y voltea las mesas de los cambistas, a los que tenían palomas en sus jaulas solamente les pide que las alejen de allí y no emplea violencia porque los pobres animales no podían moverse solos y los hubiera lastimado al voltear las jaulas. Jesús siempre ha sido compasivo y considerado en grado extremo.



• La actitud de Jesús no fue en vano nos enseña ha respetar la Casa de su Padre.

• El celo de tu casa me devora. Los discípulos recordaron esa frase del Salmo 68 que habla del Mesías.

• ¿Qué señal nos das para obrar así? Habían venido muchos falsos Mesías que habían hecho que el pueblo concibiera esperanzas que resultaron falsas. Por eso piden una señal milagrosa que lo acredite como Hijo de Dios.

• Destruid este Templo y en tres días lo levantaré. Jesús sabía que el templo de Jerusalén sería destruido en el año 70 por el general romano Tito pero en esta ocasión hablaba del templo de su cuerpo. Ningún otro templo ha sido destruido tan sistemáticamente como el templo más sagrado que ha existido, el cuerpo de Jesús en su Pasión. La Cúpula, la Cabeza fue destrozada por la corona de espinas y los bofetones. El Atrio, los pies desechos por los clavos igual que las Naves, sus manos.

Las Paredes, su piel destrozada por los golpes y los latigazos. El Altar, su Corazón, atravesado por la lanza. Pero todo ese Templo, el más sagrado del mundo fue reedificado maravillosamente al tercer día, al resucitar Jesús.

• San Pablo también nos aclara que se debe honrar no solo la Casa de Dios cuando dice: “No saben acaso que ustedes son el Templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes Quien destruye el templo de Dios, será destruido por Dios, porque el Templo de Dios es Santo y ustedes son ese Templo.

• Por eso: Respeto y veneración a la casa de Dios en primerísimo lugar, pero también quien maltrata a una persona o la humilla, la calumnia o la desprecia, quien le quita la vida a un ser humano ya sea adulto o en el vientre de su madre, quien le roba la inocencia a un niño, el que viola o en alguna forma atenta contra otro ser humano comete un verdadero sacrilegio porque todos somos templos vivos del Espíritu Santo y recordemos que el única momento de violencia de Jesús que consigna el Evangelio fue cuando no se respetó ni se honró el templo y cada persona que se cruza en nuestro camino es un templo vivo.

http://genesis.uag.mx/edmedia/evangelios/Jesus_expulsa_del_Templo_a_los_mercaderes.htm



Lectura S. Jaime 4,1-3



¿De donde vienen las guerras y las peleas entre vosotros? ¿No vienen precisamente de vuestras pasiones, que combaten en los vuestros miembros? ¿Deseáis y no poseéis? Entonces matáis. ¿Envidiáis y no podéis conseguir? Entonces combatís y hacéis guerra. No poseéis porque no pedís. Pedís y no recibís, porque pedís mal con la intención de malgastarlo en vuestros placeres.

Hay en este salmo tres elementos fundamentales: un análisis profundo de sus desgracias; un refugiarse incesante, pero alternadamente, en Dios; y las infaltables imprecaciones.

El salmista es un individuo injustamente acusado; está, además, seriamente enfermo, y, para colmo, una cadena de aflicciones de todo color lo aprieta y asfixia. Es la suya una situación desesperante de la que hace una poderosa descripción, lanzando, de entrada, un grito desgarrador: «Sálvame, Dios mío.» Las aguas me llegan al cuello; el río está creciendo y la corriente me arrastra al centro del torbellino; estoy hundiéndome en el barro profundo y no sé dónde apoyar el pie. Tengo rota la garganta de tanto gritar y mis ojos están ya nublados de tanto esperar (vv. 2-4).

La descripción continúa con pinceladas poderosas a lo largo de todos los versículos, alternando con momentos de súplica, llenos de confianza.

Los que me odian sin razón ni motivo son más numerosos que los cabellos de mi cabeza y sus ataques son más duros que mis huesos (v. 5). Mis hermanos me miran como a un extraño, soy como un extranjero en la casa de mi madre. Y todo esto sucede porque el celo de tu Casa me quema como un fuego devorador, y las afrentas que los impíos lanzan contra Ti han caído sobre mí como cuchillos afilados. Cuando, en tu honor, me entrego al ayuno, la sonrisa burlona asoma en seguida a sus caras, y cuando me ven rezar, se sientan a la puerta para dedicarme coplas mordaces mientras no paran de tomar vino (vv. 9-13).

* * * * *

A continuación, a lo largo de 24 versículos, se eleva, ardiente, la súplica del salmista, salpicada de vehementes anatemas contra sus enemigos. La apelación es múltiple, insistente, casi abrumadora, con variadísimos motivos y formas literarias: imploro tu bondad, tu favor, tu fidelidad; sácame de este barro, por favor que no me hunda, líbrame de las aguas profundas, que no me arrastre la corriente, que no me trague el torbellino. Acércate a mí, respóndeme en seguida, rescátame, necesito consolación pero nadie me la proporciona (vv. 14-22).

En los ocho últimos versículos la esperanza levanta, ¡por fin!, la cabeza; el alma, hasta ahora en tinieblas, del salmista comienza a amanecer, y la alegría, como una primavera, cubre de sonrisas sus grutas y praderas. Y, en una reacción final, el salmista, olvidándose de sí, entrega palabras de aliento a los pobres y humildes; y aterriza el salmo con una cosmovisión alentadora de salvación universal.

A pesar de su longitud, el salmo 68 puede proporcionar mucha consolación a las personas envueltas en la tribulación.

SALMOS PARA LA VIDA

Publicaciones Claretianas

Madrid-1986. Págs. 158 s.

http://mercaba.org/DIESDOMINI/T-O/15C/sal-comentario.htm


Jordi Vidal

7 comentarios:

Anónimo dijo...

CRISTO
VINISTE A GLORIFICAR LAS
LÁGRIMAS NO A ENJUAGARLAS...
VINISTE A ABRIR LAS HERIDAS
NO A CERRARLAS.
VINISTE A ENCENDER LAS
HOGUERAS NO A APAGARLAS...
VINISTE A DECIR:
!QUE CORRA EL LLANTO.
LA SANGRE
Y EL FUEGO...
COMO EL AGUA¡

LEÓN FELIPE

Anónimo dijo...

LO IMPORTANTE

Un escriba se acerca a Jesús. No viene a tenderle una trampa. Tampoco a discutir con él. Su vida está fundamentada en leyes y normas que le indican cómo comportarse en cada momento. Sin embargo, en su corazón se ha despertado una pregunta: "¿Qué mandamiento es el primero de todos?" ¿Qué es lo más importante para acertar en la vida?
Jesús entiende muy bien lo que siente aquel hombre. Cuando en la religión se van acumulando normas y preceptos, costumbres y ritos, es fácil vivir dispersos, sin saber exactamente qué es lo fundamental para orientar la vida de manera sana. Algo de esto ocurría en ciertos sectores del judaísmo.
Jesús no le cita los mandamientos de Moisés. Sencillamente, le recuerda la oración que esa misma mañana han pronunciado los dos al salir el sol, siguiendo la costumbre judía: "Escucha, Israel, el Señor nuestro Dios es el único Señor: amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón".
El escriba está pensando en un Dios que tiene poder de mandar. Jesús le coloca ante un Dios cuya voz hemos de escuchar. Lo importante no es conocer preceptos y cumplirlos. Lo decisivo es detenernos a escuchar a ese Dios que nos habla sin pronunciar palabras humanas.
Cuando escuchamos al verdadero Dios, se despierta en nosotros una atracción hacia el amor. No es propiamente una orden. Es lo que brota en nosotros al abrirnos al Misterio último de la vida: "Amarás". En esta experiencia, no hay intermediarios religiosos, no hay teólogos ni moralistas. No necesitamos que nadie nos lo diga desde fuera. Sabemos que lo importante es amar.
Este amor a Dios no es un sentimiento ni una emoción. Amar al que es la fuente y el origen de la vida es vivir amando la vida, la creación, las cosas y, sobre todo, a las personas. Jesús habla de amar "con todo el corazón, con toda el alma, con todo el ser". Sin mediocridad ni cálculos interesados. De manera generosa y confiada.
Jesús añade, todavía, algo que el escriba no ha preguntado. Este amor a Dios es inseparable del amor al prójimo. Sólo se puede amar a Dios amando al hermano. De lo contrario, el amor a Dios es mentira. ¿Cómo vamos a amar al Padre sin amar a sus hijos e hijas?
No siempre cuidamos los cristianos esta síntesis de Jesús. Con frecuencia, tendemos a confundir el amor a Dios con las prácticas religiosas y el fervor, ignorando el amor práctico y solidario a quienes viven excluidos por la sociedad y olvidados por la religión. Pero, ¿qué hay de verdad en nuestro amor a Dios si vivimos de espaldas a los que sufren?
José Antonio Pagola

Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS
Difunde el amor a Dios y al prójimo. Pásalo. 4 de noviembre de 2012
31 Tiempo ordinario (B)
Marcos 12, 28-34

Pandora dijo...

Peter siempre nos dijo que la violencia viene de la MENTE, quizá por eso a él se le ve contento y desenfadao, porque su mente está entretenida en darle vueltas y más vueltas a un mundo pacífico que va construyendo y que tenemos la suerte de compartirlo.

Esa paz que nos muestra Peter creo que es la que le da fuerza vital para superar la enfermedad y ponerse de nuevo al sevicio en la convivencia de Segovia, todo un ejemplo.
Me emociona este hombre, es un portento.

Isabel

Anónimo dijo...

pregunta: El alma es sólo una
pequeña partícula,
mientras que la creación es vastísima.
¿Cómo podemos imaginarla?
respuesta: La partícula habla de
la vasta creación;
¿dónde está la contradicción?

Anónimo dijo...

Reconozco que algo hay, y causa habrá.

En los últimos textos (aquí no quiero confundir, es una referencia aparte del blog, pero que para mí tiene una relación)aparece con frecuencia la mención a la "forma", como atributo del concepto Dios y como forma de reconocer la creación. Evidentemente sin atributos nada es autoevidente. Un reconocimiento de los atributos total y completo es la característica de Dios, de ahí la Bhatki (es un concepto hindú no exactamente transliterado por devoción, adoración) y la autorrendición ante lo que se evidencia como absoluto, no en una forma concreta, sino precisamente en la ausencia de una forma concreta, porque la evidencia de la asunción de toda forma posible, no permite la parcialidad , esto son los estados del bhakta (el que tiene bhakti) que menciona Shri Ramakrishna, e igualmente menciona la via del jñana (me cuesta traducirlo o emplear cualquier palabra conocida para ello) y lo dificil y dura que es y que según sea la persona le va uno u otro por su propia coyuntura, y que se dice que al final de su vida llegó a esa realidad jñana. Un jñani y un bhakti adoran, es su trabajo y su vida, adoran bondades en su vida cotidiana, adoran las que más les cuesta conseguir y por ende son las que más valoran, porque lo que ya se tiene nada es ni representa, sino todo lo contrario, y la bhakti es esa combustión que no quema ni calienta pero sin la cual el cuerpo no funciona, es un cadaver, es el motor y también es el combustible. Mantener el motor en buen estado es algo personal, pero la asunción de todo lo evidente no depende del motor, no depende de lo que se entiende por una voluntad, no depende de algo con relación de reciprocidad, pues esta no se da dentro de la evidencia, porque nos estaríamos autolimitando contínuamente, al contrario, es cuando no nos autolimitamos cuando se da Eso. Con toda la buena voluntad uno mismo llegará a ver "claros", pero no la claridad total porque le cegará. En ese proceso llevará su claridad adelante allá por donde va. Aún así, aún sea merecedor de la más alta estima imaginable, un día puede venir que se de cuenta que todo eso que labró durante toda la vida, nada es ni nada representa, esa es la mayor grandeza a alcanzar y a poder transmitir a los demás.
Ese poema de León Felipe fué la felicitación de Navidad que me envió una persona que tenía ese tipo de grandeza, fué en el año 74/75, y que nos dejó cuando yo sin saberlo estaba redactando ese comentario en el que copié esos versos de la tarjeta de Navidad hecha por él, que guardaba plastificada para que el paso del tiempo pudiera conservarla, sabiendo sin saber su verdadero valor.
Ana

Anónimo dijo...

Y qué fácil es para el que violenta ver violencia en lo sublime incluso ¡¡

maribel dijo...

Hgy, 2 de Noviembre, es el " DIA DE LOS DIFUNTOS" y... juntos oramos con nuestros antepasados.
No tener miedo a irnos de este planeta da paz.
San Francisco de Asís cantaba: «Alabado seas, mi Señor, por nuestra hermana, la muerte corporal».

Un abrazo para todos y...PAZ-FELICIDAD