miércoles, junio 13, 2012

Tiempo Presente

Esta semana presento este poema que escribí para el taller de literatura al que asisto cada 15 días en la ONCE.




TIEMPO PRESENTE (Poema)



El pasado vive mucho en el ahora,

vive también en el futuro.

Soy hija del ayer,

soy hija de inviernos, de otoños, de veranos y primaveras,

soy hija de una infancia que creció acelerada,

soy hija de mis circunstancias, de mi entorno,

soy hija de mi cultura y de mi historia.

Soy hija de todos los pueblos.

El presente depende del pasado,

de los malos tragos, y

de las cosas buenas.

No hay efecto sin causa,

todo influye en el universo.

No hay casualidad, si causalidad.



El futuro igualmente vive, aunque no está.

El futuro es incierto y no existe,

los miedos son hijos del futuro.



El presente es efímero,

está aquí y ya no está,

pero… es lo único que tenemos,.

Solo en un instante se vive realmente,

solo aquí y ahora se ama,

solo aquí y ahora se vive,

solo aquí y ahora se vibra, se respira…



El aquí y ahora me lleva al fondo de mi ser.

Vivir el presente es vivir la eternidad.



Maribel Abril 2012



6 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡Enhorabuena, Maribel!!
Muy lindo poema. Ya me gustaría a mí saber expresarlo en tan poquitas palabras y no en los rollos con que me colmo.
Un fuerte abrazo

Anónimo dijo...

¡Hola família! Ya llegamos al final de curso, la semana que viene aún recibiréis Pautas, serán las últimas de este curso.
Hoy el evangelio nos habla de dos parábolas sobre la semilla, con ellas Jesús nos quiere trasmitir la paciencia de la espera hasta que la semilla de fruto.
Practiquemos la paciencia en nuestras relaciones, para que den el fruto de la paz.
Un abrazo.

Francisca

Anónimo dijo...

DOMINGO XI
17 de Junio 2012

3ª LECTURA: Mc 4, 26-34
En aquel tiempo Jesús decía a la gente: «El Reino de Dios es como un hombre que echa el grano en la tierra; duerma o se levante, de noche o de día, el grano brota y crece, sin que él sepa cómo. La tierra da el fruto por sí misma; primero hierba, luego espiga, después trigo abundante en la espiga. Y cuando el fruto lo admite, en seguida se le mete la hoz, porque ha llegado la siega.» Decía también: ¿Con qué compraría el Reino, es como un grano de mostaza que, cuando se siembra en la tierra, es más pequeña que cualquier semilla que se siembra en la tierra; pero una vez sembrada, crece y se hace mayor que todas las hortalizas y echa ramas tan grandes que las aves del cielo anidan a su sombra. Y les anunciaba la Palabra con muchas parábolas como éstas, según podían entenderle; no les hablaba sin parábolas; pero a sus propios discípulos se lo explicaba todo en privado.

COMENTARIO: ¿Qué dice la Lectura? Hoy reanudamos el tiempo ordinario, y se proclaman dos parábolas sobre la naturaleza del Reino de Dios: la semilla que crece sola y el grano de mostaza. Lo mismo que la semilla sembrada y que el grano de mostaza, el reino llegará a plenitud, a pesar de su lentitud inicial. ¿Qué nos quieren decir a nosotros? La de la semilla que crece por si sola acentúa la gratuidad del Reino, y la del grano de mostaza el crecimiento del mismo. La semilla que es la Palabra, va creciendo por si sola, debido a su fuerza interna, está actuando ya desde sus comienzos insignificantes y operando un crecimiento lento, pero imparable. Su callada eficacia está asegurada porque en ella está Dios y su táctica es la paciencia que se necesita para que lo sembrado de su fruto. Esto lo saben muy bien los agricultores…
¿Qué me dice a mí la Lectura? Nos dice que en las dos parábolas se juega la “siembra, el tiempo, y la cosecha” pero que en todo hay un optimismo y esperanza en que, a pesar de lo pequeño de la semilla, la cosecha es grande y nadie puede detenerla, ya que es obra de Dios. La verdad y el amor como semillas de Dios, actúan con lentitud pero con eficacia. Con más lentitud y a la larga con más eficacia que la mentira y el odio que son como relámpagos rápidos de falsa luz. Jesús nos llama a sembrar la bondad, la paciencia, la alegría, el consuelo…Cada día con Él, podemos sembrar el bien a nuestro alrededor y aunque de repente no veamos los frutos, el día a día nos hace santos. Esta lectura tiene mucha miga, calando fondo nuestra manera de actuar ya que según lo que sembremos, recogeremos, si sembramos la maldad y la mentira, ya sabemos lo que cosecharemos, en cambio si sembramos el bien cosecharemos felicidad. ¿Por cuál semilla nos decidimos?
¿Qué le digo yo a Él? Gracias Señor, porque has inaugurado tu Reino de amor entre nosotros, y lo has inaugurado con medios muy pobres, así nos muestras que la fuerza interior del Reino sólo necesita servidores pobres, humildes e incondicionales. Gracias por la semilla de tu Palabra, que no tengamos miedo de enterrar nuestro egoísmo en el surco de la cruz, para que salga en nuestra convivencia el fruto del amor, tan deseado por todos. No permitas que nos cerremos a tu gracia, ni que por cobardía ocultemos la fe.

Anónimo dijo...

Hay fuerza acumulada ahí dónde se mantiene la constancia, el trabajo y la necesidad de estar con Dios. Que ese remanso sirva de colina o altozano para quien está caminando y desea descansar y rencontrar su propia guía. Que mantenga erguidas las murallas de su fé y que el lapso de tiempo infinito que el corazón custodia mantenga viva la llama de la bondad divina.
Buen verano
Ana

maribel dijo...

Muy amable Andrés, pero... ya se que no puedo comparame contigo. Escribes muy bien y mucho.

El viernes en el grupo Cénaculo-gnosis, Joaquín te nombró. Presentamos el capitulo LXX y dijo: " Guerrero ha escruto que Peter es el cap, del Tao que más nombra" y luego nos aclaró que eras tú.

Un abrazo para todos
Maribel

Anónimo dijo...

Al estar el Si mismo más allá de la ignorancia (y también del conocimiento), puede parecer a priori que el pensamiento encaminado a contrarrestar esa ignorancia, consciente, "conocida", sea el vehículo que lleve hasta Él, y es así pero, no es del todo así, Leía sobre esto y el pensamiento correcto, y es así, y creo en ello, y lo afirmo hasta donde puedo. Solo que hay algo que debe desconectarse, al final, para que la cosa resulte, y esa desconexión ha de ser la de tener que verse el Si mismo a si mismo a través del pensamiento; sencillamente, si nó no cuadran las cosas.
El Si mismo necesita al pensamiento para reconocerle, para llegar hasta Él, mas no para "saberle", ello significa que a quien sigue el pensamiento y quien lo dirige es el Si mismo. Creo que esto puede ser entendido logicamente. Es el maestro quien convierte a esto tan simple en un hecho trascendente porque lo dota de la impecabilidad, de la perfección en su mensaje, en su didactica, en su aquí y ahora personal, y añadiría, que su función y su lealtad le suministran el poder que necesita.
Un pequeño fallo que se pase por alto, no autoreconocido y todo se puede desmontar como un castillo de naipes. Por eso Shri Ramakrshina decía que todo lo bueno y también todo lo malo es Tuyo, Te pertenece (de Dios), yo tengo ya, que no es poco, con saberTe, y por eso también Siddharameshwar decía, no os fieis de lo que veis como hago, como tengo que vivir, eso puede equivocar en la interpretación personal, lo que nunca absolutamente nunca va a fallar es esto que os digo.
Es la transmisión por la palabra y como se transmite.
No importa que sea el Tao, el Sí mismo o Lo que sea mencionado como Ideal supremo. Hay una constante que es "desapego", es lo que obra milagros y es lo único que en caso de tener que librar batalla, da la fuerza, desarma al enemigo, aunque y sobre todo, el enemigo tenga que ser uno mismo.
Ana