jueves, julio 28, 2011

Convivencia de Montesclaros 2011



Hoy tenemos los escritos de América Romero, Pilar Moradillo y Marisa que nos dan sus impresiones sobre la convivencia de Montesclaros de este año.
Aprovecho para desearos un feliz verano. Que descanséis y nos volveremos a comunicar en septiembre.
Un abrazo para todos.
Maribel






Muy querida MARIBEL:


He estado en Montesclaros y para mi ha sido una gozada de disfrutar de un clima tan suave y benigno, muy diferente al mio. Peter lo he encontrado bastante bien aunque un poquito más limitado, el ultimo día me insistió mucho en que hablara con los Dominicos para montar -según Él- un camping durante 100 días ¡casi ná¡. También nos ha exhortado a vivir unidos con un mismo corazón y un mismo espíritu, para mi corto entender, le urge que salga un proyecto adelante si bien nos capta separados.
He celebrado allí mi Licenciatura en Teología, algo maravilloso para mi, me hacia gran ilusión, después vendrá la Tesis Doctoral que me tomare su tiempo necesario para disfrutarla.
Adjunto te remito un comunicado que he escrito en nombre de Pilar Moradillo y que se lo he dado al Prior para que lo incluya en el "Boletín de Montesclaros", el cual sale trimestralmente y me han dicho que lo pondrán. Tu como dueña de tu wed, si lo considerás oportuno también puedes hacer una referencia a dicha convivencia.
Os deseo a los dos un ¡ feliz descanso estival ¡, viviendo el dia a dia con mucho cariñito.
Hasta pronto, besos, América


Convivencia de Montesclaros. Grupo de Tai Chi Zen Cristiano
Santander, julio 2011

Entre los días 1 al 10 de julio, el grupo de Tai Chi Zen Cristiano hemos convivido y compartido experiencias en el Santuario de Montesclaros, con el auxilio espiritual del sacerdote católico Peter Yang (China, 1920).
Nuestro deseo ha sido convivir-vivir como lo haría la Sagrada Familia en Nazaret: Jesús, María y José conviven con un solo corazón y un mismo espíritu. La familia es el lugar privilegiado donde nacemos, se nos nutre, cría, educa, enseña, se nos abraza y orienta para la vida. Jesús nace en la familia formada por José y María, ambos con cuidado amoroso y, celoso esmero, hacen crecer al niño Jesús envuelto en cariñito familiar. Esta familia judía, al igual que la nuestra, tuvo que experimentar adversidades, peligros, sufrimientos y acontecimientos que no comprendían, entre ellos: el nacimiento de Jesús en un pesebre siendo el Hijo de Dios (Lc 2, 6-7), José ha de asumir la paternidad legal de Jesús (Mt 1, 18-25), la huida a Egipto de los padres para evitar la matanza de inocentes ((Mt 2, 13-18), de nuevo, regreso de la familia a Nazaret (Mt 2, 19-23), etc.
Todo esto, lo vivía la Sagrada Familia cumpliendo cada uno su misión en todo momento: José no comprende nada de lo anunciado por el ángel pero lo acepta en silencio realizando los designios de Dios con gran calma y tranquilidad; María acoge las cosas en su corazón (Lc 2, 51) con una paz infinita y, Jesús obedece -durante los 30 años de vida oculta- a sus padres terrenos.
Aprendamos nosotros a convivir como lo hizo la Familia de Nazaret, guiados por el amor mutuo y el servicio desinteresado. Así seremos un grupo de cristianos fieles al Evangelio y seguidores de Cristo.
Con la esperanza de volver otro año al Santuario de Montesclaros, nos despedimos con infinito agradecimiento a la Virgen María, a la Comunidad de Dominicos que a todos nos acogen con hospitalidad y celo evangélico, al personal que nos ha nutrido y cuidado en la hospedería, a todos ellos ¡ GRACIAS, MUCHAS GRACIAS ¡
(Pilar Moradillo-Santander-. Grupo de Tai Chi Zen Cristiano)

Marisa de Madrid envia estas perlas recogidas durante la convivencia



"Cada persona tiene su misión y cuando la cumples eres feliz . El pecado de omisión es porque no sabes tu misión o no te importa. La misión de cada uno se sabe si tienes Fe en Jesus que nos va indicando el camino en cada momento. Se demuestra con rostro sonriente".

11 comentarios:

Anónimo dijo...

NECESIDADES DE LA GENTE

Mateo introduce su relato diciendo que Jesús, al ver el gentío que lo ha seguido por tierra desde sus pueblos hasta aquel lugar solitario, «se conmovió hasta las entrañas». No es un detalle pintoresco del narrador. La compasión hacia esa gente donde hay muchas mujeres y niños, es lo que va a inspirar toda la actuación de Jesús.
De hecho, Jesús no se dedica a predicarles su mensaje. Nada se dice de su enseñanza. Jesús está pendiente de sus necesidades. El evangelista solo habla de sus gestos de bondad y cercanía. Lo único que hace en aquel lugar desértico es «curar» a los enfermos y «dar de comer» a la gente.
El momento es difícil. Se encuentran en un lugar despoblado donde no hay comida ni alojamiento. Es muy tarde y la noche está cerca. El diálogo entre los discípulos y Jesús nos va revelar la actitud del Profeta de la compasión: sus seguidores no han de desentenderse de los problemas materiales de la gente.
Los discípulos le hacen una sugerencia llena de realismo: «Despide a la multitud», que se vayan a las aldeas y se compren de comer. Jesús reacciona de manera inesperada. No quiere que se vayan en esas condiciones, sino que se queden junto a él. Esa pobre gente es la que más le necesita. Entonces les ordena lo imposible: «Dadles vosotros de comer».
De nuevo los discípulos le hacen una llamada al realismo: «No tenemos más que cinco panes y dos peces». No es posible alimentar con tan poco el hambre de tantos. Pero Jesús no los puede abandonar. Sus discípulos han de aprender a ser más sensibles a los sufrimientos de la gente. Por eso, les pide que le traigan lo poco que tienen.
Al final, es Jesús quien los alimenta a todos y son sus discípulos los que dan de comer a la gente. En manos de Jesús lo poco se convierte en mucho. Aquella aportación tan pequeña e insuficiente adquiere con Jesús una fecundidad sorprendente.
No hemos de olvidar los cristianos que la compasión de Jesús ha de estar siempre en el centro de su Iglesia como principio inspirador de todo lo que hacemos. Nos alejamos de Jesús siempre que reducimos la fe a un falso espiritualismo que nos lleva a desentendernos de los problemas materiales de las personas.
En nuestras comunidades cristianas son hoy más necesarios los gestos de solidaridad que las palabras hermosas. Hemos de descubrir también nosotros que con poco se puede hacer mucho. Jesús puede multiplicar nuestros pequeños gestos solidarios y darles una eficacia grande. Lo importante es no desentendernos de nadie que necesite acogida y ayuda.

José Antonio Pagola

Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS
Con poco se puede mucho. Pásalo. 31 de julio de 2011
18 Tiempo ordinario (A)
Mateo 14,13-21

hilda dijo...

Hola familia:
Os he puesto unas fotos de la convivencia de Montesclaros para que las veais.
Fuerte abrazo

Anónimo dijo...

MIEDO A JESÚS

Mateo ha recogido el recuerdo de una tempestad vivida por los discípulos en el mar de Galilea para invitar a sus lectores a escuchar, en medio de las crisis y conflictos que se viven en las comunidades cristianas, la llamada apremiante de Jesús a confiar en él.
El relato describe de manera gráfica la situación. La barca está literalmente «atormentada por las olas», en medio de una noche cerrada y muy lejos de tierra. Lo peor es ese «viento contrario» que les impide avanzar. Hay algo, sin embargo, más grave: los discípulos están solos; no está Jesús en la barca.
Cuando se les acerca caminando sobre las aguas, los discípulos no lo reconocen y, aterrados, comienzan a gritar llenos de miedo. El evangelista tiene buen cuidado en señalar que su miedo no está provocado por la tempestad, sino por su incapacidad para descubrir la presencia de Jesús en medio de aquella noche horrible.
La Iglesia puede atravesar situaciones muy críticas y oscuras a lo largo de la historia, pero su verdadero drama comienza cuando su corazón es incapaz de reconocer la presencia salvadora de Jesús en medio de la crisis, y de escuchar su grito: «iAnimo, soy yo, no tengáis miedo!».
La reacción de Pedro es admirable: «Si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua». La crisis es el momento privilegiado para hacer la experiencia de la fuerza salvadora de Jesús. El tiempo privilegiado para sustentar la fe no sobre tradiciones humanas, apoyos sociales o devociones piadosas, sino sobre la adhesión vital a Jesús, el Hijo de Dios.
El narrador resume la respuesta de Jesús en una sola palabra: «Ven». No se habla aquí de la llamada a ser discípulos de Jesús. Es una llamada diferente y original, que hemos de escuchar todos en tiempos de tempestad: el sucesor de Pedro y los que estamos en la barca, zarandeados por las olas. La llamada a «caminar hacia Jesús», sin asustarnos por «el viento contrario», sino dejándonos guiar por su Espíritu favorable.
El verdadero problema de la Iglesia no es la secularización progresiva de la sociedad moderna, ni el final de la "sociedad de cristiandad" en la que se ha sustentado durante siglos, sino nuestro miedo secreto a fundamentar la fe sólo en la verdad de Jesucristo.
No nos atrevemos a escuchar los signos de estos tiempos a la luz del Evangelio, pues no estamos dispuestos a escuchar ninguna llamada a renovar nuestra manera de entender y de vivir nuestro seguimiento a Jesús. Sin embargo, también hoy es él nuestra única esperanza. Donde comienza el miedo a Jesús termina nuestra fe.

José Antonio Pagola

Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS
Despierta la confianza en Jesús. Pásalo. 7 de agosto de 2011
19 Tiempo ordinario (A)
Mateo 14, 22-33

Anónimo dijo...

¡Hola familia! ¿Que tal van vuestras vacaciones? En cuanto a mí ya hemos
terminado los EE, ellos nos han ayudado a colocar cada desorden interior, para
ordenar la vida según la escala de valores. Estas cuatro semanas, hemos bebido
de las Cuatro Fuentes Fundamentales: La trinidad, La Eucaristía, El Cuerpo
Mistico y María nuestra Madre. Todas empezamos con "SED" y ha sido precioso el
poder beber hasta saciarnos de estas cuatro fuentes. Nunca agradeceremos a Dios
toda la riqueza que nos está comunicando cada día, es una pena que seamos tan
inconscientes y que vayamos tan a menudo a las pequeñas fuentes que no nos
quitan del todo la "sed"

Aunque estemos todos de vacaciones, os diría que cada día podamos ir a la Fuente
de Agua Viva para que nos quite la sed: La sed de paz interior, la sed de
sentirnos acompañados, valorados, mimados, la sed de ir a más para descubrir lo
nuevo etec. etc
Esta semana llegan a nuestra Comunidad 26 jóvenes de S. Francisco "California"
Van al encuentro del Papa y pasan por Mallorca una semana, quieren conocer los
orígenes de nuestra Comunidad. Ya sabéis que nuestra Comunidad ha nacido en Sta.
Lucia (Mancor del valle) Mallorca.
Os pediría que os juntaráis con nosotros en vuestras oraciones.
Un abrazo muy fuerte.

Francisca
r

Manuela dijo...

Hola a Espanya y a Mallorca,

hace tiempo no podia entrar en el Blog. Ahora SI--por fin.
Me impresiono siempre la fieldad de los Americanos del Sur.
Van --creo a Alemania--por el visita del Papa.
Increible y bien venidos.
Tambien somos interesados ,que habla ese Papa --sobre todo adelante del Gobierno--Bundestag--
Bundestag significa dos palabras.
Bund---es Alianza---Tag---dia
Saludos a Todos y como insiste Peter.
Convivir y vivir es la esencia del todo.
En Aleman hay un dicho---vive y deja vivir y basta.
Manuela

Anónimo dijo...

JESÚS ES PARA TODOS

La escena es sorprendente. Una mujer pagana sale gritando al encuentro de Jesús. Es una madre de fuerte personalidad que reclama compasión para su hija enferma, pues está segura de que Dios quiere una vida digna para todos sus hijos e hijas, aunque sean paganos, aunque sean mujeres.
Su petición es directa: «Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija está atormentada por un demonio». Sin embargo, su grito cae en el vacío: Jesús guarda un silencio difícil de explicar. ¿No se conmueve su corazón ante la desgracia de aquella madre sola y desamparada?
La tensión se hace más insoportable cuando Jesús rompe su silencio para negarse rotundamente a escuchar a la mujer. Su negativa es firme y brota de su deseo de ser fiel a la misión recibida de su Padre: «Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel».
La mujer no se desalienta. Apresura el paso, alcanza al grupo, se postra ante Jesús y, desde el suelo, repite su petición: «Señor, socórreme». En su grito está resonando el dolor de tantos hombres y mujeres que no pertenecen al grupo de aquel Sanador, y sufren una vida indigna. ¿Han de quedar excluidos de su compasión?
Jesús se reafirma en su negativa: «No está bien echar a los perros el pan de los hijos». La mujer no se rinde ante la frialdad escalofriante de Jesús. No le discute, acepta su dura imagen, pero extrae una consecuencia que Jesús no ha tenido en cuenta: «Tienes razón, Señor; pero también los perros comen las migajas que caen de la mesa de los amos». En la mesa de Dios hay pan para todos.
Jesús reacciona sorprendido. Escuchando hasta el fondo el deseo de esta pagana, ha comprendido que lo que pide es exactamente lo que quiere Dios: «Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas». El amor de Dios a los que sufren no conoce fronteras, ni sabe de creyentes o paganos. Atender a esta mujer no le aleja de la voluntad del Padre sino que le descubre su verdadero alcance.
Los cristianos hemos de aprender hoy a convivir con agnósticos, indiferentes o paganos. No son adversarios a apartar de nuestro camino. Si escuchamos su sufrimiento, descubriremos que son seres frágiles y vulnerables que buscan, como nosotros, un poco de luz y de aliento para vivir.
Jesús no es propiedad de los cristianos. Su luz y su fuerza sanadora son para todos. Es un error encerrarnos en nuestros grupos y comunidades, apartando, excluyendo o condenando a quienes no son de los nuestros. Sólo cumplimos la voluntad del Padre cuando vivimos abiertos a todo ser humano que sufre y gime pidiendo compasión.
José Antonio Pagola

Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS
Jesús es de todos. Pásalo. 14 de agosto de 2011
20 Tiempo ordinario (A)
Mateo 15, 21-28

monica dijo...

ay ! pero que foto tan bonita habeis puesto ! jajaja me encanta como sale Peter de divertido y feliz . parece bien bien un niño ^^

Anónimo dijo...

Salmo 66
Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.
El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca, la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. - R.
Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra. R.
Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
Que Dios nos bendiga;
que le teman hasta los confines del orbe.
LA PLEGARIA DEL MISIONERO
Salmo 66
«Que Dios nos bendiga; que le teman hasta los confines del orbe».
Esa es mi plegaria, Señor. Sencilla y directa en tu presencia y en medio de la gente con quien vivo.
Bendíceme, para que los que me conocen vean tu mano en mí.
Hazme feliz, para que al verme feliz se acerquen a mí todos los que buscan la felicidad y te encuentren a ti, que eres la causa de mi felicidad.
Muestra tu poder y tu amor en mi vida, para que los que la vean de cerca puedan verte a ti y alabarte a ti en mí.
Mira, Señor, los seres que viven a mi alrededor adoran cada uno a su dios, y algunos a ninguno. Cada cual espera de sus creencias y de sus ritos las bendiciones celestiales que han de traer la felicidad a su vida como prenda de la felicidad eterna que le espera luego. Valoran, no sin cierta lógica, la verdad de su religión según la paz y alegría que proporciona a sus seguidores. Con ese criterio vienen a medir la paz y alegría de que yo, humilde pero realmente, disfruto, y que declaro abiertamente que me vienen de ti, Señor. Es decir, que te juzgan a ti según lo que ven en mi, por absurdo que parezca; y por eso lo único que te pido es que me bendigas a mí para que la gente a mi alrededor piense bien de ti.
Eso era lo que ocurría en Israel. Cada pueblo a su alrededor tenía un dios distinto, y cada uno esperaba de su dios que su bendición fuera superior a la de los dioses de sus vecinos y, en concreto, que le bendijera con una cosecha mejor que la de los pueblos circundantes. Israel te pedía que le dieses la mejor cosecha de toda la región, para demostrar que tú eras el mejor Dios del cielo, el único Dios verdadero. Y lo mismo te pido yo ahora. Dame una cosecha evidente de virtudes y justicia y paz y felicidad, para que todos los que me rodean vean tu poder y adoren tu majestad.

«El Señor tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre
nosotros: conozca la tierra tus caminos, todos los pueblos tu salvación».
Quiero que todo el mundo te alabe, Señor, y por eso te pido que me bendigas. Si yo fuera un ermitaño en una cueva, podrías hacerme a un lado; pero soy un cristiano en medio de una sociedad de hecho pagana. Soy tu representante, tu embajador aquí abajo. Llevo tu nombre y estoy en tu lugar. Tu reputación, por lo que a esta gente se refiere, depende de mí. Eso me da derecho a pedir con urgencia, ya que no con mérito alguno, que bendigas mi vida y dirijas mi conducta frente a todos éstos que quieren juzgarte a ti por lo que ven en mí, y tu santidad por mi virtud.
Bendíceme, Señor, bendice a tu pueblo, bendice a tu Iglesia; danos a todos los que invocamos tu nombre una cosecha abundante de santidad profunda y servicio generoso, para que todos puedan ver nuestras obras y te alaben por ellas. Haz que vuelvan a ser verdes, Señor, los campos de tu Iglesia para gloria de tu nombre.
«La tierra ha dado su fruto, nos bendice el Señor nuestro
Dios. Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben».
Del libro "Orar con los Salmos"
Carlos G- Vallés

Anónimo dijo...

HOMILÍAS JOSÉ ANTONIO PAGOLA
ASUNCION DE MARIA
Se puso en camino...
Lc 1, 39-45
ACOMPAÑAR A VIVIR

En este día de la Asunción de María, vamos a intentar descubrir uno de los rasgos más característicos del amor cristiano, se trata de saber acudir junto a quien puede estar necesitando nuestra presencia.
Ese es el primer gesto de María después de acoger con fe la misión de ser madre del Salvador. Ponerse en camino y marchar aprisa junto a otra mujer que necesita en estos momentos su cercanía.
Hay una manera de amar que debemos recuperar en nuestros días y que consiste en "acompañar a vivir" a quien se encuentra hundido en la soledad, bloqueado por la depresión, atrapado por la enfermedad o sencillamente vacío de toda alegría y esperanza de vida.
Estamos consolidando entre todos una sociedad hecha sólo para los fuertes, los agraciados, los jóvenes, los sanos y los que son capaces de gozar y disfrutar de la vida.
Estamos fomentando así lo que alguien ha llamado «el segregarismo social». Reunimos a los niños en las guarderías, instalamos a los enfermos en las clínicas y hospitales, guardamos a nuestros ancianos en asilos y residencias, encerramos a los delincuentes en las cárceles y ponemos a los drogadictos bajo vigilancia...
Así, todo nos parece que está en orden. Cada uno recibirá allí la atención que necesita, y los demás nos podremos dedicar con más tranquilidad a trabajar y disfrutar de la vida sin ser molestados.
Entonces procuramos rodearnos de personas simpáticas y sin problemas que no pongan en peligro nuestro bienestar, convertimos la amistad y el amor en un intercambio mutuo de favores, y logramos vivir «bastante satisfechos».
Sólo que así no es posible experimentar la alegría de contagiar y dar vida. Se explica que muchos, aun habiendo logrado un nivel elevado de bienestar y tranquilidad, tengan la impresión de que viven sin vivir y que la vida se les escapa aburridamente de entre las manos.
El que cree en la encarnación de un Dios que ha querido compartir nuestra vida y acompañarnos en nuestra indigencia, se siente llamado a vivir de otra manera.
No se trata de hacer «cosas grandes». Quizás sencillamente ofrecer nuestra amistad a ese vecino hundido en la soledad y la desconfianza, estar cerca de ese joven que sufre depresión nerviosa, tener paciencia con ese anciano que busca ser escuchado por alguien, estar junto a esos padres que tienen a su hijo en la cárcel, alegrar el rostro de ese niño solitario marcado por la separación de sus padres.
Este amor que nos hace tomar parte en las cargas y el peso que tiene que soportar el hermano es un amor «salvador», pues libera de la soledad e introduce una esperanza y alegría nueva en quien sufre, pero se siente acompañado en su dolor.
L A V O Z D E L E V A N G E L I O

J. A. Pagola
LA VOZ DEL EVANGELIO
TE HABLA JOSÉ ANTONIO PAGOLA
ASUNCIÓN DE MARÍA AL CIELO
El próximo lunes se celebrarán las fiestas en muchos de nuestros pueblos y ciudades.
Y es que ese día, los cristianos vamos a celebrar la fiesta más solemne de María, su entrada en el cielo.
María es la Madre de Dios para los creyentes, pero también es tu Madre. ¿Por qué no acudes más a ella?
Ante María no necesitas defenderte ni dar muchas explicaciones. Ella conoce tu corazón cansado y conoce también tu vida rota y desquiciada. En María siempre encontrarás el amor y el perdón de Dios.
Puedes contar siempre con Ella, en los momentos buenos, gozosos y también en los momentos difíciles. En la depresión y en la enfermedad, en la soledad, en el miedo y también en el pecado.
Tú sabes rezar el Ave María, dilo estos días despacio dándote cuenta de lo que dices: "Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ruega ahora y en la hora de nuestra muerte".
¿Por qué no recuperas esa costumbre de invocar, cada día a María, con esa oración sencilla del Ave María?. Seguro que te hará bien.

Anónimo dijo...

¡Hola família! Como veis os llevo en mi corazón...Hoy me gustaría compartir con
vosotros el Mensaje del Papa para estas JMJ. Lo titula: "Enrraizados,
Fundamentados, Firmes en la fe. El árbol bien enrraizado produce muchos frutos,
la casa con buenos fundamentos aguanta el edificio. Es toda una lección para
nuestra vida espiritual. ¿Donde tenemos nuestras raíces? Me gustaría que
siguiérais estas jornadas con mucho interés. Os cuento mi experiéncia con los 26
chicos y chicas de California: Había de S. Francisco, Chicago y los Ángeles...No
os podéis imaginar el entusiasmo de estos chicos, cada día una misionera les
daba pautas de oración, oraban una media hora, desayunaban y se iban a conocer
los orígenes de nuestra Comunidad. cada día una excursión diferente. Un día
fuimos a la Catedral y nos explicaron toda su historia, y en otro momento en la
Iglesia de S. Francisco nos contaron la historia de Fray Junipero Serra.
Disfrutaron de la belleza de Mallorca. Este acontecimiento me ha hecho valorar
la importancia de la visita del Papa, ¡Cuantos y cuantos jóvenes se moverán! Así
como está hoy la juventud, demos gracias a Dios que impulsa a mucha gente para
que se realice este "Evento"
¿Qué tal pasáis el verano? Disfrutad mucho pero no dejéis la oración, ya sabéis
que es la oración que nos mantiene unidos.
Un abrazo muy fuerte.
FRANCISCA

Anónimo dijo...

NUESTRO ÚNICO SEÑOR

"¿Quién decís que soy yo?". Lo mismo que los primeros discípulos, también los cristianos de hoy hemos de responder a Jesús para recordar de quién nos hemos fiado, a quién estamos siguiendo y qué podemos esperar de él. También nosotros vivimos animados por la misma fe.
Jesús, tú eres el Hijo de Dios vivo. Creemos que vienes de Dios. Tú nos puedes acercar como nadie a su Misterio. De ti podemos aprender a confiar siempre en él, a pesar de los interrogantes, dudas e incertidumbres que nacen en nuestro corazón. ¿Quién reavivará nuestra fe en un Dios Amigo si no eres tú? En medio de la noche que cae sobre tus seguidores, muéstranos al Padre.
Jesús, tú eres el Mesías, el gran regalo del Padre al mundo entero. Tú eres lo mejor que tenemos tus seguidores, lo más valioso y atractivo. ¿Por qué se apaga la alegría en tu Iglesia? ¿Por qué no acogemos, disfrutamos y celebramos tu presencia buena en medio de nosotros? Jesús, sálvanos de la tristeza y contágianos tu alegría.
Jesús, tú eres nuestro Salvador. Tú tienes fuerza para sanar nuestra vida y encaminar la historia humana hacia su salvación definitiva. Señor, la Iglesia que tú amas está enferma. Es débil y ha envejecido. Nos faltan fuerzas para caminar hacia el futuro anunciando con vigor tu Buena Noticia. Jesús, si tú quieres, puedes curarnos.
Jesús, tú eres la Palabra de Dios hecha carne. El gran Indignado que ha acampado entre nosotros para denunciar nuestro pecado y poner en marcha la renovación radical que necesitamos. Sacude la conciencia de tus seguidores. Despiértanos de una religión que nos tranquiliza y adormece. Recuérdanos nuestra vocación primera y envíanos de nuevo a anunciar tu reino y curar la vida.
Jesús, tú eres nuestro único Señor. No queremos sustituirte con nadie. La Iglesia es sólo tuya. No queremos otros señores. ¿Por qué no ocupas siempre el centro de nuestras comunidades? ¿Por qué te suplantamos con nuestro protagonismo? ¿Por qué ocultamos tu evangelio? ¿Por qué seguimos tan sordos a tus palabras si son espíritu y vida? Jesús, ¿a quién vamos a ir? Tú sólo tienes palabras de vida eterna.
Jesús, tú eres nuestro Amigo. Así nos llamas tú, aunque casi lo hemos olvidado. Tú has querido que tu Iglesia sea una comunidad de amigos y amigas. Nos has regalado tu amistad. Nos has dejado tu paz. Nos la has dado para siempre. Tú estás con nosotros hasta el final. ¿Por qué tanta discordia, recelo y enfrentamientos entre tus seguidores? Jesús, danos hoy tu paz. Nosotros no la sabemos encontrar.

José Antonio Pagola


Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS
Jesús es nuestro único Señor. Pásalo. 21 de agosto de 2011
21 Tiempo ordinario (A)
Mateo 16, 13-20