jueves, diciembre 16, 2010

Oración y Respiración


El equipo habitual de "al alimón" ahonda ahora sobre la relación entre respiración y oración. Aquí tenéis sus reflexiones
Oración y Respiración


Siempre que mencionamos a Dios, lo hacemos hablando de sus grandes obras. Ahora últimamente se habla del Dios de las pequeñas cosas. Cuando la realidad es que Dios está en todo lo creado.

Podemos llegar a Dios de miles de formas diferentes, pero la tradición oriental nos anima a hacerlo por medio de la respiración. Una forma de respiración es nuestro fresquito-calorcito.

Sería absurdo pensar o creer que nuestra práctica diaria, paciente, tranquila, repetida y confiada solo nos llevará a procesos alquímicos interiores. No hay proceso que no tenga relación con Dios, por ello, nuestro fresquito-calorcito no es más que un modo de conectar con Él.

Es un modo tremendamente taoísta por la sencilla razón de que detrás de la práctica subyace el wu wei, es decir, la no acción. Sólo la observación nos va despejando el camino. Es como cuando, paseando por el bosque, sólo ves lo grueso, lo grande, lo que te cerca. Si te paras y miras a lo que te rodea, si afinas la vista, vas viendo más cosas: insectos, animales, plantas, hojas, humus… Y si aún afinas más, puedes escuchar lo que no ves, percibir lo que no es visible ni audible, sentir con tu piel el aliento de la naturaleza, palpar lo que la naturaleza genera.

Con el fresquito-calorcito pasa lo mismo: es pararse a sentir, pararse a escuchar, pararse a percibir. Pero no lo que hay fuera, sino lo que hay dentro de nuestro ser. Es dejar de mirar las voces de la mente, para escuchar los susurros de nuestro cuerpo; es seguir a nuestro corazón para llegar al silencio, es sentir para SENTIR esa conexión con lo que subyace. No es una conversación, es un monólogo en el que sólo podemos escuchar fielmente cuando callamos nosotros.

Fresquito-calorcito es oración, lo afirmo sin dudarlo. Pero es que además es la posibilidad de usar lo más básico, lo menos apreciado, lo que pasa más desapercibido para conectar con lo único que merece la pena, con lo que nos sostiene y da firmeza, con lo que nos alienta, más allá de aliento.

Respirar como nosotros lo hacemos es orar, es seguro. Nos lleva adonde nunca soñamos, es claro. Hay otras formas de oración, pero todas participan de ésta: sin aire no hay vida, sin vida no hay oración; sin oración no hay fe y sin fe no tiene sentido nuestra vida.

Andrés Guerrero Serrano
http://labrisaquesparcelasemilla.blogspot.com
http://elhilodeseda.blogspot.com

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El aire es para el cuerpo lo que Dios para el alma, indisoluble y esencial, su alimento. Para quien se siente dentro de Dios, o Dios dentro de él, respirar y orar no tienen diferencia alguna, pues ¿cómo separar lo que te constituye como persona? Alma y cuerpo son una unidad, que sólo la muerte separa.

Dios es Presencia amorosa dentro del ser... ¿cómo separarlo de su respiración?
Dios es y respirar es existir, ¿qué diferencia puede haber?
Quien aviva la vida es Dios, si esa vida se mantiene por la respiración... ¿qué diferencia entre orar y respirar?
Hablamos pues de una forma de oración muy especial y totalmente natural, nada mental, ya que... Orar es ser consciente de que tu respiración es el hilo de unión con Dios.

Pero para vivir esto con naturalidad hay que estar centrado, sólo si tu mente lo está tomará conciencia de la Belleza divina y respirará orando, sin diferencia alguna. Si la mente está convulsa, “fuera de casa”, alborotada, no habrá esa conciencia de unidad entre tú y el TODO, no se unificará la respiración con la oración.
Pero cuando la mente está en su paz, calmada y atenta, entonces:
- Inspira: apertura al cielo, desde el plexo, los pulmones, llena el tándem del prana, del elixir del aire
-Espira, asentir, confirmar, entregar, reafirmar, nutrirte y fortalecerte.

Las bases que nutren esta experiencia son:
a/ Alabanza
Todo participa de la Presencia, todo está vivo, todo respira, y estás agradecido, descansas en esa paz. Hay una oración sin palabras, una alabanza.
b/ Agradecimiento
Mientras paseas o caminas ves el mundo, o quieto en casa, sientes la vida; mientras respiras, oras, no hay diferencia, y es entonces cuando agradeces estar vivo, ser hijo de Dios, pues comprendes que formas parte de un todo universal, que somos Uno, y lo agradeces.
c/ Gozo
Esta certeza te produce un gozo íntimo y personal, afable y distendido, complacido. Todo está bien, existo. Gozas.
La mente permanece en calma, tomada por tu respiración, devota, en oración.

Isabel Moreno
http://bellezadepandora.blogspot.com



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ARTE DE ORAR Y RESPIRAR ( una experiencia)

En occidente nos han enseñado que en este planeta tenemos 4 elementos: tierra, fuego, agua y aire; sin embargo los chinos señalan que son 5 los elementos y estos son: metal, madera, tierra, agua y fuego y todos juntos forman EL AIRE.

Al iniciar el fresquito-calorcito comprendí que al respirar absorbía estos elementos tan necesarios para la salud. Respirando con paciencia y con arte, “el espíritu de la vacuna” sanaba mi cuerpo.
Con la repetición del fresquito-calorcito, día a día y sin tregua, vislumbré y sentí el corazón primitivo. (Tema del que he escrito y hablado varias veces.)

Jesús con la ternura y amor de san José, su padre en la tierra, se INSPIRÓ en el padrenuestro y es esta oración sin duda la más importante, es decir, la oración por excelencia.
Rezar el Padrenuestro respirando y haciendo hincapié en los verbos es para mí una verdadera unión con Dios.

Orar es ofrecer las pequeñas cosas, tal como nos enseña Santa Teresita del Niño Jesús con su “Infancia espiritual” y es en la convivencia donde podemos realizarlo, puesto que es Jesús quien nos lo dice en su evangelio: “He venido a servir, sin querer ser servido”

“El peregrino ruso”, libro que he leído mas de una vez, me educó en la oración del corazón y con la repetición al respirar pausada y consciente, ha sido una gran ayuda para seguir con el fresquito-calorcito.
Realizando el fresquito-calorcito… llegando a josefinado, consigo ponerme tan dentro de “mi casa” (corazón primitivo) que lo que ocurre en el mundo no me afecta. Poco a poco voy sacando basura, mentira, apegos y pellejos y así logro entrar en el corazón y sentir sus latidos, la llamada de Jesús para que le deje entrar y oír su voz que me dice ¡¡Sígueme!!

Orar y respirar es en sí dar las gracias por la vida y aprender a vivir con gracia.

Maribel Bayona
http://rincondelacalma.blogspot.com

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Todo parte de una influencia espiritual verdadera.
Y poderla captar.
Lo demás es trabajo, como todo en este mundo.
El trabajo consiste en dar flexibilidad a la mente para que cuerpo y alma sean unidad; y permitir en sus dobleces que se transparente lo que no es posible ver sin ellos: pues vida es ver, oir, lo profundo, lo verdaderamente amado, lo que es tan fino que puede acceder a través del aliento divino a participar y ser Uno en la Unicidad y ahí desaparecer, en la Madre Verdadera.
Que así lo sea
Ana

Anónimo dijo...

Gracias a los tres por vuestros escritos. Lo habeis explicado tan bien que no me queda nada por añadir.
En el dibujo veo a nuestra Isabelilla orando-respirando.
Besitos
HILDA

Anónimo dijo...

Pues sí Hilda, es un dibujo que hice uno de los muchos veranos que he pasado en un pequeñísimo pueblo de Badajoz, Nogales, a unos 40k de la capital.
La anchura del horizonte me hechizaba y sentada en mi silla contemplaba la anchura del silencio que bañaba el espacio...mientras mi Alma destilaba delicias que sólo el corazón sabe cuando la mente permanece en calma.

Más tarde supe que a eso se le llama "respirar y orar" y bueno, pues contenta.

Isabel Moreno

Anónimo dijo...

DOMINGO IV DE ADVIENTO
19 de Diciembre 2010

3ª LECTURA: Mt 1,18-24
El origen de Jesús fue de esta manera: Su madre, María, estaba desposada con José y, antes de empezar a estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo. Su marido José, que era justo, pero no quería infamarla, resolvió repudiarla en privado. Así lo tenía planeado, cuando el ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.» Todo esto sucedió para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta:
La virgen tendrá un hijo, le pondrán por nombre Emmanuel, que significa “Dios- con- nosotros”
que traducido significa: «Dios con nosotros». Despertado José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer.

COMENTARIO: La protagonista de este IV domingo de Adviento, es María la contemplativa, que en el silencio de su virginidad acoge la Palabra y la Palabra se hace carne en ella.
Jesús, necesita de María para decirnos una cosa muy importante, nos quiere decir con su vida y su Palabra lo que es esencial, y lo que es esencial es el “AMOR”. Cuantas veces pensamos; si nosotros pudiéramos ser todopoderosos, manejar el mundo…si no tuviéramos límites, ni enfermedades, ni pobrezas…Cuántas crisis del hombre son, para no aceptar su situación y su limitación…Y Dios que lo tiene todo, se despoja de ello se hace creatura limitada como nosotros para decirnos: ¡Ánimo! No tengas miedo, porque en tu ser creatura, en tu limitación está tu grandeza.
Sin darnos cuenta y para tener más nos agarramos a las cosas, deseamos ser admirados por todos, ser alguien en la vida, que nos tengan en cuenta…y olvidamos que somos mucho más, somos hijos de Dios, Jesús en su encarnación nos ha regalado la máxima riqueza: “EL AMOR”
¿Cual sería la diferencia de la riqueza humana a la riqueza que nos regala nuestro Dios? Púes que la riqueza humana, si la das ya no la tienes, en cambio la riqueza del “Amor” cuanto más das más tienes…
Navidad, nos da la oportunidad de descubrir la verdadera riqueza, la que no caduca, la que dura para siempre. Al final de nuestra vida sólo dejaremos en la Tierra lo que hayamos amado.
“La Virgen tendrá un hijo, le pondrán por nombre Emmanuel, “Dios-con-nosotros” Y a partir de la presencia de Jesús, se llenan todas las soledades, y el mundo empieza a tener sentido, Jesús es el único que conoce nuestro corazón y sabe bien que sólo lo puede llena el amor.

ORACIÓN: Señor, enséñanos a vivir una vida distinta de lo que nos marca el mundo. Te damos gracias por el regalo de tu amor, de tu presencia. Que la luz de Belén ilumine nuestro interior, para aprender a valorar lo pequeño, lo sencillo, sabiendo que todo tiene sentido si lo hacemos con amor.

Anónimo dijo...

ESTÁ CON NOSOTROS

Antes de que nazca Jesús en Belén, Mateo declara que llevará el nombre de «Emmanuel», que significa «Dios-con-nosotros». Su indicación no deja de ser sorprendente, pues no es el nombre con que Jesús fue conocido, y el evangelista lo sabe muy bien.
En realidad, Mateo está ofreciendo a sus lectores la clave para acercarnos al relato que nos va a ofrecer de Jesús, viendo en su persona, en sus gestos, en su mensaje y en su vida entera el misterio de Dios compartiendo nuestra vida. Esta fe anima y sostiene a quienes seguimos a Jesús.
Dios está con nosotros. No pertenece a una religión u otra. No es propiedad de los cristianos. Tampoco de los buenos. Es de todos sus hijos e hijas. Está con los que lo invocan y con los que lo ignoran, pues habita en todo corazón humano, acompañando a cada uno en sus gozos y sus penas. Nadie vive sin su bendición.
Dios está con nosotros. No escuchamos su voz. No vemos su rostro. Su presencia humilde y discreta, cercana e íntima, nos puede pasar inadvertida. Si no ahondamos en nuestro corazón, nos parecerá que caminamos solos por la vida.
Dios está con nosotros. No grita. No fuerza a nadie. Respeta siempre. Es nuestro mejor amigo. Nos atrae hacia lo bueno, lo hermoso, lo justo. En él podemos encontrar luz humilde y fuerza vigorosa para enfrentarnos a la dureza de la vida y al misterio de la muerte.
Dios está con nosotros. Cuando nadie nos comprende, él nos acoge. En momentos de dolor y depresión, nos consuela. En la debilidad y la impotencia nos sostiene. Siempre nos está invitando a amar la vida, a cuidarla y hacerla siempre mejor.
Dios está con nosotros. Está en los oprimidos defendiendo su dignidad, y en los que luchan contra la opresión alentando su esfuerzo. Y en todos está llamándonos a construir una vida más justa y fraterna, más digna para todos, empezando por los últimos.
Dios está con nosotros. Despierta nuestra responsabilidad y pone en pie nuestra dignidad. Fortalece nuestro espíritu para no terminar esclavos de cualquier ídolo. Está con nosotros salvando lo que nosotros podemos echar a perder.
Dios está con nosotros. Está en la vida y estará en la muerte. Nos acompaña cada día y nos acogerá en la hora final. También entonces estará abrazando a cada hijo o hija, rescatándonos para la vida eterna.
Dios está con nosotros. Esto es lo que celebramos los cristianos en las fiestas de Navidad: creyentes, menos creyentes, malos creyentes y casi increyentes. Esta fe sostiene nuestra esperanza y pone alegría en nuestras vidas.

José Antonio Pagola

Mateo 1, 18-24

Anónimo dijo...

ESTÁ CON NOSOTROS

Antes de que nazca Jesús en Belén, Mateo declara que llevará el nombre de «Emmanuel», que significa «Dios-con-nosotros». Su indicación no deja de ser sorprendente, pues no es el nombre con que Jesús fue conocido, y el evangelista lo sabe muy bien.
En realidad, Mateo está ofreciendo a sus lectores la clave para acercarnos al relato que nos va a ofrecer de Jesús, viendo en su persona, en sus gestos, en su mensaje y en su vida entera el misterio de Dios compartiendo nuestra vida. Esta fe anima y sostiene a quienes seguimos a Jesús.
Dios está con nosotros. No pertenece a una religión u otra. No es propiedad de los cristianos. Tampoco de los buenos. Es de todos sus hijos e hijas. Está con los que lo invocan y con los que lo ignoran, pues habita en todo corazón humano, acompañando a cada uno en sus gozos y sus penas. Nadie vive sin su bendición.
Dios está con nosotros. No escuchamos su voz. No vemos su rostro. Su presencia humilde y discreta, cercana e íntima, nos puede pasar inadvertida. Si no ahondamos en nuestro corazón, nos parecerá que caminamos solos por la vida.
Dios está con nosotros. No grita. No fuerza a nadie. Respeta siempre. Es nuestro mejor amigo. Nos atrae hacia lo bueno, lo hermoso, lo justo. En él podemos encontrar luz humilde y fuerza vigorosa para enfrentarnos a la dureza de la vida y al misterio de la muerte.
Dios está con nosotros. Cuando nadie nos comprende, él nos acoge. En momentos de dolor y depresión, nos consuela. En la debilidad y la impotencia nos sostiene. Siempre nos está invitando a amar la vida, a cuidarla y hacerla siempre mejor.
Dios está con nosotros. Está en los oprimidos defendiendo su dignidad, y en los que luchan contra la opresión alentando su esfuerzo. Y en todos está llamándonos a construir una vida más justa y fraterna, más digna para todos, empezando por los últimos.
Dios está con nosotros. Despierta nuestra responsabilidad y pone en pie nuestra dignidad. Fortalece nuestro espíritu para no terminar esclavos de cualquier ídolo. Está con nosotros salvando lo que nosotros podemos echar a perder.
Dios está con nosotros. Está en la vida y estará en la muerte. Nos acompaña cada día y nos acogerá en la hora final. También entonces estará abrazando a cada hijo o hija, rescatándonos para la vida eterna.
Dios está con nosotros. Esto es lo que celebramos los cristianos en las fiestas de Navidad: creyentes, menos creyentes, malos creyentes y casi increyentes. Esta fe sostiene nuestra esperanza y pone alegría en nuestras vidas.

José Antonio Pagola

Mateo 1, 18-24

Anónimo dijo...

Hace dos dias Margarita "farma", la de Santander dejó esta vida. Me he llegado a enterar por un email de alguien que la debía apreciar mucho, y mandó un correo generalizado a todos los contactos que obtuvo a través de esos correos en que recibes uno, y lo vuelves a reenviar sin eliminar quien o quienes te lo mandan, osea, sin utilizar la casilla "CCO" y a la vez sin borrar los remitentes anteriores, en lo que se considera un lapsus de los internautas, Gracias a Dios y creo que fué ella desde el cielo que le avisó, pude ir a la misa funeral una hora después. A pesar de que tenía enfermedades, nunca la llegué a ver enferma y ni siquiera a sospechar que lo estaba. Me causo mucha impresión la homilía, pues aún sin haberla conocido el sacerdote oficiante mencinó a la perfección como se encuentra ahora, y sobre todo la vi en los pequeños detalles de la igesia y en las flores de delante de la Virgen.
Descansa en paz querida Margarita

Ana Calvo

maribel dijo...

Ana: Ayer en el Rincón Peter ofició la Misa para Margarita, que tampoco yo conocí, y para Candela que también se ha ido al cielo estos días.
Candela fué mi primera, y más importante, monitora de taichí, más tarde una gran amiga junto con nuestros maridos.

A las dos les deseamos que en el cielo celebren la Navidad junto con todos nosotros, unidos EN LA COMUNION DE LOS SANTOS

Un abrazo Maribel

Anónimo dijo...

Si, en el cielo, como en el dibujo, así debe ser que se eswtá
Ana