lunes, junio 02, 2008

Budismo


Resumen de la segunda conferencia de Antonio Bentué, profesor de teología en la universidad de Chile, realizada en el CIC, el mes de febrero de 2008. Por Joaquín Nogueras

BUDISMO

Siguiendo el hilo de las conferencias de Antonio Bentué comentaremos el Budismo, la variante de más envergadura surgida del tronco del antiguo hinduismo. El iniciador fue Siddharta Gautama, más conocido como el Buda, que nace en el norte de India en al segunda mitad del siglo VI a. de C..

El siglo VI a. de C. se considera como el Siglo de Oro en la historia religiosa de la humanidad. En este siglo aparece Buda en India, Laotse y Confucio en China, Zoroastro en Persia, los profetas Isaías y Jeremías en Israel, movimientos religiosos y culturales en Grecia, etc.. Esta coincidencia de movimientos religiosos en este siglo VI a.C., puede tener diferentes interpretaciones, una religiosa, como un especial soplo del Espíritu Santo; otra explicación la que da Yung cuando habla de un principio de sincronía, que seria una especie de telepatía religiosa.

Según la tradición el joven Gautama abandona su familia impactado por tres situaciones: la presencia de un viejo decrépito, la de un pobre lleno de llagas y el entierro de un muerto. Estas tres situaciones le llevan a incrementar su inquietud frente al sufrimiento, ¿Cómo es que la gente ha de padecer?, hasta que una noche de luna llena del mes de mayo, estando bajo una higuera, experimenta la iluminación. Es de esta manera que Gautama pasa a ser Buda (Iluminado), descubre las causas o raíz de sufrimiento y el camino para superarlo, o sea que hacer para no sufrir.

El Budismo es una revolución en la tradición hindú. Socialmente sus enseñanzas van dirigidas a todos, sin distinciones de castas o sexo. En el aspecto religioso no hace referencia a los dioses del bramanismo, sustituye las plegarias por la concentración de la mente, algunos autores han clasificado al budismo como una religión atea. El tercer aspecto revolucionario del budismo es su mensaje ético-filosófico de librarnos del sufrimiento mediante la supresión de los deseos.

El núcleo de la doctrina budista esta la famosas Cuatro nobles verdades, que tienen una estructura médica:

1.- Diagnostico: La propia existencia (samsara) implica el sufrimiento.

2.- Etiología: La raíz del sufrimiento es el deseo.

3.- Pronóstico: Si quieres dejar de sufrir has de dejar de desear (extinción del karma).

4.- Receta: Para conseguirlo hay un camino con ocho exigencias progresivas: recta opinión, recto pensamiento, recta palabra, recto comportamiento, recta manera de ganarse la vida, recto esfuerzo, recta atención y recta concentración.

La doctrina de Buda es eminentemente práctica, estos ocho grados o (yogas del camino budista) comprenden tres aspectos complementarios:

-La moralidad: Esfuerzo para evitar el mal y hacer el bien.

-La meditación: Prácticas de concentración de la mente, fijando la atención en diferentes puntos del cuerpo y controlando la respiración.

-La sabiduría: Propia de los perfectos que han llegado al dominio y extinción del deseo.

Fragmento de un texto budista (Samyutta Nikaya):

“Al extinguirse las actividades mentales, se extingue la consciencia.

Al extinguirse la consciencia, se extingue el organismo psicofísico.

Al extinguirse el organismo psicofísico, se extinguen los sentidos.

Al extinguirse los sentidos, se extingue el contacto.

Al extinguirse el contacto, se extingue la sensación.

Al extinguirse la sensación, se extingue el deseo.

Al extinguirse el deseo, se extingue el enganchamiento.

Al extinguirse el enganchamiento, se extingue el porvenir.

Al extinguirse el porvenir, se extingue el nacer.

Al extinguirse el nacer , se extingue la vejez, la muerte, la pena, el dolor , la aflicción y tribulación..

He aquí la extinción de todo este acumulo de sufrimiento.”

Frase de Peter Yang: La Virgen Maria es una flor, san José disfruta, entre la flores con su corazón tranquilo”

Ya ha salido la segunda edición del libro “Chi Kung cristiano”, escrito por el padre Peter Yang y José Mª Prats, editado por Abadía de Montserrat.

Se puede adquirir en librerías y en el Rincón del Silencio, calle Floridablanca 133.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Comentario al Evangelio del Domingo

Domingo 01/06/2.008-IX Domingo Tiempo Ordinario-Mateo 7, 21-27

<<¿COMO ESTAMOS CONSTRUYENDO?>>

Los seguidores de Jesús daban a sus «palabras» una importancia trascendental. El cielo y la tierra podrán pasar; las palabras de Jesús, nunca. En Galilea habían conocido la fuerza de esa palabra que liberaba de la enfermedad, el sufrimiento, el pecado y los miedos. Ahora, en las comunidades cristianas, experimentaban que introducía verdad en sus vidas, los «resucitaba» por dentro, los llenaba de vida y paz.

Por eso Mateo recoge una parábola en la que subraya algo que los cristianos hemos de recordar hoy continuamente de manera clara y concreta: ser cristiano es «practicar» las palabras de Jesús, «hacer realidad» su evangelio. Si no se da esto, nuestro cristianismo es «insensato». No tiene sentido.

La parábola es breve, simétrica y rítmica. Probablemente está redactada así para facilitar su enseñanza en la catequesis. Es importante que todos sepan que esto es lo primero que hay que cuidar en la comunidad cristiana: «escuchar» y «poner en práctica» las palabras que vienen de Jesús.

No hay otra manera de construir una Iglesia de seguidores ni un mundo mejor.

El hombre sensato no construye su casa de cualquier manera. Se preocupa de lo esencial: edificar sobre «roca» firme. El insensato, por el contrario, no piensa lo que está haciendo: construye sobre «arena», en el fondo del valle. Al llegar las lluvias del invierno, las riadas y el vendaval, la casa construida sobre roca se mantiene firme, la edificada sobre arena «se hunde totalmente».

La parábola es una grave advertencia y nos obliga a los cristianos a preguntarnos si estamos construyendo la Iglesia de Jesús sobre roca, escuchando y poniendo en práctica sus palabras, o si estamos edificando sobre arenas inseguras que no poseen la solidez ni la garantía del evangelio.

La crisis actual está poniendo al descubierto la verdad o la mentira de nuestra vida cristiana. No basta hacer análisis sociológicos ni adoptar reacciones instintivas. ¿No ha llegado el momento de hacer un examen de conciencia en nuestras comunidades y en la Iglesia, a todos los niveles, para cuestionar falsas seguridades y poner nombre concreto a la falta práctica de Evangelio? No basta confesar a Jesús «Señor», «Señor» si no hacemos la voluntad del Padre.


José Antonio Pagola

Anónimo dijo...

El cristianismo no enseña absolutamente nada especial. La vida es así. No obra milagros, solo dice dónde y como está y es la vida. Como es así nadie lo puede negar. El seguir a Cristo solo implica comprenderle, todo lo demás lo obra la propia Naturaleza. El hombre no construye, o sigue a Jesús o altera el orden de lo natural. El orden de lo natural no depende del tiempo, avanzar no significa progreso, por eso no hay nada que costruir, tampoco nada que esperar. Maravíllate con Jesús, recurre a El antes y después, incluso ahora mismo y no lo olvides entre dos instantes

Anónimo dijo...

Una cosa es "cristianismo" y otra CRISTIANO, el cristianismo es pura teoria, enseñanzas si, pero sin realizar como cristiano, no sirve. La Palabra hecha carne hemos de realizarla cada uno y entonces SOY CRISTIANO, sigo a Jesús como dice Ana, que no lo tenemos que olvidar en ningun momento.
Primero LO NATURAL, como siempre nos aconseja Peter, para llegar a LO SOBRENATURAL, cuando llegue el momento.

Disfrutar de la BELLEZA de la Creación y veremoa a Dios en las criaturas

Aconsejo leer EL CANTAR DE LOS CANTARES y EL CANTICO ESPIRITUAL, de san juan de la Cruz, que se inspiró en el Cantar de los cantares.

Un superabrazo para todos

Maribel

Anónimo dijo...

¡Hola familía! De nuevo en Mallorca os mando las pautas de oración. Que sea la presencia de Dios en la vida ordinari que nos acompañe siempre.
Un abrazo. Francisca3ª LECTURA:

Mt 9, 9-13
En aquel tiempo, al pasar vio Jesús a un hombre llamado Mateo, sentado en el despacho de impuestos, y le dice: «Sígueme.» Él se levantó y le siguió.
Y sucedió que estando él a la mesa en la casa, vinieron muchos publicanos y pecadores, y estaban a la mesa con Jesús y sus discípulos. Al verlo los fariseos decían a los discípulos: «¿Por qué come vuestro maestro con los publicanos y pecadores?» Mas él, al oírlo, dijo: «No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Id, pues, a aprender qué significa Misericordia quiero, que no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.»

COMENTARIO: El oficio de Mateo según la óptica de los fariseos, le coloca a la categoría de los pecadores. En el ambiente fariseo el pecador era un simple excluido, por tanto hay una primera palabra de acusación por parte de los fariseos: ¿Por qué vuestro maestro come con los publicanos y pecadores? La respuesta de Jesús no se deja esperar. “No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos.
Es un evangelio de mucha esperanza, nosotros que la mayoría de las veces solo sabemos convivir con los sanos, los que nos tratan bien y no nos dan problemas…¡Cuanto tenemos que aprender de Jesús! Para él, los más preferidos son los pequeños, los pobres, los olvidados de la sociedad, los marginados que ya no caben en ningún sitio, los pecadores…Ha venido a salvar la miseria humana y la salva aplicando su gran misericordia.
Es el ejemplo de Mateo, a la llamada de Jesús, Mateo se despierta y al despertarse entra la vida en él, se levanta “inmediatamente” y le sigue. Es que la llamada de Jesús despierta en la persona lo que está dormido, su Palabra despierta y estremece, da vida porque en ella está la vida espiritual que tanto anhelamos. ¿Quién no tienen sed de ser grande, de realizar hermosos proyectos?
Cuando escuchamos su Palabra con fe, esta nos saca de nuestros proyectos terrenos y caducos, nos levanta la mirada para hacernos descubrir horizontes nuevos, y es que estamos hechos para la eternidad, para la vida que nunca muere.

Pregunta: Mateo en medio de su negocio sucio escucho la voz de Jesús. ¿Qué crees que te pediría Jesús en este momento?

ORACIÓN: Gracias Señor, porque la iniciativa a seguirte es tuya, no te hemos elegido nosotros, eres Tú quien nos has elegido, esto nos da paz y fuerza para dejarnos llevar por Ti. Gracias, porque al pasar por nuestra vida nos recreas con tu amor, levántanos la mirada para que vivamos en nuestra vida cotidiana lo que es esencial.

Anónimo dijo...

Principio Divino
Que moras
En todo lo que existe
Bien venido seas
A la manifestación
Y se te aprecie
Infinitamente
Inundando la existencia con tu luz
amén

Anónimo dijo...

DESDE BUENOS AIRES (Argentina)

Queridos miembros de la Comunión María Reina de la Paz:
Me enviaron esta homilía preparada por un sacerdote de Tucumán, fray Federico Martínez Chavez o.p., y realmente me pareció excelente. Se la reenvío segura de que les ayudará a ustedes también a preparar ese encuentro con Jesús en su Palabra del domingo que viene.
Unidos en la oración,
Gisele

DOMINGO X DEL TIEMPO ORDINARIO
-8 de junio de 2008-
LECTURAS:
• Libro del profeta Oseas 6,3-6
• Salmo 50,1.8.12-15
• Carta de Pablo a los Romanos 4,18-25
• Evangelio según san Mateo 9,9-13
DIOS TIENE HAMBRE Y SED DE MISERICORDIA

La Palabra proclamada hoy comienza con una fuerte contraposición. La firmeza y la certeza de Dios, la fragilidad y la incertidumbre humana. Dios es tan cierto como la aurora que, infaliblemente, llega noche tras noche. Aunque, en honor a la verdad, Dios es infinitamente más cierto que la aurora. Él no tiene que esperar para irrumpir en la vida y en la historia humana. En cambio, el hombre, y lo humano todo, tan sólo alcanza la consistencia de la nube matinal o del rocío de la mañana. Más aun, en el hombre no sólo reconocemos fragilidad e incertidumbre sino pecado. El pecado de Efraím, el de Judá, el de Mateo… el mío, el nuestro. Y, en el colmo del contraste, la contingencia y el pecado humano aparecen contrapuestos a la inmutable y fecunda santidad de Dios. Tanto la realidad observada y existencialmente confirmada de la condición humana cuanto el contraste dramático con la condición divina no hacen sino desalentarnos y cargarnos de pesimismo.
Sin embargo, es posible algo distinto porque no hay lugar para el pesimismo en el Dios cristiano. Sus advertencias, por duras que suenen, siempre suponen una oportunidad, una posibilidad de cambio y mejora. Por eso, oportunamente, la liturgia pone ante nuestros ojos a Abraham. Lo distinto -en la vida de Abraham como símbolo y opción de cualquier vida humana- es una esperanza “contra toda esperanza”, una fe contra toda duda. Lo distinto -y distintivo- es la santidad como condición y esencia divina y, además, como propuesta de vida al hombre. Hemos de escuchar, como un eco cotidiano, la fascinante expresión del Levítico invitando al hombre a asimilarse al Dios de Israel: “Ustedes serán santos, porque yo, el Señor su Dios, soy santo” (19,2). La invitación presupone la disponibilidad y capacidad humana de ser santos.
Si hemos comprendido lo precedente, entonces, podemos releer con provecho la llamativa confesión divina que podría traducirse en los siguientes términos: “Ni quiero, ni necesito, ofrendas, holocaustos o sacrificios”. No requiere Dios de nada de aquello que hacemos en su honor. Somos nosotros quienes necesitamos hacer ofrendas, sacrificar… Pero, cuando la imagen de Dios se tergiversa y actuamos como si nuestras ofrendas fueran necesarias para calmar una supuesta sed de algo en Dios entonces, las ofrendas se han desnaturalizado y han perdido su sentido. No necesita Dios ese tipo de ofrendas, más aun, las desprecia… Si de algo se alimenta Dios es de amor. Entonces, cuando la ofrenda a Dios es motivada por el amor, es auténtica ofrenda religiosa y cristiana. Habrá que insistir: si de algo se alimenta Dios es de amor. Y no porque Dios tenga hambre y sed de algo como deficiencia de su condición. Eso nos ocurre a nosotros. Este tipo único de hambre y sed no es deficiencia sino perfección y plenitud. Al punto que su misma realidad esencial y personal se configura desde y para el Amor. El Dios de Jesucristo no se alimenta de sacrificios ni holocaustos sino de amor y conocimiento. El Dios cristiano se alimenta, o mejor, es Amor y Verdad.
Todo lo anterior, que tiene que ver con una adecuada concepción de Dios, del hombre y de la relación entre ambos, tiene consecuencias prácticas decisivas. Si lo que da vida a Dios es el amor y no los sacrificios, nuestras actitudes de amor cotidianas realizan la mejor ofrenda. Y entre los que de modo más urgente requieren del amor están los pecadores. Por ellos -por nosotros, en realidad- se encarnó el Verbo. Los pecadores hemos sido los motivadores del gran acontecimiento divino, la Encarnación. De sus beneficios nos aprovechamos pero, consecuentemente, de sus beneficios somos dispensadores. De allí que nuestra vida ha de ser mesa de conversión compartida con los “publicanos y pecadores”. Tenemos una responsabilidad ante los pecadores como ministros de la reconciliación. La historia no termina en el momento que resuelvo mi reconciliación personal. A partir de allí soy testigo de lo que he visto, oído y tocado; soy testigo del perdón divino. Y el testigo es, en primera instancia, quien tiene la experiencia y, a continuación, el que la comunica para que se realice en los demás.
Pedro Casaldáliga aprovecha el crudo relato de Abel y Caín para advertir una posible configuración inadecuada con la imagen del hermano asesinado. Nuestra opción por la santidad podría devenir en conciencia errada de una santidad elitista y excluyente. No es una realidad extraña en muchos cristianos y en muchas comunidades. Se nota en numerosos gestos de marginación del pecador como fuente de “impureza” y caso perdido. Por eso vale la pena dejarnos cuestionar por este soneto de Casaldáliga que comparte la dureza de los textos bíblicos que hoy compartimos. Ante todo pecador que nos reclama reconciliación hemos de tener “los mismos sentimiento de Cristo Jesús”.
Caín
Lleva el destino a cuestas, con el saco,
muerto el amor y la tristeza viva.
Le escuece el alma en el mirar opaco.
Es una soledad a la deriva.

Ha cruzado la Isla, el Araguaia,
la sociedad, el tiempo, el mal. Rehuye
la luz del sol y el sueño de la playa.
Huye de todos, de sí mismo huye,

Condenado a vivir su vida muerta.
Si ha violado la ley, la paz presunta,
A él le hemos matado la paz cierta.

Quizá sea un Caín, pero es humano,
y por él Dios, celoso, nos pregunta:
-Abel, Abel, ¿qué has hecho de tu hermano?

Fray Federico Martínez Chávez, OP
San Miguel de Tucumán, Argentina

Anónimo dijo...

HOLA A TODOS!

Hacía tiempo que no entraba en el blogg porque he estado de viaje.

Me han gustado mucho todos los comentarios, especialmente el de Maribel sobre el Budismo.

He estado en la Val d´Aran, paraíso del abeto y del pino rojo, donde sus pueblecitos se resisten a quedarse solos, como Salardú, con su iglesia de Sant Andreu, ejemplo del románico de transición, o Bossòst, situado en la ribera del Garona, con un hermoso paseo y una magnífica iglesia Era Assumpción, la más notable del valle.

Hicimos una ruta del románico, iglesias que han sabido conservar sus pinturas originales, como los fragmentos de Sant Climent de Taüll, de la escena de Cain matando a Abel, o los del pórtico de Santa Eulàlia d´Erill la Vall.

Os lo resumo para no cansaros con mis viajes.

¡¡Una explosión de luz y de color,y de aire puro, para despertar los sentidos!!

HILDA

Anónimo dijo...

Sra. Hilda, en estos comentarios, dos veces han salido Cain y Abel ¡es curioso!.

Muy buena toda su información sobre sus viajes, es una manera de imitarla cuando se preste.

¡¡Muchas gracias a todos ustedes!!

A.Z

Anónimo dijo...

Es plenitud, templanza poder sentirse mecida por los acontecimientos, por todos, incluyendo la relectura de estos comentarios. Hubo una subida, después un rellano y después una expansión de la vista a donde no alcanzaban a llegar los límites, compañeros