jueves, marzo 29, 2012

Mitología de la China Antigua (2ª parte)

MITOLOGIA DE LA CHINA ANTIGUA (2ª Parte)

Mito del origen del universo y de la tierra
El origen del universo segunda mitología china, tiene algunos aspectos o rasgos parecidos a lo que explica el Génesis de la Biblia.
En el principio de los tiempos el cielo y la tierra no estaban separados, ni el día y la noche (en el Génesis tampoco), era todo uno, había solo un vapor que se condensó en un inmenso huevo. Dentro de esa masa caótica nació Pan Gu y durmió allí durante 18.000 mil años Al despertar era un gigante y se enfadó mucho porque todo estaba oscuro, decidió poner un poco orden. Tomó un hacha y de un solo golpe partió el huevo en pedazos. Los elementos ligeros, el “yang”, se elevaron y se formó el cielo, y los pesados, el “yin” bajaron y se formó la tierra. Para que no se juntaran de nuevo apoyó los pies en la tierra y las manos en el cielo. Cada día empujaba un poco más, estuvo haciéndolo muchísimo tiempo hasta que se solidificaron y no hubo ya peligro de juntarse. Entonces él descansó pero siguió creciendo.
En miles de años Pan Gu se volvió viejo y murió, pero su cuerpo no regresó a la oscuridad, se transformó creando el mundo actual, su aliento fue el viento y las nubes, su voz el trueno, el ojo izquierdo fue el sol, y el derecho la luna, su cuerpo y miembros las cadenas montañosas, su sangre los ríos, su pelo los árboles y flores, y como todo se aprovecha los parásitos de su piel fueron los animales y peces, su sudor fue el rocío, y finalmente sus huesos los minerales.

Mito del origen del hombre
En estos tiempos habitaban en la tierra dioses, gigantes y seres monstruosos. Como más importante estaba la diosa Nüwa, con la parte superior de forma humana y la inferior de dragón aunque también podía cambiar de forma. Nüwa viajó por el mundo y lo encontró hermoso pero solitario, y deseó la compañía de gente que pudiera amar, sentir y pensar como ella. Se acercó al río Amarillo y con barro hizo unos muñecos que les puso piernas en vez de cola de dragón, y le gustó su obra (también en el Génesis a Yahvé le gustó su obra). Después les dio un soplo de vida y se maravilló al verlos saltar y bailar y que le llamaran “madre”.
Al principio hizo alguno más de uno en uno, pero con sus poderes sobrenaturales decidió hacerlo mucho más rápido. Sumergió un junco en el barro del río y al sacudirlo con fuerza caían gotas de barro que se transformaban en hombres y mujeres. Pero a poco apareció la envidia humana, y algunos dijeron que muchos habían sido hechos con la mano y éstos eran los talentosos y afortunados del mundo, y los que se habían formado a partir de las gotas de barro eran pobres y poco afortunados Cuando Nüwa tuvo muchos, instituyó el matrimonio y pudieron procrear.
Nüwa tenía un compañero, Fushi (en algunas leyendas era su marido y en otras su hermano, o ambas cosas, que es bastante común en muchas mitologías). Éste fue benefactor de los humanos, les concedió el fuego y como obtenerlo frotando dos maderas secas. Así los humanos pudieron cocinar sus alimentos. También les enseñó a hacer cuerdas y redes para atrapar a los peces.
Aún más, les enseñó música y el hexagrama para la escritura con líneas rectas y quebradas para representar conceptos, y hasta el arte de adivinar el futuro, recogido en el libro “I Ching” o “Libro de los Cambios” que todavía se consulta..
La humanidad sufrió desdichas como la guerra que sostuvieron el dios del agua Gong-gong y el del fuego Zhurong. Perdió el primero, se avergonzó y quiso suicidarse arrojándose de cabeza contra las montañas que soportaban al universo. No se mató porque era dios, pero destruyó un rincón del universo y se desplomó parte de los cielos, formándose un agujero en la bóveda. Se abrieron grietas en la tierra por las que surgía fuego de unas y agua de otras que inundó algunas partes convirtiéndolas en mar.
Nüwa intentó arreglar esto y recogió cantos rodados del río Amarillo y del Yang-tsé que seleccionó según los cinco colores fundamentales (antes de Newton) y los fundió, y pudo reparar el cielo. Después capturó una tortuga gigante y le cortó las patas que las puso para sostener el cielo en los cuatro puntos cardinales. Después quemó juncos y con las cenizas tapó las grietas de la tierra. Pero al hundirse la tierra en el punto mencionado en que se tiró el dios, se formó un mar, que era donde desembocaban los grandes ríos. Pensaron que terminaría llenándose y se inundaría la tierra, salvo que en el lejano este hubiera un golfo tan profundo que admitiera toda el agua.
En este golfo había 5 islas que tenían una montaña en el centro, eran las islas del Paraíso habitadas por dioses y seres inmortales. Vivían en palacios de oro con pilares de jade blanco. Había pájaros de un blanco inmaculado o de colores brillantísimos. Los árboles tenían perlas auténticas y frutos deliciosos que proporcionaban la inmortalidad (como el Árbol de la Vida del Génesis posterior). Estas islas eran flotantes e iban de un lado a otro, y los habitantes a veces no las encontraban al volver a sus casas. Cansados de vagabundear los habitantes hablaron con el dios del cielo Tiandi, cuyo nombre significa emperador de los cielos. Pero el dios no podía fijar las islas porque el golfo era insondable, pero encontró 15 tortugas y asignó tres a cada isla. Cada una debía nadar en la dirección adecuada para dejarlas siempre fijas.
Hay multitud de historias, que son como un libro de cuentos, con frecuencia entretenidos, aunque hoy nos parezcan infantiles.

Los dragones chinos.
El Dragón es un animal recurrente de la mitología china, pero diferente del dragón europeo. Se le llama “long”, y no lanza llamas por la nariz y la boca sino nubes, su cabeza es de camello, cuernos de ciervo, ojos de demonio, orejas de vaca, cuello de serpiente, escamas de carpa, garras de águila y zarpas de tigre.
Los dragones controlaban las aguas, cada lago o río tenía uno, en general benigno, pero a veces irascible y provocaba inundaciones. Viven en palacios de cristal en el fondo y son inmortales, asimilándose así a los dioses. Se les considera en general masculinos, representan el “yang”, frente al femenino del ave Fénix que es el “yin”. El dragón imperial tiene 5 garras en vez de las 4 habituales para diferenciarle de los animales inferiores. Los dragones son los responsables de las “líneas invisibles” por las que fluyen las fuerzas naturales y no se deben obstruir, siguen las estructuras geológicas naturales.
Es el símbolo en dos festividades importantes: El 15 del primer mes lunar, cuando termina el año chino y se celebra la entrada de la primavera; se baila la Danza del Dragón llevando el portador más alto la cabeza en el extremo de una vara y con un farol, y después portadores cada vez más bajos hasta la cola con otro farol. Los portadores visten de blanco y se van moviendo en hilera para simular mejor el movimiento del dragón. La otra festividad es el Barco del Dragón, el 5º día del 5º mes lunar, hacia mediados de junio, para atraer la lluvia.

Los Emperadores Celestiales.
En realidad eran dioses que les daban este nombre, eran divinidades que amparaban la agricultura, base de la alimentación de China, y estaban bajo el cuidado principal de los Emperadores terrenales.
Inicialmente había solo 4 emperadores celestiales. El emperador Gaoza indicó que siempre en la antigüedad había habido 5, y así lo instituyó. Quedaron el E. Azul adscrito a Júpiter, astro de oriente, en la zona este, le correspondía la Madera; el E. Blanco adscrito a Venus, astro vespertino, le correspondía el Metal; el E. Negro adscrito a Saturno, astro del norte, con el Agua; el E. Rojo adscrito a Marte, astro del sur, con el Fuego; y el E. Amarillo adscrito al elemento Tierra sin punto cardinal que se ocupaba del centro, trataba de evitar las disputas entre los otros, y le adjudicaban cuatro caras.

Mito de la inundación del mundo.
El mito de la inundación del mundo o del diluvio universal, se repite en todas las culturas. Según la mitología china, el mundo se inundó, pero el héroe Yu controló las aguas mediante su valor sobrehumano, sus planes inteligentes y su virtud moral. Dos seres sobrenaturales el dragón acuático y la tortuga lo ayudaron.
Yu trabajó tanto y durante tanto tiempo que su cuerpo se desfiguró. Después de controlar la inundación, dividió el mundo en nueve regiones y se convirtió en el fundador de la mítica dinastía Xia.

Mito del Dios agricultor y la Medicina.
El mito del Dios Agricultor relata cómo enseñó este dios a los humanos los usos de la medicina. Se apiadó de los hombres que caían enfermos por comer plantas tóxicas y beber agua contaminada .En un esfuerzo por ayudarles, el dios probó todas las plantas y enseñó al hombre la diferencia entre las venenosas y las comestibles. Para ello golpeaba las plantas con su látigo de color herrumbre y juzgaba su valor en base a su sabor y olor. Clasificó las plantas en cuatro categorías: suaves, tóxicas, frías y calientes. Esta taxonomía forma la base de la medicina tradicional china. Este dios también enseñó a los hombres a distinguir entre distintos tipos de suelo y de terrenos. Creó el arado de madera y enseñó a los hombres a arar el suelo y sembrar los cinco granos. A este dios se le representa con una horquilla y un arado. Se convirtió en el patrón divino de la medicina.

Con esto se da por acabo el resumen o aproximación al libro de Gabriel Garcia-Noblejas MITOLOGIA DE LA CHINA ANTIGUA, sin otra pretensión que dar a conocer algunas partes del mencionado libro.

Joaquín

Aprovechamos para desearos a todos una feliz semana santa. Nos vemos a la vuelta

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues igualmente Joaquín y compaña, que descanséis estos días y gracias por la labor y el trabajo bien hecho, aunque a mí estas historias míticas cada vez me parecen más un exceso de imaginacíon que no veas.
Aprovecho para deciros que vimos al padre este viernes en la Misa de su casa Montse y yo y estuvo encantador y muy contento, además de certero en todo cuanto dijo, ser realisatas para recibir al Amigo Resucitado,ése fue su consejo.
Que así sea.
Isabel

hilda dijo...

No había leído hasta hoy el comentario de Joaquín que me ha parecido muy interesante
Un abrazo