martes, noviembre 09, 2010

Basilica de la Sagrada Familia


BASILICA DE LA SAGRADA FAMILIA
El jueves un grupo de amigas fuimos a visitar el entonces templo de la Sagrada Familia, hacia tiempo que no la visitaba y la verdad es que quedé muy impresionada. Estaban colocando sillas y personas con cascos ultimaban detalles para recibir al Papa.
El día era muy hermoso, de primavera en lugar del mes de Noviembre y el sol entraba por las ventanas y por el techo, dando unos colores magníficos.
Hoy he ido a la Misa que han realizado allí con el Pontífice, bueno… he tenido que conformarme, eso si sentada, en un tramo de la avenida Gaudí. Ha sido impresionante la cantidad de personas, que en diferentes espacios y a través de unas pantallas seguíamos la celebración. La organización ha sido perfecta y junto con mis amigas he disfrutado de un acontecimiento que no voy a olvidar.
De Antonio Gaudí, se está hablando mucho estos días; podéis acceder a su vida a través de Internet, está en proceso de canonización. Este hombre tuvo una reconversión estando en Astorga y dedicó su vida a José, Jesús y María, la Sagrada Familia de Nazaret. Cuando le preguntaban a Gaudí quien acabaría este templo, él respondía: “Lo acabará san José” y añadía: “Mi cliente no tiene prisa”, su cliente es el mismo Dios.
Las obras de la Sagrada Familia han estado muy ligadas a San José, los iniciadores de las obras fue una asociación o cofradía de devotos de San José. En la fachada del nacimiento hay dos columnas: una es la de la Virgen y la otra es la de San José. Resaltar que aunque no este acabada la obra no esté acabada, un papa que se llama José de nombre de pila la ha consagrado como BASILICA.

Amigas que estuvieron en el interior de la Basílica, han dicho que fue de una belleza impresionante, sobre todo cuando se abrieron las luces y salió el sol.
Como anécdota explicaron que una paloma se introdujo dentro, volando por encima de todos, dando la impresión que el Espíritu Santo se manifestaba a los fieles.

Maribel

5 comentarios:

Anónimo dijo...

PARA TIEMPOS DIFÍCILES

Los profundos cambios socioculturales que se están produciendo en nuestros días y la crisis religiosa que sacude las raíces del cristianismo en occidente, nos han de urgir más que nunca a buscar en Jesús la luz y la fuerza que necesitamos para leer y vivir estos tiempos de manera lúcida y responsable.
Llamada al realismo. En ningún momento augura Jesús a sus seguidores un camino fácil de éxito y gloria. Al contrario, les da a entender que su larga historia estará llena de dificultades y luchas. Es contrario al espíritu de Jesús cultivar el triunfalismo o alimentar la nostalgia de grandezas. Este camino que a nosotros nos parece extrañamente duro es el más acorde a una Iglesia fiel a su Señor.
No a la ingenuidad. En momentos de crisis, desconcierto y confusión no es extraño que se escuchen mensajes y revelaciones proponiendo caminos nuevos de salvación. Éstas son las consignas de Jesús. En primer lugar, «que nadie os engañe»: no caer en la ingenuidad de dar crédito a mensajes ajenos al evangelio, ni fuera ni dentro de la Iglesia. Por tanto, «no vayáis tras ellos»: No seguir a quienes nos separan de Jesucristo, único fundamento y origen de nuestra fe.
Centrarnos en lo esencial. Cada generación cristiana tiene sus propios problemas, dificultades y búsquedas. No hemos de perder la calma, sino asumir nuestra propia responsabilidad. No se nos pide nada que esté por encima de nuestras fuerzas. Contamos con la ayuda del mismo Jesús: «Yo os daré palabras y sabiduría»… Incluso en un ambiente hostil de rechazo o desafecto, podemos practicar el evangelio y vivir con sensatez cristiana.
La hora del testimonio. Los tiempos difíciles no han de ser tiempos para los lamentos, la nostalgia o el desaliento. No es la hora de la resignación, la pasividad o la dimisión. La idea de Jesús es otra: en tiempos difíciles «tendréis ocasión de dar testimonio». Es ahora precisamente cuando hemos de reavivar entre nosotros la llamada a ser testigos humildes pero convincentes de Jesús, de su mensaje y de su proyecto.
Paciencia. Ésta es la exhortación de Jesús para momentos duros: «Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas». El término original puede ser traducido indistintamente como "paciencia" o "perseverancia". Entre los cristianos hablamos poco de la paciencia, pero la necesitamos más que nunca. Es el momento de cultivar un estilo de vida cristiana, paciente y tenaz, que nos ayude a responder a nuevas situaciones y retos sin perder la paz ni la lucidez.


José Antonio Pagola

Red evangelizadora BUENAS NOTICIAS
Despierta el aliento de los seguidores de Jesús. Pásalo. 14 de noviembre de 2010
33 Tiempo ordinario (C)
Lucas 21, 5-19

Anónimo dijo...

Sí, la Basílica es algo digno de ser vivido in situ, con calma, más desde el corazón que desde la emoción.
San José es símbolo de pobreza y humildad y la vida de Gaudí nos habla de lo mismo.
Valdrá la pena acercarse en un gesto discreto...como ellos lo fueron.

Isabel Moreno

Manuela dijo...

Hola a todos,

Que pena que nosotros no aprecian mas las cosas con mucho valor como la Sagrada Familia de Barcelona.
Solo cuando vienen personas "importantes" como en ese caso El Papa.
Gracias a ese Papa que ha dando Honor a ese Edificio impresionante.
Manuela

Anónimo dijo...

Es preciosa la basílica. A mí lo que más me gusta es esa inspiración de Gaudi en la Naturaleza buscando la geometría existente en el reino vegetal, animal o mineral.

Las estructuras de la nave central parecen árboles y las flores de las columnas son una maravilla.

Podemos estar contentos de poder contemplar esta obra de arte tan singular.

HILDA

Anónimo dijo...

Siento que Gaudí creó esta monumentalidad para llevarnos a la humildad, a ser pequeñitos ante la grandeza natural de ese bosque vegetal; es una gran lección llena de belleza.

Ahora se ha creado la polémica de si es gaudiana o no realmente, la cuestión es discutir, bla, bla, bla.Y mientras ellos lo hacen es sano meterte dentro de la SF y agradecer un templo tan cálido y a pocos pasos...

Antes no se conocía, por eso no se valoraba, nadie nos la había mostrado, no era aún su momento, al final ya ha llegado; los barceloneses hemos padecido con gusto andamio tras andamio, turista tras turista durante muuuuuuuchos años, pero valió la pena aguantarlo.

Isabel M.