jueves, julio 29, 2010

Feliz Verano 2010




FELIZ VERANO 2010

Querida amiga/querido amigo:

El tiempo de vacaciones es un desafío para estar muy despierto y al mismo tiempo relajado. Despierto para atender sin prisas a mis necesidades físicas, psíquicas, espirituales y sociales, para que mi descanso sea integral. Si mi descanso descuida alguna dimensión no será completo.

-Aprovecha la naturaleza, la gran maestra y sanadora…
-date tiempo de silencio y contemplación
-cuida las relaciones personales, familiares, sociales (ayudas a personas necesitadas).
-vive conscientemente lo ordinario, lo próximo, lo de todos los días, pues lo cercano, por conocido, se presta a no ser valorado. Y es la prueba del amor. Lo próximo no tiene el brillo de lo nuevo ni los efectos especiales” que tanto fascinan al “personaje”, pero tiene el don del amor concreto que me enraíza en lo real.

No todo el mundo puede disfrutar de vacaciones.
Ojala quienes lo hagan no se olviden de que es un privilegio que hay que disponer en servicio con los obligados a las “vacaciones” de la falta de empleo.
Porque sólo entonces se dará el descanso que a Dios le agrada compartir con nosotros.

- Mantén el buen humor.
- Un día no reído es un día no vivido.
- Juan XXIII decía: “No se por qué me preocupo, si solo soy el Papa.
- Tomas Moro (patrono de los humoristas), al subir a la guillotina dice al que le va a justiciar: “Ayúdeme a subir, que bajar ya bajaré solo”.

No hay que olvidarse que Dios no va de vacaciones, por lo tanto la oración debe acompañarnos estemos donde estemos.

Os deseo un buen verano a todos-todas.

Maribel

13 comentarios:

Anónimo dijo...

DESENMASCARAR LA INSENSATEZ

El protagonista de la pequeña parábola del "rico insensato" es un terrateniente como aquellos que conoció Jesús en Galilea. Hombres poderosos que explotaban sin piedad a los campesinos, pensando sólo en aumentar su bienestar. La gente los temía y envidiaba: sin duda eran los más afortunados. Para Jesús, son los más insensatos.
Sorprendido por una cosecha que desborda sus expectativas, el rico propietario se ve obligado a reflexionar: «¿Qué haré?». Habla consigo mismo. En su horizonte no aparece nadie más. No parece tener esposa, hijos, amigos ni vecinos. No piensa en los campesinos que trabajan sus tierras. Sólo le preocupa su bienestar y su riqueza: mi cosecha, mis graneros, mis bienes, mi vida...
El rico no se da cuenta de que vive encerrado en sí mismo, prisionero de una lógica que lo deshumaniza vaciándolo de toda dignidad. Sólo vive para acumular, almacenar y aumentar su bienestar material: «Construiré graneros más grandes, y almacenaré allí todo el grano y el resto de mi cosecha. Y entonces me diré a mí mismo: Hombre, tienes bienes acumulados para muchos años; túmbate, come y date buena vida».
De pronto, de manera inesperada, Jesús le hace intervenir al mismo Dios. Su grito interrumpe los sueños e ilusiones del rico: «Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será?». Ésta es la sentencia de Dios: la vida de este rico es un fracaso y una insensatez.
Agranda sus graneros, pero no sabe ensanchar el horizonte de su vida. Acrecienta su riqueza, pero empequeñece y empobrece su vida. Acumula bienes, pero no conoce la amistad, el amor generoso, la alegría ni la solidaridad. No sabe dar ni compartir, sólo acaparar. ¿Qué hay de humano en esta vida?
La crisis económica que estamos sufriendo es una "crisis de ambición": los países ricos, los grandes bancos, los poderosos de la tierra... hemos querido vivir por encima de nuestras posibilidades, soñando con acumular bienestar sin límite alguno y olvidando cada vez más a los que se hunden en la pobreza y el hambre. Pero, de pronto nuestra seguridad se ha venido abajo.
Esta crisis no es una más. Es un "signo de los tiempos" que hemos de leer a la luz del evangelio. No es difícil escuchar la voz de Dios en el fondo de nuestras conciencias: "Basta ya de tanta insensatez y tanta insolidaridad cruel". Nunca superaremos nuestras crisis económicas sin luchar por un cambio profundo de nuestro estilo de vida: hemos de vivir de manera más austera; hemos de compartir más nuestro bienestar.

José Antonio Pagola

Lucas 11, 13-21

Anónimo dijo...

Hola blogqueros!!!
Hace tiempo que no escribo nada porque andaba yo muy ocupada con mis obligaciones familiares pero aquí estoy de nuevo para deciros que he publicado en mi blog las fotos que me ha mandado Maribel de la convivencia de Montesclaros, así que si las quereis ver ya sabeis como hacer.
Un abrazo a todos-as
HILDA

Manuela dijo...

Hola a todos y as
Tambien Manuela os deseo buenas vacaciones.
Manuela

Anónimo dijo...

LOS NECESITAMOS MÁS QUE NUNCA

Las primeras generaciones cristianas se vieron muy pronto obligadas a plantearse una cuestión decisiva. La venida de Cristo resucitado se retrasaba más de lo que habían pensado en un comienzo. La espera se les hacía larga. ¿Cómo mantener viva la esperanza? ¿Cómo no caer en la frustración, el cansancio o el desaliento?
En los evangelios encontramos diversas exhortaciones, parábolas y llamadas que sólo tienen un objetivo: mantener viva la responsabilidad de las comunidades cristianas. Una de las llamadas más conocidas dice así: «Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas». ¿Qué sentido pueden tener estas palabras para nosotros, después de veinte siglos de cristianismo?
Las dos imágenes son muy expresivas. Indican la actitud que han de tener los criados que están esperando de noche a que regrese su señor, para abrirle el portón de la casa en cuanto llame. Han de estar con «la cintura ceñida», es decir, con la túnica arremangada para poder moverse y actuar con agilidad. Han de estar con «las lámparas encendidas» para tener la casa iluminada y mantenerse despiertos.
Estas palabras de Jesús son también hoy una llamada a vivir con lucidez y responsabilidad, sin caer en la pasividad o el letargo. En la historia de la Iglesia hay momentos en que se hace de noche. Sin embargo, no es la hora de apagar las luces y echarnos a dormir. Es la hora de reaccionar, despertar nuestra fe y seguir caminando hacia el futuro, incluso en una Iglesia vieja y cansada.
Uno de los obstáculos más importantes para impulsar la transformación que necesita hoy la Iglesia es la pasividad generalizada de los cristianos. Desgraciadamente, durante muchos siglos los hemos educado, sobre todo, para la sumisión y la pasividad. Todavía hoy, a veces parece que no los necesitamos para pensar, proyectar y promover caminos nuevos de fidelidad hacia Jesucristo.
Por eso, hemos de valorar, cuidar y agradecer tanto el despertar de una nueva conciencia en muchos laicos y laicas que viven hoy su adhesión a Cristo y su pertenencia a la Iglesia de un modo lúcido y responsable. Es, sin duda, uno de los frutos más valiosos del Vaticano II, primer concilio que se ha ocupado directa y explícitamente de ellos.
Estos creyentes pueden ser hoy el fermento de unas parroquias y comunidades renovadas en torno al seguimiento fiel a Jesús. Son el mayor potencial del cristianismo. Los necesitamos más que nunca para construir una Iglesia abierta a los problemas del mundo actual, y cercana a los hombres y mujeres de hoy.

José Antonio Pagola

8 de agosto de 2010
19 Tiempo ordinario (C)
Lucas 12, 32-48

Anónimo dijo...

Sería otra cosa dejar a buen recaudo los objetos de valor, y hacerse de una copia exacta, ir al mercado a comprobar como anda el "precio del mercado".
Por lo menos, el auténtico, podría sevir para llevándolo a un artesano, reconstituirlo o reformarlo.
La copia es solo ilusoria. También tiene un cometido. Atrae la mirada de las gentes, pero no de los que entienden. Es transitoria, su materia sucumbe al paso del tiempo, y su significado no tiene en si mismo la consistencia.
Tenemos modelos, válidos como modelos (temporales). Parece que la autenticidad la aporta no el propio modelo sino su conformidad a lo real. Por un momento, apartar todos los modelos, Jesús incluido, para contactar con lo real.

A.C.

Anónimo dijo...

La contradicción solo existe en la mente.

A.C.

Anónimo dijo...

Narendra (Vivekananda), cuando era discípulo de Ramakrishna, por lo relatado en el "Evangelio de Sri Ramakrishna", parecía una persona muy dotada y en él su maestro veia un "alma" muy especial; en cambio , según René Guénon, su doctrina degeneró en alto grado tras su venida a occidente. Aquí hay algo que me llama la atención y me choca grandemente, aunque no quiero decir que no intuyo de qué se trata. La circunstancia de que se abra el mundo occidental enteramente a un oriental prácticamente realizado debe ser una gran prueba, y no solo eso, sino que debe ser todo un reto para la doctrina en si misma, que parece que se encauza como puede hacerlo un riachuelo ante los accidentes naturales de su trayectoria.
Hay algo mas todavia, y es la personalidad de Narendra, su juventud y su circunstancia de conocedor de Ramakrishna.
Los transmisores del conocimiento oral a René Guénon, también orientales, también venidos a occidente, en cambio, tenían muy clara la transmisión pura y concreta de la doctrina en sí, de manera que Guénon pudiera discriminar lo oriental primordial de lo que no lo era. Por otro lado la labor de Vivekananda permitió con el paso del tiempo la traducción del libro escrito por M sobre Ramakrishna, al lenguaje occidental, libro al que creo que Guénon no llegara a tener acceso en su momento, y que su lectura opino que es una "brisa" oriental de lo más refrescante. Todos ellos parece que se van jóvenes y aparentemente tras haber cumplido lo que parece la misión de cada uno, incluido Guénon. Parecen aunarse muchos factores, como para que surja de ello que perviva en el mismo occidente. Incluyo en ello a Peter Yang, también extraordinario como persona.
Es curioso como todos ellos, y yo me incluyo porque soy el sujeto de verlo, tuvieron vidas vividas en el mismo filo, siendo conscientes de ello, siendo ese elemento el único en un cierto momento que permite llevarla más allá, siendo ellos mismos conocedores de su circunstancia, y desconocedores a la vez de ella en la medida en que estaban aquí.
Tengo la impresión que lo que sale depurado y emerge, de lo oriental en el medio occidental, aunque incompleto, joven, tiene una vigencia indiscutible, manteniendo la antigüedad de lo inmemorial. Es solo una intuición
Hasta luego Mauro
Ana

Anónimo dijo...

EL DULCE SABOR DE UNA MUJER EXQUISITA


(por Gabriel García Márquez)





Si aún no ha pasado el bisturí por tu piel,

si no tienes implantes de silicona en alguna parte de tu cuerpo,

si los rollitos no te generan trauma,

si nunca has sufrido de anorexia,

si tu estatura no afecta tu desarrollo personal,



si cuando vas a la playa prefieres divertirte en el mar y no estar sobre una toalla durante horas,

si crees que la fidelidad sí es posible y la practicas,

si sabes cómo se prepara un arroz,

si puedes preparar un almuerzo completo con postre,

si tu prioridad no es ser rubia a como de lugar,

si no te levantas a las 4:00 a.m. para llegar primera al gimnasio,

si puedes salir con ropa de gimnasia tranquila a la calle un domingo, sin una gota de maquillaje en el rostro....

ESTÁS EN VÍA DE EXTINCIÓN... Ere s una mujer exquisita!


Una mujer exquisita no es aquella que más hombres tiene a sus pies;

si no aquella que tiene uno solo que la hace realmente feliz.

Una mujer hermosa no es la más joven, ni la más flaca, ni la que tiene el cutis más terso o el cabello más llamativo;

es aquella que con tan sólo una franca y abierta sonrisa, con una simple caricia y un buen consejo puede alegrarte la vida.

Una mujer valiosa no es aquella que tiene más títulos, ni más cargos académicos;

Una mujer exquisita no es la más ardiente (aunque si me preguntan a mí, todas las mujeres son muy ardientes... y los que estamos fuera de foco somos los hombres);

sino la que vibra al hacer el amor solamente con el hombre que ama.

Una mujer interesante no es aquella que se siente halagada al ser admirada por su belleza y elegancia; es aquella mujer firme de carácter que puede decir NO.

Y un HOMBRE, UN HOMBRE EXQUISITO es aquel que valora a una mujer así.

Que se siente orgulloso de tenerla como compañera.

Que sabe tocarla como un músico virtuosísimo toca su amado instrumento.

Que lucha a su lado compartiendo todos sus roles, desde lavar platos y tender la ropa, hasta devolverle los masajes y cuidados que ella le prodigó antes...

¡Qué desagradecidos hemos sido -y somos- cuando valoramos el "regalo" solamente por la vistosidad de su empaque...!


Gabriel García Márquez

Anónimo dijo...

Gabriel mi pequeño niño, fué aquel al que la costumbre te enseñó a llamar padre el que te acabó enseñando a arrodillarte.
Llevas contigo las largas terdes que siendo aquí del otoño nos has enseñado a valorar, en nuestros frios internos, incluso del verano.
Todos te recordamos cuando de niños ya conscientes en plenitud nos descubriste tus misteriosos secretos y que para nosotros a la vez se abría un nuevo mundo, el de siempre, el que los adultos dejaban atrás insensiblemente sin saberlo, intacto, y tú, nos lo dispusiste de forma que todos pudimos verlo sin asombrarnos, sin exclamar, con naturalidad, con lo que se hace cuando se considera propio, por eso estás aquí, al ladito de cada uno cuando no nos sentimos solo mundo, sino algo más, algo más infinitamente más que...

desde tu aldea, tu compañera

Anónimo dijo...

SEGUIDORA FIEL DE JESÚS

Los evangelistas presentan a la Virgen con rasgos que pueden reavivar nuestra devoción a María, la Madre de Jesús. Su visión nos ayuda a amarla, meditarla, imitarla, rezarla y confiar en ella con espíritu nuevo y más evangélico.
María es la gran creyente. La primera seguidora de Jesús. La mujer que sabe meditar en su corazón los hechos y las palabras de su Hijo. La profetisa que canta al Dios, salvador de los pobres, anunciado por él. La madre fiel que permanece junto a su Hijo perseguido, condenado y ejecutado en la cruz. Testigo de Cristo resucitado, que acoge junto a los discípulos al Espíritu que acompañará siempre a la Iglesia de Jesús.
Lucas, por su parte, nos invita a hacer nuestro el canto de María, para dejarnos guiar por su espíritu hacia Jesús, pues en el "Magníficat" brilla en todo su esplendor la fe de María y su identificación maternal con su Hijo Jesús.
María comienza proclamando la grandeza de Dios: «mi espíritu se alegra en Dios, mi salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava». María es feliz porque Dios ha puesto su mirada en su pequeñez. Así es Dios con los sencillos. María lo canta con el mismo gozo con que bendice Jesús al Padre, porque se oculta a «sabios y entendidos» y se revela a «los sencillos». La fe de María en el Dios de los pequeños nos hace sintonizar con Jesús.
María proclama al Dios «Poderoso» porque «su misericordia llega a sus fieles de generación en generación». Dios pone su poder al servicio de la compasión. Su misericordia acompaña a todas las generaciones. Lo mismo predica Jesús: Dios es misericordioso con todos. Por eso dice a sus discípulos de todos los tiempos: «sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso». Desde su corazón de madre, María capta como nadie la ternura de Dios Padre y Madre, y nos introduce en el núcleo del mensaje de Jesús: Dios es amor compasivo.
María proclama también al Dios de los pobres porque «derriba del trono a los poderosos» y los deja sin poder para seguir oprimiendo; por el contrario, «enaltece a los humildes» para que recobren su dignidad. A los ricos les reclama lo robado a los pobres y «los despide vacíos»; por el contrario, a los hambrientos «los colma de bienes» para que disfruten de una vida más humana. Lo mismo gritaba Jesús: «los últimos serán los primeros». María nos lleva a acoger la Buena Noticia de Jesús: Dios es de los pobres.
María nos enseña como nadie a seguir a Jesús, anunciando al Dios de la compasión, trabajando por un mundo más fraterno y confiando en el Padre de los pequeños.
José Antonio Pagola

Asunción de María (C)
Lucas 1, 39-56

Anónimo dijo...

En el Nombre de Dios, bueno, y misericordioso,
El sólo, está vivo, y es Eterno.
El, está fuera, del sueño, y del tiempo
Y para El, no hay, ni cielo, ni tierra.
A nadie, le es otorgado nada, sin su consentimiento,
El, sabe lo que tienen nuestras manos, y lo que está escondido.
Nada de su Conocimiento, es conocido sin su voluntad.
Su Trono, es mayor que el cielo, y la tierra.
El, es el Altísimo, el Todopoderoso

(esta oración es una poderosa oración)

A.C.

Anónimo dijo...

¡¡AAAAAAAMEEEEEEEEENNN!!

Muy bello el escrito de J.A Pagola y estoy de acuerdo con A.C

Saludos Maribel

Anónimo dijo...

Good dispatch and this mail helped me alot in my college assignement. Thank you for your information.