lunes, junio 29, 2009

Granada. Capítulo II


“ Un solo Corazón un mismo Espíritu” para acercarnos a este mensaje macrocósmico tenemos que realizar “un solo corazón un mismo espíritu” en nosotros .

Empezamos pues con el corazón. El corazón tiene que estar “sano” sobre este concepto de salud del corazón, influyen aspectos sociales, ambientales, por ejemplo la “mala educación” que conlleva a que la juventud, (y algunos adultos) tengan confusión entre: Amor, Gracia, Cultura, Religión y Salvación y que tras pasar por la etapa de jipi, yupi, chupi, botellón y ocupas se haya caído en las plagas que conocemos, en que no se sabe la distinción entre si y no, la diferencia entre el bien y mal, la frontera entre guerra y paz el muro entre amor y odio.

Ya sabemos (mirar anteriores convivencias) que el “espíritu de la diana” es la felicidad y este es un concepto personal pero antes de llegar al espíritu está el cuerpo.

La pregunta de esta convivencia era ¿cuál es el espíritu de la vacuna? La respuesta es la SALUD necesaria para “corazón sano”, pero la siguiente pregunta mas importante, definitiva ¿quién es el espíritu de la vacuna? Pues “servir no ser servido” (CULOLIZACIÓN) ósea que este principio evangélico no es mas ni menos que una vacuna para sanar nuestro corazón.

¿Cómo se nota si se sirve? También muy importante esta pregunta, pues si se sonríe.

Nuestro guerrero (cuento del espíritu de la diana) para acertar al espíritu de la diana (felicidad) que no ve pues tiene el cuerpo “sano” en medio (aquí dice Peter que Cristo nos echa una manita para salvar la pared que separa cuerpo y espíritu) para llegar a ser Persona.(PERSONALISMO)

Nuestro guerrero se fortalece con “metaquímica” ( fresquito,calorcito, justito, cariñito…….josefinado y los pasos que ya sabemos ) se orienta con la fe que cómo dice el evangelio nos hace reconocer los signos (no se la cita del evangelio que alguien me la diga) se complace sintiendo su corazón primitivo tan cerca ya de:

UN SOLO CORAZÓN UN MISMO ESPÍRITU.

Conclusión personal. ¿para qué mas cursillos? Es que no está claro. Yo por si acaso me quiero apuntar a Arbucies.(Girona)

Alejo




San Pedro y San Pablo
San Pedro y San Pablo son dos Apóstoles que dieron su vida por Jesús y, gracias a ellos, el Cristianismos se extendió por todo el mundo. En 1915 se encontraron sus tumbas pintadas con expresiones piadosas que ponían de manifiesto la devoción por estos santos desde los inicios de la vida cristiana. En dicho lugar se celebraron las reuniones de los cristianos primitivos.

Desde entonces, se viene conmemorando esta fiesta doble de San Pedro y San Pablo el 29 de junio. El sentido de la festividad es recordar lo que los dos grandes santos hicieron, aprender de su ejemplo y pedirles en este día su intercesión por nosotros.

¡¡¡MUCHAS FELICIDADES A TODOS LOS QUE CELEBREIS HOY VUESTRA FIESTA ONOMASTICA!!!


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Menú de verano
Que no se trata del “tinto de verano” (gaseosa y vino tinto), ni de la paella playera o el bocata del turista. Llega el tiempo de verano, cuando cambia la actividad, cuando las ciudades se vacían un poco y se llenan las costas. Cuando las vacaciones imponen un ritmo más tranquilo. También este tiempo puede tener sus acentos en la relación con Dios y con los otros. Ofrecemos en nuestra “carta” una degustación muy interesante.

DE PRIMERO, descanso
« Venid a mí los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso» (Mt 11,18)
Pues sí, parece que uno termina junio, y el curso, un poco acelerado. Por el desgaste del curso, porque los meses de trabajo han ido siendo intensos… y por eso hace falta descansar un poco. Dormir más, vivir un poco más despacio, mirar el reloj menos a menudo, prescindir de agendas. Cada quién sabemos qué es lo que nos descansa (hay maratones turísticos que para uno son muy relajantes y a otro le resultarían inaguantables, por ejemplo).
Pero, sea lo que sea, no descansar “de” Dios, sino con Dios. Dejarle que “venga conmigo”, ser consciente de su presencia en mi vida, también en este tiempo de reposo.






¿Siento que Dios es parte de mi descanso, de mi verano, o se queda como presencia sólo en mis rutinas?



DE SEGUNDO, calidad

«María, por su parte, escuchaba todas estas cosas y las guardaba en su corazón» (Lc 2,19)




Es tiempo de hacer muchas cosas que siempre apetecen, pero para las que nunca parezco encontrar el momento adecuado: leer alguna buena novela, ver alguna película pendiente, escribir a gente querida, hablar con los míos un poco más despacio…
Si las vacaciones son largas, tal vez asomarme a espacios, realidades, gentes que normalmente no forman parte de mi vida… Es tiempo para recorrer espacios distintos. También es tiempo para un poquito de calidad en la relación con Dios (porque si no, a veces parece que Dios cae en la parte del “trabajo” o la “obligación”, cuando resulta que puede ser fuente de encuentro y plenitud). Por eso este verano puede ser un tiempo para intentar conocerle más (leer sobre él, pensar, rezar algún rato, tratar de releer su presencia en mi vida



¿En qué medida puedo “cuidar” la relación con Dios este verano?




Y DE POSTRE, gratitud

«Y que la paz de Cristo presida vuestros corazones, pues a ella habéis sido llamados formando un solo Cuerpo. Y sed agradecidos.» (Col 3,15)



Es un privilegio poder descansar (sí, es un derecho, pero como tantos otros, no siempre al alcance de todos). Y es una suerte tener una vida que, con sus altos y bajos, me va poniendo en contacto con gentes, con mundos, con historias (también la mía propia).
Por eso, el verano puede ser tiempo para una mirada agradecida al curso que se va. A lo bueno, que en estos meses ha sido fuente de alegría. A lo difícil, que ha podido ser escuela. A las gentes, las palabras, los momentos. Los retos. A Dios, por la oportunidad de vivir, elegir, caer y levantarme, aprender, amar, construir, imaginar, sentir, pensar, creer… Gracias.




¿Puedo dedicar algún rato a hacerme consciente de este curso que se va.
Y a dar gracias a Dios por él.

Anónimo dijo...

¡Hola família! ¿Como va el verano? Hoy es mi día libre de mis ejercicios espirituales. He rezado mucho por todos vosotros, para que el verano no enfrie vuestra fe, al contrario que en tiempo de vacaciones y descanso podáis disfrutar dando gracias por todo lo que recibimos.
Ya sabéis, en los EE se ejercita la amistad con Dios, el director siempre es el Espíritu Santo que si uno está abierto a Él, te hace descubrir los tesores inagotables de su gracia.
Este año empezamos los Ejercicios dando gracias por lo mucho que recibimos cada día. Y esta última semana nos hemos metido en las bienaventuranzas, que es todo un programa para nuestra vida práctica.
Mañana empezamos la tercera semana de ejercicios, estaría muy bien que también rezárais para que el Señor a los misioneros nos regale el tesoro de su gracia para nuestro mundo.
Recibid todos un fuerte abrazo.

FRANCISCA

Anónimo dijo...

¡HOLA MARIBEL! ENVIAMOS UN SALUDO CON MUCHO CARIÑO Y BELLOS RECUERDOS A TODOS LOS HERMANOS TAICHISTAS ESPAÑOLES. DALE A PETER POR FAVOR UN FUERTE ABRAZO POR EL DIA DE SU SANTO. HASTA SIEMPRE. TAICHISTAS DE AGUASCALIENTES,MEXICO.

Anónimo dijo...

NO DESPRECIAR AL PROFETA


El relato no deja de ser sorprendente. Jesús fue rechazado precisamente en su propio pueblo, entre aquellos que creían conocerlo mejor que nadie. Llega a Nazaret, acompañado de sus discípulos, y nadie sale a su encuentro, como sucede a veces en otros lugares. Tampoco le presentan a los enfermos de la aldea para que los cure.
Su presencia solo despierta en ellos asombro. No saben quién le ha podido enseñar un mensaje tan lleno de sabiduría. Tampoco se explican de dónde proviene la fuerza curadora de sus manos. Lo único que saben es que Jesús un trabajador nacido en una familia de su aldea- Todo lo demás « les resulta escandaloso ».
Jesús se siente « despreciado »:los suyos no le aceptan como portador del mensaje y de la salvación de Dios. Se han hecho una idea de su vecino Jesús y se resisten a abrirse al misterio que se encierra en su persona. Jesús les recuerda un refrán que, probablemente, conocen todos: « No desprecian a un profeta mas que en su tierra, entre sus parientes y en su casa ».
Al mismo tiempo, Jesús « se extraña de su falta de fe ». Es la primera vez que experimenta un rechazo colectivo, no de los dirigentes religiosos, sino de todo su pueblo. No se esperaba esto de los suyos. Su incredulidad llega incluso a bloquear su capacidad de curar: «no pudo hacer allí ningún milagro, sólo curó a algunos enfermos ».
Marcos no narra este episodio para satisfacer la curiosidad de sus lectores, sino para advertir a las comunidades cristianas que Jesús puede ser rechazado precisamente por quienes creen conocerlo mejor: los que se encierran en sus ideas preconcebidas sin abrirse ni a la novedad de su mensaje ni al misterio de su persona.
¿Cómo estamos acogiendo a Jesús los que nos creemos « suyos »? En medio de un mundo que se ha hecho adulto, ¿no es nuestra fe demasiado infantil y superficial? ¿no vivimos demasiado indiferentes a la novedad revolucionaria de su mensaje? ¿no es extraña nuestra falta de fe en su fuerza transformadora? ¿no tenemos el riesgo de apagar su Espíritu y despreciar su Profecía?
Ésta la preocupación de Pablo de Tarso: « No apaguéis el Espíritu, no despreciéis el don de Profecía. Revisadlo todo y quedaos sólo con lo bueno » (1 tesalonicenses 5, 19-21). ¿No necesitamos algo de esto los cristianos de nuestros días?

José Antonio Pagola

Anónimo dijo...

En nuestros dias, ¿a que parece que hemos avanzado con respecto a nuestros padres, y a su vez estos respecto a los suyos?.
Tendríamos que sentarnos en uns silla en una casa de pueblo intemporal, estar meditando, viviendo pero sin hacer nada, y pensar un poco. Llegar a darse cuenta a través de detalles, como eran los papás, cómo eran los abuelitos. En sí, esto no es importante, lo importante es conocerlo.
Por otro lado, el salto generacional, no ha de ser en el vacúo. Parece que no somos conscientes de lo que nos apartamos generación tras generación. Este fenómeno no le alcanzan los métodos científicos, pues no hay modo de comparación. Lo que si se sabe, lo que oriente sabe (en lo que sigue siendo oriente y no occidentalización) es que existe un centro común que indica la vitalidad de una comunidad tradicional. Ese centro común es de un orden por encima de la individualidad humana, y es tan parejo a ella, que el hombre es "hombre"desde la percepción de esta entidad.
Esta percepción ha tenido que ser espontaneamente común en todas las llamémoslas "civilizaciones".
Es dónde la persona humana es tal, por ese desarrollo más allá de la vivencia física, entendiendo por esta todo lo relacionado directamente con la naturaleza y sus "mecanismos".
Los hombres se han entendido solo en base a su concepción metafísica y el desarrollo, más bien que desarrollo es una "realización". Lo metafísico no se trata de entenderlo, es más directo que cualquier concepto, aunque el concepto siempre tome ahí su base.Casi que podría decir que lo metafísico es directamente lo que llega al corazón, al centro mismo. Todo lo que ha de ser elaborado mentalmente es de un orden más inferior y se trata de añadir a lo "realizado" metafísicamente y tomandolo como una base inicial, añadirle sentimientos, emociones, costumbres, por supuesto prejuicios, conveniencias, un sin fin de más cosas, y creo no equivocarme si incluyo también aquí a la creencia. La creencia tiene razón de ser, no cabe duda que en base a ella se obtienen experiencias, pero tales experiencias son sobre lo mental, beneficiosas siempre que tengan un origen totalmente cierto, seguro, trascendente.
Digamos que lo metafísico es por si mismo y no es afectado por los cambios, todo lo demás deviene cambiado, evolutivo o involutivo.
Aquí la cuestión. Involución es no hacer caso a una madre, a un padre por considerarles desfasados, ¿Desfasados de qué?, ¿De tener más apoyo real, más conocimiento verdadero?. Aquí no olvidemos el comentario anterior, esto ya pasaba en época de Jesús, le pasó a él. Ahora bien, hemos de saber que la época de decadencia, el Kali Yuga de los ciclos cósmicos de la tradición hindú, y de todas las tradiciones lo marcan en miles de años. Posiblemente lo que llamamos civilizaciones tradicionales, que alguna aún se mantiene viva, es lo que conservan en su centro, el vestigio de lo que era la vida para cuando el hombre era un ser íntegral y que su estancia en la tierra no podía ser considerada más que paradisiaca, en una interpretación de esta palabra a la cual es dificil llegar hoy dia por carecer de referencias reales