La entrada de hoy del blog nos la envía Guillermo Lago sobre la convivencia de 100 días en "Flor de Melocotón"
Una parte de los cien días
Envidio
a Pilar, ya que ella va a estar los cien días en la casita de Flor de
Melocotón, que es la primera vez que se va a mantener tanto tiempo
abierta, y ella va a poder compartir múltiples vivencias con todos los
que allí vamos, hará las respis junto al altar, tai chi en el patio o en
el campo, estará de aquí para allá.
Cuando
estuve allí me gustó ver y mirar la cara de Pilar, de Nacho, de Daniel,
de Li Yin, de Manuela, de Mateo, de Marcos, de Juan, de María José, de
Francisco (Paco, Cisco), de Marisol, y de Javier, sentir que todos somos
hermanos de verdad.
Me
gustó que se haya puesto wifi en la casa, resulta agradable que en
medio del campo le pueda llegar por ejemplo, desde Suiza, el video de la
actuación de danza que había realizado horas antes la hija de
Francisco, que estaba con nosotros, y que pudiéramos compartir en la
distancia la emoción de ese momento, algo que todos valoramos y
disfrutamos.
Me
gustó que subiéramos con Juanito a la montaña de la ermita de Altura,
desde la cual se ve el mar, y desde donde se aprecia la bella ubicación
de Flor, al pie del pinar, en un hermoso valle.
Me
gustó pasear por Teruel en una excursión festiva, que buscáramos todos
sus torreones, comer un dulce junto al torito, y hasta constatar que
allí nos podemos perder. También ir al outlet de Adidas que había en el
camino.
Me
gustó mucho recibir un golpe de energía en la voz de Peter, a través de
las grabaciones de las charlas en los primeros 100 días que realizó. He
de reconocer que me conmovió al principio, una vez superado pude
sonreír con su particular manera de preguntar y contar, y la profundidad
de sus palabras, un tesoro que debemos trabajar.
Me
gustó poder dirigir lentamente la tabla, repetir todas las mañanas y
tardes de esa semana la misma secuencia de la serie, y que se nos
olvidara el tiempo y estuviéramos más de hora y media moviendo todo el
cuerpo flexible, lejano, suave y redondeadamente y así interiorizar los
principios a seguir en la vida.
Me
gustó cocinar, hacer torrijas, sopa ramen, alcachofas, paella, caballa a
la plancha, ensaladas, que elaboráramos una barbacoa familiar al aire
libre, cenar pato en el chino de Segorbe e ir después al “toro
embolado”.
Me
gustó que quitáramos todos los hierros que aún quedaban en el campo,
retirar la alfombra del “jardín de las doncellas de jade” (como lo llama
Ade), subir a la terraza, tumbarme bajo el nuevo techo del establo.
Me
gustó los calentamientos, en el castellano-alemán de Manuela acariciar
“las comisuras” de los labios, o con Marisol, cuando se nos fue la
cabeza, y gritamos el complicado aullido de Tarzán, o el de Chita, o el
rugido del león, o los cantos de los de la tribu de la selva …Y reírme, y
reírte y reírnos.
Me
gustó rezar el rosario anocheciendo, la atención de María José al paso
de las cuentas, la lectura del evangelio, todos los salmos. Ay, me gustó
encender las estufas de la casa, escuchar el crepitar del fuego, notar
ese calorcito interior por todos lados.
Tratamos
muchos temas, para mí era (y es) muy importante el del wu wei, en su
definición como “actuar en la no acción”. Estoy cansado, dije, de “no
actuar en la acción”, es decir, el vivir en el montaje del “hacer,
hacer, hacer, para no hacer nada”, ¿no será mejor no hacer, no hacer, no
hacer, para hacerlo todo?
En
fin, envidio a Pilar porque estuve la pasada semana una pequeña parte
de los cien días y volví transformado, renacido, con la sensación de
que un corto espacio de tiempo había servido para cambiar mi vida, ¿Qué
será un poco más?Guillermo Lago
Guille qué hermoso todo lo que nos cuentaaaaaaas...imagino tu cara disfrutando!
ResponderEliminarCreo que pronto me dejo caer, caer, caer...por ahí.
Abrazos al campo y a todos
Isabel
Pero para ello se precisa el reconocimiento de mis palabras. Y ese es el problema siempre. El problema del ángel caído por no querer reconocer el mandato de Dios de postración ante Adam, Peter reconoció pero no se doblegó y luego quería arreglarlo ante mí, pero no era cosa mía, era cosa de Dios, y requería hacer uso de la forma apropiada, del ritual que él mismo tanto nos había enseñado. Seguramente fue una prueba prueba demasiado grande para él.
ResponderEliminaren el fondo vosotros sois los herederos también de la prueba, mientras no quede asumida y justificada. Quizá seais portadores de la misma limitacion de Peter. Por eso no tengo ninguna Esperanza, pero en cosas de este tipo, las individualidades no cuentan, yo no cuento, yo solo transmito lo que Peter me transmitió a mí cuando me transmitió el don de la fe, es una devolución que tengo el deber de realizar
"...
ResponderEliminarC'est la " Forme " que Dieu a ordonné aux anges d'adorer, ce qui a suscité l'opposition d'une partie d'entre eux
... "
< Petit Traité d'Al-Haqq >
Abd Ar-Razzâq Yahyâ
Le Turban Noir
Ibid., pg. 36. "Al-haqq, c'est la Voie métaphysique dans un sens qui rappelle le Tao de la tradition extrême-orientale ; c'est la Voie universelle. La souveraineté actuelle de la sharî 'a concerne uniquement l' état humain. L'expression dîn al-haqq désigne la Voie déterminé par les conditions propres de notre état d'existence. Pour Ibn Arabî, il s'agit de la Voie droite mentionné dans la Fâtiha : ihdi-nâ as-sirât al-mustaqîm.. "
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