Lluís y Maria Àngels nos mandan sus reflexiones sobre la reunión del Cenáculo de este enero.
CAPÍTULO 37
El Tao en su ser habitual no obra y nada queda
por hacer. Su no participación hace que todo se desarrolle de acuerdo con la
armonía y con la voluntad del cielo.
En la profesión de Fe rezamos: Dios de Dios, Luz
de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero engendrado no creado. Jesucristo fue
obediente a la voluntad del Padre hasta la Cruz. Orden del día dulce monotonía.
La ilusión y el deseo nos apartan de la
realidad, nos hacen pensar que el mundo depende de nuestras acciones, cuantas
veces nuestra manera de ser nuestros juicios gobiernan nuestras vidas nos
arrastran las ambiciones y el poder para dominar a los demás, pretendemos
comprender las cosas según la cuadrícula de nuestro entender.
Sin deseos con desapego rompiendo la manera de
vernos a nosotros mismos se entra en un estado de sencillez ingenuidad de
inocencia y simplicidad, renacemos nos volvemos niños, los actos brotan sin
esfuerzo y triunfa el ser sobre el tener. Vivir sin miedos sin recelos sin
envidias sin mirar los defectos de los demás. Vivir el milagro que se produce
en nuestro caminar cada día cada minuto experimentando siempre lo nuevo nada se
repite como en la respiración nunca es igual una respiración a otra. En la
confianza de que hemos recibido el don de la vida en lo bueno GRACIAS SEÑOR en
lo no tan bueno SI SEÑOR.
La Virgen María en el Fiat nos muestra como
obrar sin actuar. En el nuevo Testamento tanto en el Evangelio como en los
Hechos de los Apóstoles se habla de ella MARIAM recibió por medio del arcángel
Gabriel el anuncio que concebiría su hijo Jesús por obra del Espíritu Santo. Nos
describe en nacimiento de Jesús en Belén y como ella va a seguirlo en la vida
pública pasión y resurrección. Orden del día dulce monotonía.
Al acabar el cap.37 nos enseña que desprendiéndose
de la acción y el deseo se retorna a la calma a la serenidad de forma natural y
todo queda en paz.
Peter en el libro Chi Kung cristiano dice:
La Paz es Amor divino (pág.215).
Orden del Día es F.C. dulce monotonía por
obligación no nos falta nada para vivir (pág.132).
Para la autodisciplina se necesita dulce
monotonía por obligación. El orden del día nos lleva a la felicidad definitiva
(pág.212)
Lo importante no es querer lo que uno quiere, sino
que hay que querer lo que a uno toca. Vivir en nombre de Jesús es dulce
monotonía por obligación, o lo que es igual, llevar bien el orden del día eso
es felicidad, y ya no hay problemas.
No hacer nada es wu wei...cuando encuentras un
obstáculo en tu camino hay tres formas de aludirlo; Primera; pasar por encima. Segunda
rodearlo. Tercera esperar que se vaya o lo quiten. La última es la mejor (pág.48).
Cuando se dice: “lo que Dios quiera”, ha de
ser con el significado de “Si Señor”....esto es “la cruz sin egoísmo ni posición”
(pág. 252).
Lluís i Maria Àngels
Recuerdos Luis y Angels.
ResponderEliminarAna Calvo