Daniel Ibáñez colabora con esta nueva entrada del blog.
La
marca y el sello
El pasado domingo toda mi familia se sintió
muy feliz de poder acudir y participar
en la inauguración del nuevo “Rincón del Silencio” de Barcelona, sede también
de la fundación de Taichi Zen Cristiano Peter Yang.
Carlos, Tessa y otros amigos habían
organizado todo con mucho detalle y cariñito. Aunque llegamos ya casi al final
de la misa, sentimos enseguida la acogida de todos. ¡Muchas gracias! El padre
Enrique ofició una Eucaristía llena de calor humano y con la profunda y directa
sencillez que lo caracteriza. Después hubo oportunidad de conocer la reforma de
la casa, de brindar por la nueva andadura que ahora comienza y de escuchar
jugosas intervenciones, propuestas y testimonios de personas comprometidas y
con muchos años de experiencia en el taichi zen cristiano. Después una animada
comida en el Hotel Rívoli a la que también acudieron –para alegría de todos-
los padres de Tessa, Paco y Ángeles, que con su edad, dulzura y veteranía,
enriquecieron de un modo muy especial el ágape.
Confieso que durante todo este encuentro me
sentí feliz y que, hablar con muchos de los presentes, sentí que me llegaban
mensajes providenciales, verdaderamente valiosos para mí. Todo esto que recibí y experimente se ha
cristalizado en tres “flases” que quisiera compartir con vosotros pues siento
que es la única forma que tengo de corresponder mínimamente a todo lo que
recibí.
1. Somos una familia animada por el espíritu.
Y no se
trata de una idea que esté en proyecto, no es una intención o un buen deseo:
con toda humildad de la que soy capaz afirmo que se trata de una realidad viva
y palpable. Por otra parte, no se trata de nada extraordinario desde la
realidad que Jesús nos ofrece: “si dos o tres están de acuerdo, Yo estoy en
medio de ellos”. Y justo se trata de esto: estar de acuerdo. Sería bonito que
en los colegios hubiese esta asignatura “estar de acuerdo”. Todos recordamos
que la sabiduría taoísta habla de “abrazar el uno”. Para estar de acuerdo no
basta una conexión emocional –siempre con altibajos- , es necesario aceptar y
contar con la presencia del espíritu. Por eso creo que cada uno debe examinarse
a sí mismo y comprobar si se dispone sólo de una conexión mental-emocional o nos
hemos abierto a la auténtica libertad del espíritu, una libertad que implica
–entre otras cosas y citando las propias palabras de Peter- “no ser esclavo de
uno mismo”: olvido del yo (taoísta), negación del yo (cristiano).
2. Es necesario ahondar en la práctica personal
para llenar de vida la experiencia convivencial.
He
sentido que durante este encuentro me llegaban mensajes coincidentes cuyo
denominador común era la necesidad de intensificar el cultivo personal de todo
lo que hemos aprendido con Peter.
Reconozco que de una manera consciente en los últimos años no he dedicado
el tiempo de práctica necesario. No me faltan excusas: cuatro hijos en pleno
desarrollo, la necesidad de encajar dos culturas diferentes en nuestra familia,
la gran cantidad de energía necesaria para enraizar en Altura tras dejar
Madrid, proyectos en los que creo y en los que he intentado dedicarme de todo
corazón…sin embargo la práctica íntegra de pneumofisiopsicoterapia, no es que
se haya detenido pero sí ha flaqueado. Ahora siento que se abre una nueva etapa
y quiero aprovechar esta oportunidad. Por eso me gustó mucho escuchar
testimonios de amigos y compañeros que cada día dan un ejemplo para mí
admirable.
3. Conviene diferenciar la marca del sello.
El
tercer “flash” que quiero compartir es para mí también muy importante pues en
cierto modo resume la postura que yo quisiera adoptar y el compromiso que
siento como creyente, a la vez que atañe a la familia del taichi zen cristiano
(y yo diría que a toda la vida humana).
Llamo
“marca” a una actitud superficial que no logra calar en la entraña de la vida y
que aún así reclama éxito, fama y reconocimiento. La marca es rehén del espacio
y del tiempo, es decir, de la materia.
Llamo
“sello” a una impronta que cala en la médula de la vida, que no es controlada
ni dirigida por el yo sino por el espíritu y que unifica e integra todas las
potencias de la persona centrándolas en el bien, más allá de las palabras.
Cuando
a veces la Iglesia ha caído en la tentación de vender un producto religioso al
que le falta autenticidad evangélica, identificándose con ideologías -bien
conservadoras, bien falsamente liberadoras- que buscan siempre enemigos a los
que condenar a la vez que le sirve de justificación para mantener privilegios,
está en la “marca”.
Cuando
la Iglesia es fiel al mandato del Señor y se reconoce necesitada del amor de
Dios, aceptando que el espíritu le lleve siempre la delantera, está en el
“sello”.
La
marca es controladora, manipuladora, pone etiquetas. El sello es irrupcional.
Daniel Ibáñez
Querido Daniel:
ResponderEliminarMuchas gracias por tu texto, acertado y preciso. Me parece un texto precioso para reflexionar y, sobre todo, para poner en práctica.
A todo esto yo añadiría una postdata: "si no nos sentimos familia, no seremos familia".
Gracias de nuevo, Daniel.
Un abrazo fuerte
Daniel, hola, muchas gracias por tu impresion de la inauguRACION DEL rINCON EN bARCELONA.Yo comporto lo del Andres, todo depende si uno se siente un objecto. Me siento ahora como un miembro de una familia grande y solo puedo dar gracias a cada uno de vosotros.
ResponderEliminarAyer llege muy bien a mi casa en Alemania despues de nuestras Convivencias en Arenys y Granada!!
Hoy recibi una Pregunta de un Aleman que no conosco fisicamente pero hemos tenido mucho contacto por escrito despues del muerto de Peter. El estaba con nosotros, estuve un Alumno en los tiempos cuando viajo
Peter cada ano a Alemania. Ahora me pidi la direccion del nuevo Rincon en Barcelona. Todo significa que seamos en el Uno( como yo entiendo?!)
Gracias de nuevo y hasta pronto
Manuela
Querido Daniel! Que corazón tan grande expreas con tu escrito. Positivo, alegre, veraz, que yo comparto. Una lección para mi. Es cierto que somos capaces de seguir adelante con las enseñanzas de Peter,al que agradeceré siempre. Con exigencia, como el hacía, pues la verdad no se adorna, y así es tu relato.
ResponderEliminarGracias Daniel!
Carolina
Querido hermano en Cristo y buen amigo. Me conmueve tu sincero comentario y doy gracias a Dios por ver en ti y tu familia los "frutos del Espíritu".
ResponderEliminarHoy no tengo muchas palabras pero siento una certeza en el corazón de que estamos en el camino. Doy. gracias a Dios por teneros como familia y seguiré orando para que con su ayuda nos pongamos de acuerdo, con el "sello" de un mismo espiritu.
Todos nos necesitamos y espero que con amor, alegria, paz, bondad, fidelidad , paciencia, afabilidad, mansuetud, dominio de sí nos confortemos y ayudemos a ser una verdadera familia.
Estas son palabras que Peter tanto repetia..mire, mire ....que familia.
De nuevo gracias hermano cartujano por esas palabras de corazón que tanto bién nos hacen a todos. Carles
A mí, también me parece un texto para reflexionar y llevarlo a la práctica que es lo díficil
ResponderEliminarUn abarazo
Hago mi presentación, de sobra conocida. Quiero simplemente estar presente, porque estar, lo estoy. y quiero que lo sepais. Es todo. Si hay alguna cosa ... , estoy dispuesta, derecha, la verdad, o de verdad.
ResponderEliminarPrefiero ser escueta, prefiero ser correcta, y nada más. Porque tampoco "ser" implica acción.
Prometo si se me da la posibilidad, y si no no pasa nada, de hacer mención en exclusiva a lo "interior", solamente, porque ese es un derecho universal, y lo exterior siempre tiene un motivo causal, en el cual, aquí, no encuentro que yo tenga lugar alguno. Es así.
Ana C.
es más, le necesito como médico, a Peter, si, como médico y paciente que fué a su vez.
ResponderEliminarcomentaba en varias ocasiones, que estuvo cercano a la muerte, pues bien, una de esas veces sucedió cuando era muy niño, que cuenta como su tripa se iba hinchando, y nada podían hacer por él, y que entonces, pasó por su casa un hombre, un caminante, un vagabundo, y que les dió un remedio que llevaba consigo, sacó de una bolsita, una cositas, como unas alas de un insecto, de mosca, y les dijo que se lo hicieran tomar, y que volvería por allí para saber cómo había ido,.....pero ese hombre nunca más volvió, y El niño que Peter era, tras tomarlo según sus indicaciones, empezó a expulsar por abajo gran cantidad de parásitos y con ello se sanó. y de ahí a él le quedó y también las personas mayores tienen la cosa de ir al baño diariamente.
Por eso decía que le necesito como médico, para que me de el mismo remedio, pues al no movilizar nada bien intestino, no se van ni con medicación.
Mañana temprano saldré a correr algo, lo que pueda hacer, y mover.
Ya alguna vez hice mención de un estado de salud. Es un bache dificil de explicar, con multitud de conexiones, sin duda por sobrepasar el elemento natural, pero yo misma, mis padres que me hicieron?
Ante cualquier eventualidad, dejaba de ir al baño, por ejemplo en las convivencias, una especie de excitación y a la vez miedo al rechazo...enfín, vosotros algo ya conoceis.
si hago esto es por la necesidad y porque sé que por mi cuenta, no debo cerrar, sino abrir. Está claro que si le reprocho a Peter ciertas cosas, no es menos cierto que el solicitaba como una especie de remisión de lo ocurrido, para volver a lo que era antes, y eso para ustedes no cambia en nada, nada, pero en lo que a mi tocaba, sin cortar los hilos superiores, si se cortaron todos los vínculos corporales y psiquicos, por lo que sólo a través del plano espiritual me puedo sentir unida, nada más. ya me gustaría no haber pasado por ello, pero eso es algo de lo que no hay opción de hacer ningún comentario ni suposición. y de ahí también que no me hubiera desvinculado plenamente, digamos, desaparecido. Hoy he reconocido una ligazón espiritual, de la primera huella que he podido reconocer como tal, tiempo después del suceso del "corte", y precisamente relacionado con una conversación que tuve con un misionero jesuita, Alberto Olabarría (quizá, el apellido no lo sé claramente)en el santuario base, que ahora no recuerdo el nombre. Hoy he reconocido, que por activa o por pasiva le debo a Peter una parte de eso (no sé de porcentajes), y ha sido a raiz de ello cuando, sin esfuerzo, empiezo a ver que tengo una parte de responsabilidad hacia con peter, en su memoria, en su paz también, y con el pueblo chino, de alguna manera también.
(continúa)
No es facil para mí todo esto, porque soy otra, mi expresión es otra, soy la de siempre, pero hoy algo ha cambiado también, hoy me manifiesto en calidad, no de mujer, pero de andrógino (ójos redondos ¡¡), si, y espero que la naturaleza, mi naturaleza esencial me ayude en esto a hacerlo bien , es para mí un deber decir que no soy mujer, que nunca lo he sido, sin la parte de hombre que tengo, quizás más por circunstancias que por otra cosa, eso es del pasado, me considero mujer y hombre a la vez, y es un honor para mí, a esta altura de mi vida, el poder decirlo, habiendo pasado ya las pruebas correspondientes que la vida te pone, y que lo que pasó con Peter no es la menor de ellas consecuencia de esto que acabo de decir. Si, Peter me conocía, pero no llegó a encajar ambas facetas, quiero decir las facetas derivadas de lo que ser hombre y mujer a la vez suponen. para quien, según cómo, sobre todo hombres, esto les desconcierta, me refiero a lo que una persona así manifiesta por si misma sin más hacia el exterior, quiero decir, si una mujer es fuerte por aquí, se supone que por allí ha de ser lo contrario, pero no fuerte por los dos lados. esa misma reacción la he conocido en mis jefes médicos, no así con los compañeros médicos, es como que se les despierta un instinto de competitividad, algo muy del macho, y en esto, a Peter no tengo nada que reprocharle el que actuara así, es más bien a la hora de priorizar las consecuencias, con lo cual para mí, significaba que no sólo fué una confusión, sino que en su actuar más íntimo, había abandonado ciertos procederes que yo siempre había asociado a su buena praxix y a un grado elevado de espiritualidad.
ResponderEliminarComo he dicho antes, eso motivó que quien esto cuenta, posteriormente adquiriera la noción de revelación espiritual, y en la cual hago participar a Peter como cohechor, y es por eso que me he visto obligada a esclarecer eso, porque es el único motivo y resquicio, además del tema médico que ya he contado, para estar en sintonía con él o con su obra, de una manera colateral, porque como he dicho, el tema causal, en él, ya no estoy involucrada, sólo en lo que me corresponda de supracausal, puede, solo digo puede, yo misma no lo sé.
Quisiera algún día tener la sinceridad de poderle desear paz eterna, que creo que si podré, porque yo misma, al acercarme más a mi naturaleza esencial, podré estar más dispuesta y abierta a la luz del espíritu
Buenas noches en el espíritu
Ana C.
Querida Ana,
ResponderEliminarSolo quisiera decirte:
Perdonar es curar para si mismo y si el otro acepta de verdad, para ese persona tambien. Y despues olvida todo el pasado. Esta Ana.
Te deseo un Navidad en Paz
Manuela
También para tí, estimada manuela
ResponderEliminarLo que dices del perdón, perdonar es conocer que la naturaleza más íntima pertenece a Dios, tanto la propia como la ajena, y a este respecto nadie puede ofender ni ser ofendido. Si uno mismo se coloca (ubica, en el cuerpo, se observa el daño propio y ajeno, que también tiene una realidad, pero siempre supeditada a lo primordial.
ResponderEliminarCuando una cosa se expresa, ya sale por eso del "yo", y la solución vendrá antes o después, ha de venir, y hay que rogar que seamos capaces de verla, que se purifiquen los canales del entendimiento, así ya es suficiente
Ana C.
Lo dicho en el comentario anterior son obviedades. De la ubicación corporal sabemos que está supeditada al paso del tiempo y al espacio. De la naturaleza de Dios tenemos un conocimiento real pero indirecto. Jesús dijo amaros como yo os he amado, y también dijo, apártate de mi Satanás. Entre estas dos cosas oscila el vivir en la manifestación. También en la manifestación hay seres sin forma, angélicos y demoniacos, al mismo S.Pedro iban dirigidas esas palabras, por eso ser como la paloma y la serpiente. Cada cosa en su sitio, nada que olvidar, nada que perdonar, nada que recordar, solo la actividad en quietud o la escucha del sonido que sale directamente del silencio. Ahí el amor vibra puro, sin contaminación; luego, eso no se puede mostrar, pero no es necesario tampoco
ResponderEliminarManuela, las fórmulas yo no las sé hacer ni pronunciar, sólo una cosa puedo decir, y es un nombre que repito, el nombre no importa, pero tengo la necesidad de repetirlo para no olvidarme de mi misma.
Saludos Navideños
Ana C.